Capítulo 44: Adecuado para pelear. Parte I.

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"Si lo intentas, fallas. No importa. Inténtalo de nuevo. Falla de nuevo. Falla mejor".

S. Beckett

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Se escuchaba un sonido de silbidos y pequeños gruñidos, para cuando Caleb despertó, aquellos sonidos se hicieron perfectamente conocidos, eran Lotty y Ziel, su o'oluray así como aquel que Izunia le había encargado de cuidar mientras ella estuviera en plan de despertar a los suyos, por otro lado, sentía además una suave y armónica melodía de cristales que, algunos segundos después, supo que se trataba de Gentiana.

Se sentía increíblemente adolorido y cansado, su mente la veía brumosa y a duras penas podía enfocar sus pensamientos, por tanto, solo cuando vio saltar sobre su cama a los dos familiares, jugando y correteando al tiempo que se mordían las orejas de forma amistosa, es que él pudo recordar los últimos eventos... Era verdad, se había enfrentado al líder del equipo Lumiere, Scott Siro Vai... el apodado Monstruo de la Espada... Después de eso... ¿qué había sucedido tras eso...? Caleb se sentó de golpe sobresaltado, si bien había pensado durante el combate que sus amigos no corrían peligro, el no saber de ellos, y mucho menos escuchar los gimoteos de Feng Lee a un costado de la cama, le hicieron angustiarse; mirando a su rededor, comprobó que estaba en el interior de una cabaña austera, por la ventana cercana, pudo ver el horizonte nevado. Él cerró los ojos e intentó encontrar las presencias de sus camaradas, y con alivio, reconoció el aura equilibrada de Freelander, y si ese guepardo estaba con ese nivel de tranquilidad, significaba que el resto se encontraba en óptimas condiciones.

Una vez que hubo hecho a un lado esa angustia, Caleb apretó los dientes al ser consciente de algo más... Conteniendo un quejido, se tocó el brazo derecho con la mano izquierda... dolía... esa extremidad dolía... casi era como si los tejidos se desgarraran por dentro y los huesos fueran triturados... ¿qué pasaba con él...?

—Es el brazo que Dietrich Eldër te cortó —dijo una voz profunda, Caleb, aún en la cama, sintiendo como Gentiana se sentaba en su cabeza desistiendo de sus juegos con Lotty y Ziel, es que giró la mirada viendo en el marco de la puerta a aquel anjana de cabellos celestes, Scott quien, cruzándose de brazos, añadió—. Regeneraste esa extremidad cuando estabas en tu modo yōma, fue demasiado rápido y con un carente control de tu poder, ahora que has vuelto a la normalidad, por así decirlo, tu cuerpo está rechazando aquello por considerarlo ajeno. Sé que eres consciente, sobrepasaste el límite, sufriste una conversión y luego volviste, ya no eres un sidhe como antes, tu contextura es más similar a...

—Un yōma...

—No, a un dragón —concluyó el anjana—, pero sigues siendo un sidhe, no te preocupes por eso, solo que ahora puedes liberar un mayor poder draconiano.

Caleb se miró el brazo derecho, empuñó la mano y sintió como si los tendones se contrajeran dolorosamente... según lo que había entendido, esa extremidad se había regenerado estando como un yōma, ahora que su cuerpo tenía un alto nivel draconiano, estaba realizando un rechazo a algo que parecía no tener su misma constitución...

—Por cierto... ¿dónde estamos? ¿Cuánto llevo inconsciente? ¿Dónde están mis amigos...?

—En vez de preocuparte de tu Equipo Sin Nombre —dijo Scott descolgándose un bolso de un hombro y arrojándoselo a la cama—. Come eso primero, has tenido varias batallas difíciles en poco tiempo, has regenerado un brazo amputado, escapado de la conversión definitiva y ahora tus Canales Existencias, así como tu Círculo, se está teniendo que acostumbrar a tu nuevo requerimiento máanico. Necesitas reunir fuerzas después de haber estado una semana inconsciente.

El Legado de Rapsodia (Temporada 2) [Eldarya]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora