Podría decirse que era todo perfecto para Dorian, pues iba a hacer las cosas de manera correcta; en cambio, para nuestro animado Carlitos, este cambio hizo que su relación con la secretaria de confianza de la familia se quebrara.— ¡Encontrarás a alguien si te vas mucho tiempo! Todos somos reemplazables, no te vayas, Carlos, no —decía entre lágrimas la mujer con la que el alfa había mantenido una relación de un año y siete meses.
— ¿Pero qué estás diciendo? Eres muy importante para mí, Nana, no digas eso. —el pecho del apuesto chico se sentía apretado.
— ¡¿Cuánto tiempo te irás?! Exacto, mucho, encontrarás a alguien allí, sabes que soy demasiado sensible con el engaño. ¡No te vayas! —su maquillaje se había echado a perder, sus lágrimas descendían mezcladas con rímel.
— Nana, sabes que contigo he sido serio siempre. ¿Acaso no puedes confiar en mí? Porqué yo confío en ti.— sus labios se tensaron, no soportaba verla llorar.
— ¡Dorian es muy capaz, no tienes por qué ir!
— ¡Somos familia y siempre que tomamos una decisión juntos, lo hacemos juntos para que prospere! ¡Mira esto! ¡Es gracias a que siempre tomamos el mismo camino!
— ¡¿Estás diciendo que si tú no vas eso no va a funcionar?!
— ¡Estoy diciendo que los planes que hacemos funcionan a la perfección cuando ambos estamos en la zona!
— ¡Qué lo haga sólo! —la chica ahora gritaba, estaba cegada por el enojo y los recuerdos de sus antiguas parejas, todos le habían engañado. Temía que está situación fuese igual.
— ¡No le dejaré solo! La última vez que lo hice, no tuvo a nadie con quien llorar la pérdida de su padre.
— ¡No es justo! —Nana había explotado, sentía que su propio jefe estaba robando a su pareja.
— Tú no estás siendo justa, esto será temporal, vendré cada que pueda y luego me encargaré de este lugar. —optimista, eso es lo que se le atribuye a la personalidad del joven Carlitos.
— No. No es suficiente. No nos veremos como antes, te enamorarás de otra, me vas a ser infiel. ¡No te lo perdonaré si te vas! ¡Si Dorian se quiere ir, que lo haga! ¡Pero sin ti!
Decepción, tristeza, asombro, todo reinaba en Carlos. No creía en aquella imagen que veía, aquella chica a la que entregó su corazón estaba rompiéndolo. En cámara lenta vió como se quitaba el anillo de compromiso, sus lágrimas descendían al igual que las suyas, cuando sus manos se tocaron pensó en no dejarla ir, ella tan sólo dijo — Esto se acabó.
Así, sin más. Ella tiró a la basura su relación, él no pudo retenerla por mucho que la amara porque a nadie se le obliga a quedarse, por mucho que duela.
Las personas con el corazón roto, con tristeza, rabia, envidia y odio actúan y reaccionan de distintas maneras, Carlos sólo pudo ahogar sus penas en alcohol y durmiendo hasta que tuviese que irse, Nana, en cambio, hizo lo que sus impulsos le obligaban, ella pensaba que sólo había un culpable y si lo tuviese en frente, lo señalaría, Dorian Gómez.
Eran las nueve de la noche y Dorian estaba a punto de irse a dormir, hoy justamente quiso tomar algo de vino, se sentía de ánimo; una llamada le hizo ponerse alerta, contestó con el típico tono serio, su ceño se frunció al escuchar un montón de gritos y disparates.
— ¿Podría hablar claro y decirme quién es?
— ¡A la orden señor Gómez, como gustes señor Gómez, lleveselo señor Gómez!

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Return [Omegaverse]
RomanceC H E I Z ¿Qué un alfa me vea por encima del hombro? Já, no me hagas reír. Un día me quiere y al otro me deja. ¡No jodas! Si te arrastras tal vez piense en escuchar lo que tengas que decir. D O R I A N Resentimiento, arrogancia, celos. Sólo Cheiz...