Return [Omegaverse]

36. Diálogos

Pov Dorian 

Su mirada es severa con quien se tope, el cambio que tuvo de un día para otro Carlitos es -en parte- natural, sin embargo, no ha dejado de trabajar. 

— No hay diferencia si me quedo en casa preocupado, no tengo idea de dónde buscar — se deja caer en el mueble que hay en mi oficina— además, te prometí que sacaríamos esta empresa a flote.

— Estás agotado, Carlitos —sus ojos están marchitos y ni hablar de las ojeras— Intenté hacer de mi parte y encontré dos cosas.

Se recompuso de inmediato, sus ojos nuevamente despertaron.

— Dime, dime, dime —pide.

— En la cinta de las cámaras de seguridad ha quedado detectado Carl —explico recordando— Y tengo una idea del por qué no quiso hablar contigo. Imagínalo tu mismo.

Mientras pensaba su dedo índice golpe suavemente su barbilla, es un tipo de ritual cuando intenta concentrarse — ¡Ah! —me mira con pesar— No me digas que tiene algo que ver con Nana.

—  Si el chico venía con intenciones de hablar sobre el bebé que espera, lo que sea que haya escuchado de Nana lo detuvo en seco. 

Continúo explicando lo que vi en la cinta, su mano choca con su rostro en varias ocasiones.

— De la única vez que Carl viene a la empresa, justamente ese día se encuentra con Nana. ¡Me llevan los diablos! 

— Ahora —llamo su atención— lo otro.

— Dime, dime, dime —repite.

— Busqué en los terminales los registros de los últimos días —fue asquerosamente agotador ir de terminal en terminal— no pude encontrar nada.

— Supongo que Owen lo tenía bien planeado.

— Pues ni tanto, sí encontré algo interesante. —digo con orgullo.

— ¡Dorian, te mereces el puto universo! —sus ojitos están brillando— Por favor, dime.

— Jamás lo encontraríamos en los registros de los terminales de esta ciudad ya que fue a la ciudad vecina para viajar "sin ser detectado". —además, gracias a la información que me dio Cheiz también pude seguir con mi búsqueda.  — Me dijiste que no confiabas en su amigo —el pelirrojo tampoco me genera confianza— así que busqué los viajes registrados con el apellido Collins. Touché.

— Oh sí —celebraba en su puesto. Tenía una sonrisa de oreja a oreja.

— En definitiva alguien con el apellido Collins le llevó hasta ¡pero me asustas, deja de acercarte tanto! —estaba muy ansioso de escuchar donde fue— Bran Collins, fue quien apareció como comprador de dos puestos.

— ¡Aleluya! —ríe— Ha involucrado a su familia —ríe más fuerte— Lo haré pedazos. —deja de reír mientras ve a la nada con una mirada furiosa. — Dorian, a veces siento que está mal querer asesinar a ese chico pero otras, me satisface el solo pensar que ya no respiremos el mismo aire.

Las personas enamoradas dan miedo.

— Se sabría que fuiste tu y vienen los problemas legales, y blah —intento calmarle— además, harías infeliz a Cheiz y eso no te lo perdonaría Carlos.

— ¡Capto, capto! Gracias por encontrarlo, Dorian. Haz salvado mi estabilidad emocional. ¡Pero dime donde está? 

— Carlos, aún no sabemos si de aquel lugar le hayan llevado a otro, además, pensé que primero querías ver el vídeo de la cámara de seguridad de aquel terminal.