65. Lee

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Pov Cheiz

Camino en modo automático, me sé de memoria el recorrido hasta mi hogar y puedo darme el lujo de perderme en mis pensamientos. Mi moto está en el taller gracias a mi hermano.

Respecto a Dorian.

Cuatro meses han pasado desde la última vez que hablamos, supe que salió de la ciudad, así que nuestra despedida tuvo lugar sin siquiera darme cuenta. No he tenido más noticias sobre él, tampoco las pedí, corté comunicación con la fuente más cercana a él, Carl en algunas ocasiones me visita con la condición de no mencionar a los Gómez. Parece muy inmaduro de mi parte, pero si quiero sanar y encontrar la paz que perdí, debo poco a poco ir afrontando la situación; porque al final, el que se quiere ir... se va, sin despedidas, sin último mensaje, sin pelear, solo se larga y ya.

Es obvio que mi omega está destrozado.

Asimismo, sé que con el tiempo mejoraremos, por esta razón retomé mis rutinas de ejercicio y mis salidas, así como van las cosas prácticamente es como si él nunca hubiese vuelto, y es lo mejor. Borraré de mi cabeza el tiempo que pasamos desde que volvió, nuestras salidas, nuestro baile y nuestros errores.

A mi omega le duele ¿y qué hay de mi?

Estoy acostumbrándome a esto, mi meta es seguir como si nada, hasta que llegue el día en que no duela más. Los dos primeros meses... dolieron como el putas. No teníamos un lazo pero me dolió como si lo hubiésemos tenido, bueno, ya no es importante.


El tiempo lo cura todo, es todo lo que necesito.


— ¿Qué tal, bonito? —hace mucho no veía a éste sujeto.

— Daniel, todo bien. ¿Cómo te trata la vida? —sonrío por amabilidad, mi humor no ha sido el mejor desde hace mucho.

— Regular, regular —ahora es él quien sonríe— ¿Vas a casa? 

— Yes —él conoce bien el camino— ¿A dónde ibas, Daniel? —quiero acabar esta conversación.

— Te acompaño, bonito. No tengo idea hacía donde iba, solo estaba dejándome llevar y me topé contigo, apuesto a que es el destino.

No me hables de destino.

— ¿Ah sí? —suelto un intento de risa— Hay una reunión en la casa de Wilhelm ¿vamos? 

Tengo mis compromisos hechos, he memorizado lo que debo, además, mañana mis clases inician a las dos de la tarde, puedo tomar algunos tragos esta noche.

— Apenas es miércoles pero le entro —vuelvo a mover mis piernas— Hace mucho no veo a tu madre, espero que esté en casa.

— Creo que hoy si está.

Daniel es el único de mis ex que mi madre ha aprobado. 

Seguimos caminando y riendo de las estupideces que recordamos, pronto nos encontramos dentro de casa y siendo juzgados por seis pares de ojos.






Urgh, Carlos no tenía que venir hasta aquí.

— Buenas noches —saludos en coro con Daniel.

Dejo a su suerte al chico mientras subo a mi habitación, tiro mi bolso a no sé dónde, cambio mi camiseta y vierto un poco de loción en mi cuello y brazos, al estar nuevamente abajo con todas esas personas suelto un largo (muy largo) suspiro. Ignoro la existencia de cinco personas y me dirijo a mi madre — Saldré.

Return [Omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora