10. Más de ti

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Pov Dorian.

— ¿Ahora soy ridículo? Eso no decías antes.

¡PERO QUÉ RAYOS ESTOY DICIENDO!

— No lo decía por no herir tu 'pequeño' orgullo y ego.

OYE, NO SEAS ASÍ.

— Veo que sigues teniendo una lengua afilada.

SI SIGO HABLANDO LA VOY A CAGAR.

— Obviamente, al menos a mí no me da miedo decir las cosas.

Golpe bajo.

Sonrío incómodo pero no apartamos nuestras miradas, él me ve con una mueca, ve mi mano y siento que la estuviese cortando con la mirada, lo suelto. Él aparta su mano con brusquedad.

Rayos, mis manos cosquillean.

— Toma una foto para que dure más —dice apretando la bolsa.

— Ya lo hice —mentí, sus ojos se entrecerraron y movió sus hombros.

Cheiz.
Lo sé nene, lo sé.

Cerré mis ojos con brusquedad, intenté no perder el control, pero ¿cómo no descolocarme? cuando por primera vez en veinticuatro años mi alfa llamó a alguien por su nombre, sin clasificarlo en omega, mío o nada interesante.
Éste chico siempre ha sido valioso para ambos.

— Veo que enloqueciste con los años, mejor me voy.

¿Lo dejarás ir?
No lo sé, tú dímelo. La última vez que no te escuché perdí la mitad de mi corazón.
Sí lo dejas ir, te arrepentirás.
Esto va a ser complicado.
¿De qué se trata esto si no es complicado?
Wow.

— No te vayas, Cheiz.

— ¿Y pretendes que me quede viendo tu cara? No, ni loco.

— Pero yo sí quiero verte.

Su ceño se frunció, sus labios intentaban dejar salir palabras pero se detenía de inmediato.

— Si quieres verme, sólo busca la foto que me tomaste.

— Han pasado años y sigues igual de hermoso.

— ¿Enloqueciste enserio? Dorian —sus dedos chasquearon frente a mis ojos— reacciona, los pies sobre la tierra o me lo cogen de bobito.

— Cheiz —tomé la postura más seria que tenía— Has cambiado físicamente, estás muy atractivo y eso genera que me sienta embelesado con tú sola presencia.

Hasta yo me sorprendí al ver como sus ojos se abrieron y sus mejillas se tiñeron.

¿Puedo llegar a tú corazón, Cheiz?

— Sé que me defiendo físicamente, gracias por el halago pero no lo necesito. Ahora, tengo que irme.

— ¿Puedo verte de nuevo?

— ¡Já! Con verme dos veces tienes más que suficiente. Agradece que pudiste encontrarme, soy único en mi cla-----

— Lo sé, eres único e incorregible y eso siempre me va a gustar de ti.

Nuevamente recibí un ceño fruncido.

— No quiero volver a escuchar eso, ni nada relacionado con nosotros. —su porte también era firme.

— Veo que me odias a muerte.

— No mereces ni ser odiado, Dorian Gómez.

Me lo merezco, vale.

Return [Omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora