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11. Rendirse

Pov Dorian

La adrenalina cesó, el oxígeno faltaba, lamentablemente este beso debía acabar.

Lo que más me dolió fue que él nunca correspondió ese beso.

Qué horrible sentimiento
Lo sé, él nos odia.
¿Demasiado tarde?
Al parecer.
Desaparezcamos.
¿Espera qué?

Esto afectó mucho a mi alfa, nos dejó abatidos.
Cheiz no ha dicho ni una sola palabra, sólo se mantiene con la vista hacia cualquier otro lugar, sonrojado pero enfurruñado.

— Vaya, en verdad no sentiste nada —dije cayendo sobre él, evitando que sus ojos se encontraran con los míos, no quiero derramar lágrimas.

— ¿Y qué querías?

— Esperanza.

Aún sin verlo puedo sentir su furia, su corazón late muy rápido.

— Dorian. No empujes a alguien fuera de tu vida y luego te preguntes porqué no vuelve.

No quiero estar aquí.
Debemos dejarlo sano y salvo en su hotel.
Lo sé, que sea rápido porque estamos a punto de rompernos.
No quiero seguir.

Pago el taxi, el hombre parecía incómodo por la situación, le ofrecí una disculpa por el desorden y Cheiz no volvió a hablar hasta que entramos al hotel.

¿Aquí acaba? ¿Si hubiese recibido una respuesta positiva a ese beso no me estaría rindiendo? ¿Me voy a rendir?

— Gracias por traerme hasta aquí.

— Fue un placer, Cheiz.

Silencio incómodo.

— Espero que te vaya bien, me voy.

¿Harás algo?
¿Servirá si hago algo?
¿Quieres que tu vida esté llena de arrepentimientos?
Maldición.

— Intenté. Lo intenté. —sus pasos se detuvieron al escucharme.

— Ya basta, Dorian. ¿Qué estás haciendo?

— Más de dos mil días intenté "olvidarte"; hasta ese día que te encontré, estabas cruzando la calle... maldición, ahí la cuenta volvió a comenzar.

— D...Dori... Dorian, basta, por favor, ya no quiero verte nunca más, aléjate de mí. S-Solo vete, si es culpa lo que sentiste alguna vez, ya, ya pasó.

— Soy un pecador, mira, estoy intentando volver a entrar en tu vida y sólo logró hacerte llorar. Me has regalado las mejores sonrisas y te pago con dolor. No sé qué hacer, Cheiz. No sé cómo llegar a ti —mi alfa está acongojado— ¿Por qué me aferro tanto a ti, Cheiz? Me estás rechazando a más no poder, me dejas claro que no quieres estar conmigo pero no puedo quedarme solo viendo como desapareces, otra vez.

— No quería volver a encontrarte justamente por esto. —su aroma era triste, como el mío— ¡Nos dolemos! Significa que vivimos atascados, tal vez ahora podamos vivir de nuevo, ahora que puedo sentir esencias podré casarme, tener hijos —si estás creando planes tan bonitos no deberías estar llorando— hijos que no serán tuy--- tuyos, tú te irás y haremos como que no pasó.

Una lágrima desciende sobre mi mejilla, mi vista se nubla, el solo pensar en Cheiz teniendo hijos de alguna más, me descoloca.

— Lo siento, Cheiz.

— Carajo, no te disculpes.

— No puedo dejar que eso pase, porque, yo no me pienso rendir contigo. —seco mi lágrima y sonrío— Haré que te enamores de mí, esta vez sin trucos.

Su mueca temblorosa me hace querer comérmelo a besos.

— Nos volveremos a ver, hermoso.

Antes de partir, dejo un beso en su mejilla.

Tomaste la mejor decisión.
Lo sé.

🚪

Pov Cheiz.

¿Pero qué diablos acaba de pasar?

Organicemos esto.

Me ha besado. Me ha dicho que me ama. Me ha asegurado que me va a volver a enamorar. Me ha vuelto a besar.

No olvides la parte en que lloró.

Owwwww, me dió lástima, pero cariño, yo he llorado el triple.

¡¿Cómo se atreve a llegar seis años después y ponerme en este estado tan deplorable?!

No olvides la parte en que lloramos.

Es cierto, ambos estábamos muy tristes, jamás pensé sentir el alfa de Dorian así.

Sacudo mi cabeza, salgo del ascensor, en el pasillo está Samuel con cara de mamá preocupada.

— Estoy vivo.

— ¡Madre santísima, Cheiz! —su cuerpo se lanza contra el mío— ¿Dónde has estado? Nos tenías muy, muy, muy preocupados.

— Estaba comprando unos li----- ¡Mis libros!

:) ¿Dónde están?
No lo sé, tú dime.
Se los dejaste al abyecto de Dorian.

— ¿Qué sucedió? ¿Los perdiste?

— Los tiene alguien.

— Espero que ese alguien tenga nombre y número de teléfono, ya que hoy mismo tenemos que irnos.

¡Mis librooooos! :(

— Los perdí —dije rendido.

— Así que desapareciste horas por unos libros, que mágicamente no aparecen —su cara asesina me hizo pegar un chillido.

— No tengo la culpa, Sam.

— Llama a tu amigo para que traiga los libros entonces, de paso conocemos a quien te tuvo horas lejos de nosotros.

— Cambia esa cara asesina, por favorcito. Te lo diré Samuelito, me encontré con Dorian.

— Espera ¿Qué? ¿A qué hora? ¿Estás bien? —su avalancha de preguntas no es dejó procesar las respuestas y solo dije unas palabras.

— Me quiere conquistar.

— ¡¿Qué?! —escuché dos voces. ¡Louis!

Ahora tendré que contarles y revivir este amargo día.

El de la foto, se asemeja al personaje que creé en mi cabeza de Dorian. (Algunas personas querían tener alguna referencia sobre este personaje así que, aquí está)

Gracias por leer 💕 💕💕