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42. Lágrimas

CAPÍTULO LARGO PORQUE ME GUSTAN RESTO SUS COMENTARIOS UwU

Pov Carlos

— ¿Qué harás? —cuestiono viéndole con una sonrisa burlona— Me gustan las lágrimas de los hombres que se creen duros —me acerco a su rostro y esbozo la mejor sonrisa, él me ve asustado— Te dije que lo mejor era que confesaras antes que llegara otro con la información.

— ¡Entonc-------------

Le propino un puñetazo en el estómago — ¿No ves que tienes todas las de perder? No seas engreído —no puedo dejar de sonreír, y menos cuando veo como esos ojos me ven con odio. Que conste que se lo advertí la última vez que lo vi.

— ¿Qué haces aquí entonces? Ve a buscarle y arregla la situación.

— Que inteligente, no lo había pensado —digo sarcástico— Idioooota, obviamente iré luego de encargarme de ti.

— ¿Qué quieres? —gruñe.

— No puedes ofrecerme nada valioso, ni lo necesito —digo meneando la mano— y lo único que te pedía, lo ignoraste.  —traga saliva con mis palabras.

— Entonces no sé qué pretendes conmigo.

— Arrodíllate —abre sus ojos como platos, me ve incrédulo y negando con su cabeza pelirroja— ¿Seguro?

— Antes muerto —gruñe.

— Eso se puede arreglar —sonrío lobunamente.

— ¡¿Qué?! ¡No hablas enser------

Abofeteó su pálida mejilla — ¿Quién te crees que eres para venir a gritar? Escoria —escupo mis palabras mientras siento calidez en mi mano, le he pegado fuerte.

— Sólo quería que estuviese en un lugar seguro, él planeaba irse sin decirle a nadie —se defiende.

— Shhh, esas palabras tuvieron su espacio para ser dichas —le recuerdo— Estuvimos en casa de Cheiz y te hiciste el tonto, mala decisión querido cabeza de pimiento.

— Soy su amig-------

— Creo que te dejé muy en claro en lo que te convertiste, no uses la etiqueta de "amigo" cuando el poder te ha hecho hacer cosas tontas. Pero no vine a eso, vengo a que me digas qué prefieres. ¿Que la policía sea escandalosa cuando lleguen a la puerta de la casa de tus padres o los prefieres silenciosos como si fuese parte de un operativo de riesgo?

— Carlos, por favor, ya le has encontrado, no se qué más quieras. ¡No le han hecho daño, mi familia le ha tratado bien!

Recuerdo las palabras de Dorian, sé que haré pero este niño merece ser sacudido.

— Me importa una mierda —digo desinteresado— me pregunto cómo vivirás tu vida viendo como tus padres caen por la presión social, no, no, todo iniciaría en sus trabajo, los echarán, luego serán señalados —voy enumerando con mis dedos, me siento increíble con tan solo ver su rostro cubierto de lágrimas— seguido tendremos una cucharadita para tu cómplice hermano —cómo olvidar a ese chico— él ha sido quien se lo ha llevado, se atrevió a tocar a mi preciado Carl y por ello, tengo algo especial para él.

— Eres un infeliz, espera, ¿qué hay de mi?

— Ver la desgracia de tu familia será un deleite y es más que suficiente. Dime Owen —creo que parezco un psicópata al no dejar de sonreír por la situación— ¿Cuánto crees que duren tus padres y tu hermano al no ser contratados ni tomados en cuenta por la sociedad? —su rostro tomó el color de su cabello.