8.2 De nuevo ★

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Pov Dorian

Las gotas mojaron nuestras ropas, entramos al hogar de mi cliente, Pablo me sostuvo mientras hacía mi deplorable intento de caminar, la madre buscó dentro de casa toallas, ropa y medicamentos.
Me recostaron en la cama de Felipe y según lo que me está diciendo Pablo, dormí muy poco.

— ¿Seguro te sientes bien?

— Seguro, al menos puedo escuchar y moverme.

— ¿Es común lo que te pasó? —Pablo se ve preocupado, está en pijama, no da la sensación que tenga dieciséis.

— Es la segunda vez que lo vivo.

Esta sensación solo la sentí con Cheiz, cuando rompí el lazo y hoy, al reencontrarnos.

Mi omega.
Bienvenido, alfa de mierda.
Qué bien huele.
Alto ahí, es un niño.
Habló el que le hizo eso a un joven de quince.
Se me calla.

— ¿Podrías decirme qué hora es?

— Dos de la mañana.

— ¡Jesucristo! debes dormir.

— Oh, no hay problema, hace un rato Felipe me llamó para que abriera la puerta, así que de una vez pude venir a ver cómo seguías.

— En verdad gracias por cuidar de mi, se supone que yo cuidaría del hermano del modelo por el que vine—que error, lo ideal sería ser impecable al hacer las cosas y ahora no sé ni qué me pasó.

Busco por la habitación alguna señal de mi celular, lo veo en una mesa de noche, intentó levantarme lentamente; mi estómago siente un vacío, el poder sentir los aromas nuevamente es gratificante pero definitivamente tengo que ir al médico pronto, tomó mi celular y le enciendo.

Ah rayos. 35 llamadas perdidas de Carlitos.

Vuelvo a la cama, Pablo me mira preocupado, demonios, odio verme tan mal.

— Hola Carli--------

— ¿Qué ha sucedido? Tuve un mal presentimiento, no contestas el setenta hijuemadre celular, qué susto.

— Carlitos, sucedieron muchas cosas, calma, apenas y puedo volver a escuchar y pensar con normalidad.

Parece que lo que dije lo puso con los pelos de punta, empezó a decir oraciones a la loca.

— Carlitos, lo he encontrado.

— Espera, no me digas que está en México.

— Así es, no sé porqué está aquí pero, carajo, lo ví de nuevo y me siento horrible.

— ¿HORRIBLE? —Carlitos aún debe estar en la oficina, se escucha la máquina del café al fondo.

— Así es, me siento horrible porque no pude siquiera tocar su rostro, Carlitos, él está más hermoso que la última vez.

— Dorian, estás perdidamente tragado de él.

— Lo aprendiste cuando fuiste a Colombia ¿Verdad? —esa palabra la escuché en boca de los chicos del avión— Pues aún estoy tragado de Cheiz Thompson.

— ¡Waaaaaaa lo sabía! —me reí bajito— Ejem, digo, lo sabía.

— Perdiste lo varonil hace años —bromeé.

Hablamos por quince minutos, le expliqué lo que sucedió, incluído mi penoso estado de inservible; Pablo me trajo medicamentos y se fue a dormir cuando yo estaba a punto de dormir.

You are the sun and moon and stars are you.
And I could never run away from you. You try at working out chaotic things
And why should I believe myself not you? ♪ — No he dejado de amar al hombre que abandoné hace seis años.

Return [Omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora