El Legado de Rapsodia (Temporada 2) [Eldarya]

Capítulo 56: Promesa para el futuro.

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"Cuando las fuerzas fallan, los ánimos decaen. Solo tú eres capaz de encontrar el aliento entre la maleza".

Juan Armando Corbin

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Cuando habían sido enviados a esa misión de investigación, en un intento de dilucidar el destino que habían tenido todos aquellos caballeros desaparecidos en torno a la región de Zorak, ni Sile, ni Radu, mucho menos Raki, se habían imaginado que se encontrarían con semejantes monstruos... Para Sile todo había sido demasiado rápido, habían sido emboscados en cuanto habían llegado a las ruinas de la ciudad y, cosa de pocos minutos, habían terminado en las profundidades de aquellas construcciones laberínticas de la montaña... ella había visto como sus dos compañeros eran torturados y como, tras la llegada de esos mercenarios, Radu había logrado liberarse, sabía que para el salamander había sido espantoso tener que irse y dejarles atrás... pero ella había intentando ser fuerte y calmarlo con la mirada... esa era la única salida, era la única oportunidad para ellos de sobrevivir... esos monstruos no parecían querer matarlos aún, así que mientras eso no cambiara, había habido esperanza... Sile había sentido su pecho apretar cuando Radu se había ido con la promesa en la mirada de volver con ayuda... Tyreence y aquella ulfhednar habían aparecido... seguro que Radu los había enviado... pero él no estaba... él no había llegado, frente a eso, internamente Sile había comenzado a temer por él... y sí él se había ido, si se había rendido... entonces ella se cobraría de aquello... y con eso en mente, es que había arremetido con todo contra Dauf...

Su brazo taladro impactó de lleno contra la base de aquel ser... en pos a sus compañeros, Sile atravesó esa dura coraza y emergió del otro lado sintiendo como el alivio frente a una victoria se cernía sobre ellos, no obstante, cuando encontraba apoyo en la pared contraria, decidió volver, aquel Progenitor gritaba de dolor, chillaba ante una derrota y muerte inminente... entonces, fortaleciendo los músculos de sus piernas, se prestó a volver a atacar... por todos aquellos que habían muerto a manos de ese desquiciado, lo liquidaría... Pero entonces, cuando ya iba a por su cabeza... es que unos látigos oscuros la rodearon... ¿cabellos? Y, apretándola con fuerza, la estrelló contra el suelo a los pies de sus compañeros...

Desesperado, Tyreence se alejó de Yamandria y corrió hacia el lugar del impacto... aquellos látigos se alejaban dejando chocar entre sí los escombros... vio a Sile mal herida y sangrante... con el alma furiosa, la alzó un poco entre sus brazos mientras Yamandria se posicionaba ante ellos alzando sus armas... entonces, cuando sintió que una mano de Sile se crispaba en su camisa, es que Tyreence alzó la mirada... esos látigos se extendían en todas direcciones... eran... la extensión del cuerpo de Cynthia, convertido su brazo derecho en lenguas de cabello sólido, aquella Abisal les mirada con una fría sonrisa.

—Quería dejarles saborear su momento de gloria un poco más, pero no puedo dejar que eso ocurra —dijo la Abisal del sur viendo como Dauf se retorcía en el suelo agonizante—, después de todo él es todavía mi hombre.

Tyreence apretó los dientes y, dejando a Sile, cogió su espada y se arrojó hacia aquella criatura, ignorando el grito de advertencia de Yamandria... su desesperación y furia frente al daño causado hacia sus camaradas le habían impedido seguir manteniendo la aparente calma... por lo que en esa explosión de poder, se arrojó sobre ella y le hundió el filo de la espada en la cabeza... no obstante... aquella Abisal comenzó a dividirse en fracciones, como si todo su cuerpo estuviera conformado por cabellos, y al tiempo que su rostro se deformaba, ella agregó con una sonrisa.