Pov Mitch
— Ya estamos aquí, tranquilízate —Ronroneo cerca a su cuello para que al menos su alfa me escuche.
— Mitch.
Brutal, esa voz ha provocado muchas sensaciones aquí dentro.
— ¿No que no te gustaba éste campesino? —me burlo.
Ahora que le he traído a una habitación de un lugar equis me doy cuenta que se va a poner delicada la vaina.
— Me encanta tu cuerpo.
— Desencantado. El secreto está en no hacer dieta —me está comiendo con los ojos, reconozco esa mirada.— Nicolás, no puedo volverme tuyo.
— ¡¿Por qué no?!
Ahhhhhhh, mis fuerzas. ¿Eso es lo que te gusta, omega?
Nos gusta la mala vida. Mentiras, lo ha hecho sin querer, observa su rostro.— ¡Lo siento, Mitch, no quise!
— No sabes controlarte, ahora no puedo mover las piernas, te odio----
— No digas eso, lo sien------
— Te quedas a dormir aquí hasta que se te pase lo calenturiento, no me importa si tengo que arrastrarme hasta llegar a casa de Dorian, yo me largo.
No era broma, uso mis brazos para avanzar hacía la puerta de la habitación.
— Lo que quieras, te daré lo que quieras pero quédate conmigo.
¿A dónde se supone que nos va a llevar ésta situación? No soy el más inteligente pero sé que sí nos unimos vamos a depender del otro. Lo mínimo sería sentir afecto pero lo único que nos une son las feromonas.
No, no, esto está mal.
Por otro lado, el ha dicho "lo que quieras".
— Me vas a comer si me quedo aquí —susurro.
— Vuelvete mío, estoy desesperado sin poder tocarte. Te daré lo que quieras.
Lo dice en serio. ¿Qué hago? Si huyo solo estaré posponiendo lo inevitable. Además, no es como si me gustara alguien ahora.
— Si me muerdes, patearé tu culo pálido.
— ¡¿En serio?! Te lo agradezco, te compensaré.
— Esto solo lo hago por mí, así que sé gentil.
Desde que le conocí ha sido un arrogante, típico niño de papi y mami, incrédulo del destino que nos unió, ahora, la vista que me da es increíble.
Solo he tenido una pareja en mi vida, nunca me he liado con un alfa y he escuchado que lo tienen muy grande.
¿Y si me parte? No, odio el dolor.¿Y si me embaraza? No, apenas y puedo conmigo mismo.
¿Y si en verdad tiene herpes? ¡Ay, no!
— Ni---Nico —nuestro primer beso.
Sus labios se sienten bien, la arena movediza de la lujuria me está tragando.
— Seré gentil... creo.
— Mejor pensemos bien las cosas ¡ah!
Ya su mano lisa se ha metido entre mi ropa interior.
Me siento mareado, su olor es embriagante, lo adoro — Ni se te ocurra embarazarme.
Advierto finalmente, su sonrisa se ensancha para luego tirar al otro lado de la habitación mi pantalón favorito.
— No soy tan malo como para embarazarte ahora, a cambio, lo haremos dos días seguidos.
— Piedad —chillo.
¿En qué me he metido?
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Muerdo la sábana que cubre mi pecho, su cuerpo sigue entrando y saliendo del mío sin control, vaya que no mentía sobre querer tocarme.
También es cierto que los alfa lo tienen grande, mi trasero apenas y puede recibirlo por completo, a pesar de todo, se siente estupendo.Mi olor mezclado con el suyo estimula nuestro acto, ya es la tercera vez que me anuda y se siente cada vez mejor.
— Mío, mío.
No soy muy partidario a ser propiedad de un alfa, pero, en el fondo se siente bien ser cuidado por alguien.
Asimismo si yo me puedo sentir así, un alfa también puede sentirse bien si un omega le dice que ahora es de su propiedad.— ¿Eres mío, Nicolás? P-------
— Lo soy.
Chu.
Que vergonzoso.
Mejor me pego como una sanguijuela a sus labios para que deje de decir cosas así.
— Delicioso, eres delicioso.
Oh, me ha dado la vuelta, esta posición es la más natural y se siente más profundo su miembro de esta forma.
Los gemidos salen naturalmente, su voz ronca invita a que ponga algo de movimiento con mi cadera; con mi espalda encorvada, boca sobre la cama y manos sobre la cabeza él sigue con sus duras embestidas. Si no tuviese el condón estoy cien por ciento seguro que quedaría embarazado.
— Más fuerte, Nicolás —Su cuerpo está volviendo extraño el mío, cada vez quiero más — Más duro.
El cachorrito obedece y siento como crece ese trozo de carne en mi interior, mi omega está enloqueciendo de placer, estoy cayendo en la misma sensación pero hay una pequeña molestia que no deja que me corra.
Muerde, marca, marca, marca.
No, no, no.— Sé exactamente lo que deseas, mi omega.
— No, ene o, no--- hmn.
No es que pueda pelear mucho cuando ha tocado mi punto dulce.
Mis ojos solo lo buscan a él, aún en esta posición quiero ver sus ojos verdes y sonrisa perfecta.
Muy en el fondo quiero que lo haga, mi omega lo pide, mi olor lo exige ¿y yo? ¿Acaso puedo decidir?— Yo, seré tu alfa, tu único amante, problema, tormenta, arcoíris y destinado.
La corriente en mi cuerpo avisa que me he corrido.
Odio el dolor, sin embargo, al sentir sus dientes corromper mi piel he logrado correrme.
Que embriagante sensación.
Tengo sueño.
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Holaaaaaaaa y adiós.
Capítulo porque ustedes me hacen trabajar como esclava :"vvvv
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Return [Omegaverse]
RomansaC H E I Z ¿Qué un alfa me vea por encima del hombro? Já, no me hagas reír. Un día me quiere y al otro me deja. ¡No jodas! Si te arrastras tal vez piense en escuchar lo que tengas que decir. D O R I A N Resentimiento, arrogancia, celos. Sólo Cheiz...