Capítulo 65: Punto de encuentro.

190 26 20
                                    

•• <<────≪•◦✧❁✧◦•≫────>> ••

"Teniendo en cuenta la posibilidad de elegir entre la experiencia del dolor y la nada, elegiría el dolor".

William Faulkner

•• <<────≪•◦✧❁✧◦•≫────>> ••

.

Calzada Norte de Fuan Zï, perímetros exteriores de Taigon – Xian-Tzi (al atardecer):

Con el atardecer ya cayendo sobre la región, con un viento frío corriendo por sobre la planicie blanca, Tyreence, Radu y Sile, sortearon el último trecho del camino tras haber dejado el bosque Min Gu de los bambúes, y ahí, en esa pequeña colina se suave pendiente... Vieron el campamento de la escuadra avalariana.

—Dioses...

Aquella única palabra de Sile hizo que el pecho de Tyreence se contrajera... ya había estado luchando contra el nerviosismo, angustia y culpa desde lo acontecido con la Abisal Cynthia, pero ahora sus sentimientos se sacudían por aquello que veía... No solo estaban las tiendas de campaña de los caballeros presentes, sino que a distancia prudente, de encontraban las carretas de transporte... Radu en ese momento alzó las manos y tocó un hombro de sus dos compañeros, Tyreence y Sile reaccionaron y, apretando los labios, reanudaron el camino...

Caminaron lentamente, como si cada paso fuera también la lucha que llevaban internamente para poder negar lo que veían, aún si sabían que era imposible de negar...

Cuando traspasaron la primera líneas de tótems de protección alzadas por barreras mágicas, Tyreence se atrevió a detenerse unos segundos y mirar a su derecha, ahí había un supervisor más unos caballeros rasos, uno de ellos alzaba una espada y la dejaba sobre un cuerpo envuelto en telas... luego intercambiaban unas palabras, llevarían los cuerpos con los otros a través del portal hacia Ávalon... Los cuerpos... Tyreence tragó saliva y miró más allá, habían muchos más cuerpos, algunos que estaban recién acomodando junto a sus armas para ser enviados de regreso al reino junto a sus parientes... algunos lloraban... Ty desvió la mirada en otra dirección, de una tienda salía un caballero, su cuerpo estaba mal trecho y caminaba apoyado en el que sería su escudero... Ahora se hacía todo más claro, no solo se habían reunido con la escuadra que venían a apoyar a aquellos que ya estaban en el interior de Taigon, sino que también habían llegado ante los sobrevivientes del primer choque contra las brujas y magos Oscuros...

—Señor Radu.

El aludido se giró haciendo que a su vez Tyreence y Sile reaccionaran ante ese llamado, logrando quitar de sus mentes parcialmente la impresión que les causaba ver aquellos daños entre sus compañeros... Quien había hablado era un muchacho joven de cabellos blancos y mirada astuta, su nombre era Isaak Dialmhar, el paladín número 21 de la Orden de Caballeros.

—No sabía que vendría... —dijo el muchacho, ladeando la cabeza miró a las personas que estaban tras él—. ¿Y también está el príncipe...?

—Tenemos que reportarnos inmediatamente con la paladina Havel, ¿dónde está ella?

—¡Oh! Claro... síganme, los llevaré a su tienda.

El más joven de los paladines frunció levemente el entrecejo y comenzó a avanzar sobre la nieve, caminando tras él a un metro aproximado Radu miró de soslayo a sus jóvenes compañeros y les susurró que tuvieran cuidado. Los dos aludidos asintieron, Radu ya les había hablado al respecto, adelantándose a los posibles caballeros con los cuales se encontrarían, había sido enfático en como manejaban sus poderes... los tres ya habían traspasado el límite, no todos los caballeros podrían ignorar aquello...

El Legado de Rapsodia (Temporada 2) [Eldarya]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora