El Legado de Rapsodia (Temporada 2) [Eldarya]

Capítulo 47: Este es quién soy.

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"Tu peor enemigo no te puede dañar tanto como tus pensamientos. Ni tu padre, ni tu madre, ni tu amigo más querido, te pueden ayudar tanto como tu mente disciplinada".

Refrán budista.

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Nueva Albión – Ávalon (Jardines norte):

Con la caída de la noche, los destellos máanicos de reluciente color azul se alzaron por entre los macizos y flores, además, junto a las pixie lunares y las luciérnagas que seguían el cauce del río, otorgaban al lugar una perfecta conjunción de colores. Para Valefort, de pie y observando todo aquello bajo un árbol de lucilos, aquello fue perfecto para calmar en gran parte su espíritu... aún se sentía agitado por lo que había sucedido, pero se sentía mucho más optimista.

—Aislándote como siempre —dijo una voz femenina—, ya me había dicho tu paje que estarías en algún lugar escondido.

El rey de los Plateados sonrió avergonzado, entonces se giró y miró a los ojos a Ziva, quien, a los pocos segundos, abandonó su sonrisa colocando los brazos en jarra.

—Está bien... estoy dispuesto a aceptar tu regaño... —murmuró Valefort bajando la mirada.

—Tú y yo somos los reyes de reyes más fuertes y viejos de todos, ¿tenías que perder la compostura así?

—Estaban queriendo sacrificar a Caleb...

—¡Por Dagón, Valy! ¿No recuerdas que la idea de este consejo fue de Jeanne d'Arc? Ella no habría pedido que nos reuniéramos para discutir este tema si no tuviera un haz bajo la manga... —ella suspiró y dirigió sus zafiros ojos en dirección al río—. Hasta yo quería destrozar a todos esos cobardes cuando hablaban así de Caleb... Al menos de todos nosotros, Izunia tuvo la astucia de dar vuelta la situación... fue la única que captó las verdaderas intenciones de Jeanne...

—¿Ixión...? ¿Crees que Ixión pueda estar de nuestro lado...?

—Él no está de nuestro lado, Valy —Ziva se cruzó de brazos y se apoyó en el tronco del árbol luminiscente bajo el cual estaba el dragón Plateado—, sabes cuál es su rol, cuando todos están en desacuerdo o cuando está el peligro de un conflicto entre reyes, él es el último hombre, según su visión, va a hacer todo lo posible por demostrar que tiene la razón... Conociendo a Ixión, él seguro que piensa que Caleb es un peligro, por tanto, en su calidad de Juez, buscará las pruebas que le hagan tener la razón.

—¡Pero eso es...!

—Comprendo tu miedo, no conoces a tu bisnieto, no obstante, a pesar de que fue por poco tiempo, yo sentí la calidez de su corazón y la nobleza de su alma, Caleb puede ser un peligro, pero tengo fe de que él sabrá manejar eso —Ziva miró a su camarada y le tocó un hombro dibujando una sonrisa cálida en sus labios—. Confía en que Ixión también verá eso.

—Ixión... pero ese mocoso...

—Tranquilo —rio ella pellizcándole la nariz—, sus métodos para descubrir las cosas pueden ser algo extrañas, pero es nuestro camarada, confía Valy, en tus compañeros, ahora —ella se empinó un poco y le susurró—. Deverías dejar de esconderte y enfrentarlo de una vez...

—¿Qué...?

—¡Solo ve, bobo! —exclamó ella dándole una palmada en la espalda.

Valefort pegó un grito y cayó de rodillas en el suelo, molesto, se giró para reclamar a aquella que era como su hermana pero... con una agilidad casi felina, ya había desaparecido, entonces, cuando resoplando se prestaba a ponerse de pie... vio unas botas que aparecían ante él... y cuando alzó la mirada, estaba él... Kilian...