La sensación desesperante no abandonaba el cuerpo del nuevo amigo de nuestro protagonista, una mala noche genera un mal inicio de día, por ello, alrededor de las nueve de la mañana el pelirrojo se dirige a la clínica para visitar a su olvidadizo amigo y a la vez desechar el recuerdo fresco de la situación que había vivido el día anterior.
— Me siento agotado — dice para sí mismo con un notable desaliento.
Instantáneamente su acción desencadenó la escena de ayer se recreara en su cabeza, Mitch no tenía idea del peligro que le rodeaba.
Curiosamente aquella situación hizo que además miedo, desarrollara cierta antipatía por los varones -sobre todo alfas-.
Sin embargo no es como si los alfas fueran mayoría en aquella ciudad, así que no habría problema.
Dorian y Carlos son alfas, genio.
No tuve problema con Carlitos ayer, supongo que ellos serán mi excepción.Mitch podía ser no muy alto, un omega y sobre todo un hombre de campo, pero la resiliencia que posee logrará que supere las circunstancias poco divertidas, tal como lo hizo con su ex pareja.
Las miradas lanzadas por algunos en su cuerpo no pasan desapercibidas por él, "nada de qué morirse" piensa y sigue con su camino.
Las sandalias que había comprado aún eran extrañas para sus pies, haciendo que una sensación cosquillosa le hiciera sonreír cada tres pasos, su sonrisa impecable e inocente hacía que otros se contagiaran del buen ánimo... sin lugar a dudas Mitch irradia una buena vibra por donde pasa..
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En cierto pasillo podemos admirar la figura del mayor de los Sleencer, su angelical rostro se veía atrapado en una máscara de ira, el diseñador no tenía noticias de su amigo y a la vez jefe, sabía que los medios nunca dirían la información correcta y por ello intentó contactar con la mano derecha de su amigo, es decir, Carlos Torres.
Para su malestar, el mencionado no atendió ningún llamado o mensaje, para éste momento, ya habiendo pasado más de doce días sin saber de Dorian tras su accidente, era hora de ir por si mismo a comprobar el estado de su amigo de tragos.Los doctores parecían estar influenciados por Carlos, no soltaron ni el más mínimo dato y esto hizo que su ira creciera, ahora tendría que usar métodos más problemáticos.
Con su apariencia elegante, su tono de voz y su imponente olor engatusó a una de las jefes de enfermería, la chica con tan sólo uno de sus cercanos susurros dijo lo necesario para que el rubio dejara un beso en su mejilla y desapareciera, justo como un ángel.
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El aire acondicionado choca con cabellos rubios y rojizos, sus pisadas parecieran ser planeadas por ambos hace tiempo, a pesar de dirigirse hacía el mismo lugar han tomado una ruta distinta pero, esto no quita el hecho de emplear la misma rapidez, tener el mismo movimiento involuntario -morder su lengua con su colmillo derecho- mientras caminan y tararear celebrando un logro que sólo ellos entienden.
Los segundos de tranquilidad en la vida de dos jóvenes varones estaban finalizando y ellos sólo tarareaban acercándose poco a poco a la fuente de lo que volcará sus vidas; una cabeza roja entra en el campo de visión del francés, su forma de vestir era llamativa, tanto como su olor.
El omega sintió la misma mirada que en la calle, sólo suspiró intentando llegar más rápido a la habitación para tirarse sobre su amigo, no tenía intención de fijarse en quien pronto le tomaría del mentón para tener un mejor vista de su cuerpo.La coordinación de los destinados acertó nuevamente, a la vez los cuerpos sintieron el vibrar de su compañero, su esencia entró como un viejo amigo a sus fosas nasales y abrazó su racionalidad; el alfa conocido por su desinterés y malicia actúa impropio a su personalidad, lanza sus orbes verdes sobre el cuerpo del chico del overol y lo atrapa con su mano en un agarre propio de un diseñador.
El menor tensa cada parte de su cuerpo, la sensación desconocida hizo que sus alarmas se activaran, su omega saltaba en su sitio emocionado, sin entender el pelirrojo gruñe ante el contacto. La desconfianza que nació por la aterradora situación de hace un día le hizo retroceder aún más y reprimir como le fuera posible su olor.Las paredes presencian el encuentro de dos almas unidas por el destino.
— ce n'est pas possible.
Alfa y omega reconocieron su olor, ahora no podrían olvidarse por nada del mundo; Nicolás y Mitch evitaron el contacto visual, aún asimilaban con dificultad lo que sucedía.
"Los destinados son un mito creado para el comercio, los libros y esperanza" se repetía el rubio escéptico. No era posible que su destinado sea alguien tan poco elegante, tan pequeño y esquivo.
— No entendí lo que dijiste, pero la tuya por si acaso.
— Vulgar —aún el idioma era un reto, su nacionalidad francesa ayudaba bastante en ciertos casos pero al mudarse a la ciudad tuvo que aprender el idioma español. Lo tenía dominado pero el pelirrojo hablaba demasiado rápido y no tenía aspecto de ser un chico de ciudad.
— Tsk —con una peculiar fuerza de voluntad se aleja del cuerpo del alfa para seguir con su camino, su omega gruñó y él al omega. Mitch no dejaría que pasara esto.
— No puedo aceptar esto —consternado, el rubio le sigue con la mirada. — Un chico como tu no puede ser mi destinado. —el omega de Mitch se ve afectado ante las palabras dichas.
— No he pedido que aceptes nada, no seas arrogante alfa mierdoso. —ésta es la primera punzada que siente el corazón del mayor de los Sleencer.
— ¡No me hables de esa forma!
Vaya que la situación empeora con el paso del tiempo, al igual que la temperatura de ambos; como destinados debían enlazar sus almas a través de la marca de inmediato.
¿Dejarán que eso pase?
— ¡Te detesto, odio a todos los alfas! —un nuevo récord de punzadas se estableció en la vida del francés.— ¡No vuelvas a tocarme!
Nuevas sensaciones recorrían al omega, pronto dejaría salir todo lo que sentía y con un desconocido que el universo proclamó como destinado.
Chu
¿Qué mejor que un beso para mejorar el ambiente?
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Holaaaaaa y adiós.
Los destinados tendrán que pelear, quieras o no ùwú
Los amito
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Return [Omegaverse]
RomanceC H E I Z ¿Qué un alfa me vea por encima del hombro? Já, no me hagas reír. Un día me quiere y al otro me deja. ¡No jodas! Si te arrastras tal vez piense en escuchar lo que tengas que decir. D O R I A N Resentimiento, arrogancia, celos. Sólo Cheiz...