El Legado de Rapsodia (Temporada 2) [Eldarya]

Capítulo 37: Hielo y fuego.

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"Unos dicen que el mundo terminará en fuego,

otros dicen que en hielo.

Por lo que he gustado del deseo,

estoy con los partidarios del fuego.

Pero si tuviera que sucumbir dos veces,

creo saber bastante acerca del odio

como para decir que en la destrucción el hielo

también es poderoso.

Y bastaría".

Robert Frost

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En el último tiempo Caleb sabía que había estado perdiendo su propia identidad; intentaba en lo posible mantenerse sereno y racional, aferrándose a las palabras de esperanza de quienes decían ser sus amigos, no obstante, conforme pasaba el tiempo, aquella fuerza que lo mantenía a flote se iba desvaneciendo, se había dado cuenta de las miradas atormentadas de aquel fenghuang y de aquella elfa, sabía que se desvanecía en el olvido y que era cuestión de tiempo para que también olvidara que confiaba en aquel ser del bosque... cuando eso pasara él sabía que estaría a un paso de caer en el exterminio de su propia existencia, que lo último que lo hacía ser él... moriría... Caleb ya sentía que había olvidado a alguien de cabellos dorados, que había otra de cabellos anaranjados rodeada de sombras que casi se desdibujaba en sus memorias... y que ahora... en una fracción de segundos... una chica de cabellos rojo fuego también desaparecía en la oscuridad de sus memorias perdidas...

La misión era trasladar a la novia anjana a la ciudad donde se realizaría la ceremonia nupcial... todo había estado bien hasta el momento en que la caravana había sido atacada por aquellos ghillan, Caleb había caído de rodillas siendo atacado por esos sentimientos y recuerdos ajenos... se había perdido temporalmente mientras sus compañeros le gritaban con desesperación... siendo, en ese momento, cuando había estado a punto de caer bajo la merced de esos seres, que las telas del vestido de novia de aquella chica se agitaron ante sus ojos... siendo también el instante en que el olvidó la sensación de angustia de haber perdido las memorias de una joven se cabellos de fuego... siendo el momento en que ante él... solo había una desconocida...

Aquella chica de ojos verdes como la hierba en primavera y largo cabello rojo, que con cada movimiento liberaba al viento chispas incandescentes, naciendo de cada hebra escarlata, dio un par de giros con sus katanas en mano derribando a esos seres en medio de la confusión del ataque... Caleb le siguió mirando como si estuviera hipnotizado, tal como si ella fuera una llama de fuego que lanzaba en medio de la blancura de la nieve... ella... ¿quién era? De pronto, un rugido lo arrancó de sus pensamientos, dándose vuelta, vio venir hacia a él a uno de esos feroces ghoul..., antes que pudiera hacer el más mínimo movimiento, aquella salamander se interpuso dividiendo en dos a ese ser...

-¡¿Qué carajo estás haciendo Caleb?! ¡Muévete de una vez! -exclamó ella girándose nuevamente y clavando la punta de su espada en la cabeza de otro de esos seres corruptos.