Capítulo 8: El dolor también viene con el amor.

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Capítulo 8: El dolor también viene con el amor.

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"Para aprender las lecciones importantes de la vida, uno debe vencer el miedo cada día." Ralph Waldo Emerson.

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Poblado de Wib, suroeste del reino de Potña (Jade):

El pasillo estaba silencioso y a penas iluminado por las luces de los faroles de las calles, deteniéndose junto a las ventanas, Tyreence miró hacia el exterior, para el ojo ordinario solo estaban bajo un cielo estrellado y tranquilo, pero aquellos que hacían uso de diversa medida del maana para más allá del funcionamiento vital de sus órganos, aquello que se cernía sobre sus cabezas era un manto escarlata que, con solo un vistazo, helaba hasta el alma...

Tras lo sucedido en las minas y después de haber enterrado a Fang... Kumiko le había hablado brevemente de Helena Rig Sagmun, no había entrado en detalles pero, en aquel mes y medio que habían permanecido a su lado, junto a su amiga, esa sidhe les había devuelto los deseos de vivir tras haber perdido a sus familias. Posteriormente la nian se había sumido en un mutismo profundo y sin dar el más mínimo indicio de afirmación o protesta, había seguido a Tyreence cuando este le había propuesto regresar al pueblo antes de que El Pulso se declarara, y solo cuando se habían despedido en la posada y ella girado hacia su dormitorio, con la mano en la perilla le había pedido perdón por no haberle dicho antes que había conocido a Mailsi y a Kilian... Tras eso se había encerrado en su dormitorio sin mirar atrás... Ty había quedado confundido después de eso, no por el hecho de que ella hubiera conocido a sus padres en esas circunstancias y que lo hubiera callado, sino que con cada día que pasaba sus emociones hacia esa chica se hacían cada vez más caóticas y difíciles de comprender... Había sabido desde siempre que gustaba de ella, pero en cada ocasión que volvía sobre esos sentimientos su pecho dolía como si estuviera en agonía, como si algo se partiera por la mitad y él no pudiera hacer nada para evitarlo... pero... ¿realmente quería hacerlo? Aquella indecisión era lo que más lo afectaba, sentía que moría en cada momento que estaba cerca de Kumiko pero al mismo tiempo que la vida se le hacía más plena... esa dualidad de felicidad y miedo lo tenían al borde del colapso y, lo peor era que... como una polilla a la luz, él seguía acudiendo a ella, aun si, como en ese momento en que su pecho ardía y su respiración se volvía pesada, él no había podido quedarse en su habitación y, ahí de pie, observaba la puerta tras la cual ella se encontraba... Y quería estar ahí... aún si se quemaba en el proceso...

El Legado de Rapsodia (Temporada 2) [Eldarya]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora