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"¿Te has enamorado alguna vez? ¿No es horrible? Te hace tan vulnerable. Abre tu pecho y abre tu corazón y significa que alguien puede entrar en ti y deshacerte".
(Las benévolas, Neil Gaiman)
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Ciudad de Vanita, región de Goro, reino de Valeder:
La localidad era un lugar conformado por casas de piedra de dos o tres pisos, mostrando de vez en cuando torres circulares y arcos ojivales que cruzaban de lado a lado las estrechas calles, contaba con pequeños riachuelos que rompían el esquema monótono de la localidad, plazas circulares, y tapias que separaban algunos sectores, escondrijos perfectos para que los niños, en sus tardes de juegos, aprovechaban al máximo, aquellos en especial, provistos de escudos y espadas de madera, estaban sumidos en un duelo desde hacía varias horas, haciendo honor a la tradición, niños y niñas estaban en duelo a "muerte", sentido figurado claro está, ya que mocosos como ellos, correteando de un lado para otro en medio de la nieve, no podían tener un verdadero sentido asesino fuera del que la imaginación jocosa les otorgaba... el hecho era que, esos tres niños y tres niñas, se miraban de lejos, unos ocultos tras las tapias y los otros en los recodos de las escaleras exteriores que ascendían por algunas torres laterales, y para cuándo del cielo comenzaba a caer una vez más copos de nieve suaves y pequeños, uno de los líderes de los bandos decidió actuar.
-¡A la carga! -gritó uno de los niños-. ¡Enviemos a esos tontos orcos al lugar dónde pertenecen!
-Esos mocosos... -dijo la niña líder tras la tapia-, esta será la última vez que lidiemos con su inmadurez -y alzando su espada, salió de su escondite guiando a sus amigas-. ¡Aplastemos a esos insectos y sigamos adelante! ¡Es hora de tomar su reino!
Los chiquillos salieron de sus respectivos refugios y corrieron hacia el encuentro, no obstante, a mitad de camino, la espada del niño más gordito chocó con algo diferente, al alzar la mirada se encontró con una persona vestida de negro.
-¡Oh! Perdón... -dijo aquel hombre de ojos color carmesí siguiendo su camino.
Los seis niños se reunieron y miraron a aquel desconocido que seguía avanzando con su capa ondulante... ninguno de ellos lo había visto aparecer, era como si hubiera aparecido de la nada, entonces una de las niñas señaló algo que aquel sujeto llevaba, ¿esa no era una espada...? ¿Entonces aquel era un aventurero o mercenario...?
-Hay muchos guerreros deambulando últimamente... -dijo el niño líder.
-Eso es verdad -asintió la niña que guiaba a las suyas-. ¿Será por el ataque de brujas a Ciudad Batallón hacía un mes...?
-Como sea, Vanita se ha convertido en ciudad de paso de muchos forasteros.
-¿Eso es así? -dijo una voz.
Los niños se giraron y vieron a un hombre de cabello castaño y ojos dorados sonreírles, llevaba una capa de color azul y, a su lado, con un maülix entre los brazos y un valuret en un hombro, una bella elfa de cabellos violetas, ambos, al igual que el desconocido anterior, se habían acercado sin que ninguno de esos niños los sintieran aparecer.
-¡Vaya, vaya! Así que hay un gran movimiento, los rumores viajan muy rápido últimamente -el fenghuang revolvió los cabellos del niño gordito y siguió alejándose en compañía de la elfa-. Tu estocada de recién fue excelente.
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El Legado de Rapsodia (Temporada 2) [Eldarya]
Fanfiction-Frente a todo lo Lógico y elemental, hay un hecho que es absoluto aún si la mayoría lo desconoce, y es que todo en este basto e infinito universo, viene en par: Luz y Oscuridad, Vida y Muerte, Creación y Destrucción, Maana y Miasma; Así como Faerie...