El Legado de Rapsodia (Temporada 2) [Eldarya]

Capítulo 76: Desenmascarados.

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"Lo verdadero es siempre sencillo, pero solemos llegar a ello por el camino más complicado".

George Sand

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Un sonido comenzó a llegarle a los oídos de manera intensa y repetitiva, un gran dolor le surcaba el cuerpo y su cabeza dolía demasiado... Su nombre... era su nombre... Ahora que parecía escuchar un poco mejor, se percató de que era su nombre el que llegaba a él de manera tan desesperada... Tyreence empuñó las manos en la fría piedra espejo del suelo e intentó alzarse unos centímetros, aún su cabeza daba vueltas y su vientre... ¡Dios! Su vientre dolía...

—¡Tyreence...!

Él alzó un poco el rostro... su visión era demasiado nebulosa... a duras penas distinguía las formas en rededor... parecía haber algo oscuro ante él, algo inerte... entonces a su mente acudió un caótico recuerdo...

>>—Están usando la fuerza espiritual de la sacerdotisa para controlar al eidolón... —murmuró Elisse—. Pero es extraño... Jugūn pareciera estarse resistiendo... su voluntad está dividida en... —ella miró a su izquierda, había una puerta más allá y, de la parte inferior se escurría sangre...—. Hay alguien ahí...

>>Elisse dio un paso para ir hacia aquella puerta, no obstante, cuando solo había dado un solo paso, el sonido de aplausos hizo que aquellos tres se paralizaran en sus lugares... Tyreence fue el primero en girarse. Apareciendo de detrás del Cristal, avanzó un bufón de tenidas violetas, el cual, con su rostro pálido y gran sonrisa, realizó una reverencia exagerada haciendo sonar los cascabeles de su sombrero.

>>—¡Bienvenido! He de ser muy afortunado, no todo el tiempo tienes a alguien de la realeza a la hora del té —el bufón alzó la mirada escarlata y la fijó en la de Tyreence—. ¿Croissant o strudel de manzana?<<

Los sonidos eran tan confusos... todo era confuso... ¿Qué había sucedido después de eso...? ¡Ah! Sí... ese bufón le había atacado sin darle tiempo a nada... La espada de reemplazo que llevaba no había significado nada contra las garras de aquel payaso, se había astillado con un solo movimiento de las garras de aquel ser y, un segundo después, esas mismas navajas de sus dedos le habían atravesado el vientre arrojándole al suelo... a partir de ahí todo se había vuelto un remolino de rápidas sucesiones desastrosas... Sile había atacado, al verlo caer, se había arrojado al combate alzando su estoque por sobre su cabeza apuntando a su vez el cuello de aquel bufón, no obstante, él se había movido de un lado para otro mientras reía y cantaba, saltando y dando giros, como si todo eso no fuera más que un juego... Claramente Sile estaba en problemas, mientras más blandía su arma, más aura distorsionada la envolvía, lo que claramente hizo que aquel enemigo continuara aumentando su ventaja... Un pensamiento había acudido a él en ese momento... Tenía que protegerla... y frente a eso Thánatos había salido de su sombra y en su enorme forma de cancerbero, se arrojó contra el bufón, eso pareció sorprenderlo, aún más cuando la criatura logró hundirle los dientes en un brazo haciéndolo trastabillar, enmudeciéndolo por completo... Esos segundos lo aprovechó Sile para reunir poder en su estoque y atacar a fondo... y su espada efectivamente se hundió en el pecho de aquel enemigo, no obstante, mientras el sabueso del averno ejercía presión con sus fauces, con una expresión molesta, el bufón alzó una de sus pálidas manos y apretó en ella el filo del estoque, y sin mostrar dolor alguno, comenzó a extraer el arma lentamente...

>>—Eso no fue amable, señorita —había dicho en aquel momento.<<

Entonces el ser le arrebató la espada... y los segundos siguientes fueron solo terror en los ojos de Tyreence... Primero el bufón había hecho girar el estoque en su diestra con una habilidad sorprendente, de la misma forma que cualquier caballero de la Orden, acto seguido... con una desgarradora estocada, había atacado a Thánatos... y aquel sabueso que conservaba desde la muerte de Mailsi... el recuerdo tangible de ella... cayó al suelo dejando escapar un lastimero aullido... tras eso, dando un giro sobre los talones a una velocidad casi invisible... hundió esa misma espada en el pecho de Sile...