Habíamos llegado a casa, todos estaban agotados, y digo estaban porque yo aún tenía energía, aunque estuviéramos mucho tiempo caminando de un lado para otro.
Katy había conseguido en un puesto de tiro un enorme peluche con forma de delfin, al que rápidamente le había puesto de nombre Serafin.
Joshua había comido de todo allí dentro: helados, algodones de azúcar, caramelos creo que se dejó todo su dinero al comprar tantos dulces.
Marshall llevaba un sombrero algo extraño que le había comprado a un señor muy amable que andaba por la feria.
Y yo, bueno, yo venía repleta de chucherías y también venia muy llena porque había comido dulces al igual que Joshua aunque no tantos como el.
Me encontraba tumbada en mi cama, mientras veía cualquier cosa en la televisión. Estaba demasiado aburrida y ahora no ponían nada bueno digno de mi atención.
Decidí bajar hasta la sala, para ver si alguno de los chicos querían hacer algo; pero cuando ya estaba abajo me di cuenta de que todos estaban durmiendo o ya habían salido sin decir nada.
Pensando que estaba sola en casa, puse en la televisión del salón un karaoke que teníamos Katy y yo para las pequeñas fiestas que hacíamos en casa, pequeñas porque solían ser de cuatro personas contadas y no hacíamos mucho alboroto.
La primera canción que apareció en la pantalla fue I Wanna Go de Britney Spears.
- Lately I've been stuck imagining, what I wanna do and what I really think, time to blow, out. - Cantaba mientras me movía de un lado a otro, tropezando con varias cosas que habían tiradas por el suelo.
- Be a little inappropriate, 'cause I know that everybody's thinking it when the light's, out. Shame on me, to need release, uncontrollably... - antes de comenzar a cantar el estribillo de la canción, un ruido captó mi atención. La puerta principal estaba abierta, dejando ver delante de ella a Marshall riéndose.
En seguida me puse roja como un tomate. Él seguía con su sonrisa mientras yo apagaba la televisión, dejaba el micrófono en el sofá y me acercaba a él.
Cuando me puse enfrente de Marshall, le miré alzando las cejas.
- ¿Se puede saber qué ha sido eso? - había parado de reír, pero después de preguntarme eso, comenzó a reír de nuevo y más fuerte que antes.
- Estaba aburrida, ¿sí? Y fue lo único que se me ocurrió para hacer, no tiene tanta gracia, idiota. - no pude contenerme y reí yo también.
- ¿Que no tiene gracia? Bel., estabas cantando, o bueno, chillando a todo pulmón mientras bailabas exageradamente. Si eso no tiene gracia, entonces me he vuelto loco completamente.
- Será que sí te has vuelto loco, yo no lo veo tan gracioso. - él me miró con diversión y con cara de 'no te creo'. - Está bien, quizá si ha tenido algo de gracia, pero sólo un poco.
Me adentré de nuevo en la sala y después fui hacia la cocina, seguida por Marshall. Abrí el refrigerador y saqué un bol de helado de fresa. Tome una cuchara de uno de los cajones, abrí el bol y empecé a comerme el helado.
- ¿Piensas estar todo el día mirando cómo como helado? ¿No crees que será aburrido? - le pregunté a Marshall de forma burlona y con una sonrisa en la cara él se acercó a mí y me arrebató la cuchara.
- Estaba pensando es que extrañaba mucho tus locuras, Bel. - buscó mi mirada al ver que yo agachaba la cabeza algo nerviosa.
- No fui yo la que echó todo eso a perder, Marshall-
- Esto es muy difícil para mí, hay cosas que debería de explicarte y de decirte, pero no sé cómo, me da miedo tu reacción. Me da miedo que te alejes de mí de nuevo.
Le miré con los ojos algo más abiertos de lo normal, él dejó escapar una pequeña risa que fue música para mis oídos. Durante estos días que Marshall llevaba aquí, no me había fijado en lo mucho que había cambiado. Ya no era un niño y eso se notaba en sus facciones, aunque aún podía distinguirse esa alma de niño travieso que él tenía desde que lo había conocido.
Debo decir que se parecía bastante a Katy, no sólo en el físico, sino también en la personalidad. Ambos eran unos locos sin remedio que sabían muy bien cómo hacerte sonreír sin ningún esfuerzo. Tenían esa personalidad alegre, nunca dejaban de reír, aunque pasara de todo lo peor.
Eran primos, pero más parecían hermanos; tan parecidos, pero a la vez tan diferentes a la hora de hablar del amor. Marshall era un completo desastre con las chicas, yo tenía experiencia. Y Katy, Katy se entregaba completamente cuando estaba enamorada, aunque sabía que algún día le podrían romper el corazón, ella vivía los días uno a uno, sin prisas, sin pensarlo.
- Te he extrañado tanto Bel., aún me odio por haberte roto el corazón y no sabes las noches que he pasado en mi cama despierto pensando si ya me habías olvidado, si ya tenías a alguien más, si ya no te acordabas de nuestros besos, de nuestras muestras de cariño, de nuestros días de pasión. Demonios Bel., fui un imbécil al dejarte ir, pero ten por seguro algo: esta vez, no te dejaré escapar tan fácilmente.
- Marshall.. -no sabía qué decir, me había dejado de piedra. Mis Lágrimas amenazaban con salir, me estaba acostumbrando a llorar cada vez que él me decía algo de este tipo.
Mientras pensaba en qué decirle, él no me dejó oportunidad y puso uno de sus dedos en los labios, callándome.
- No hace falta que digas nada, sé que esto para ti es muy difícil y no tengo ningún derecho para venir aquí a decirte todo esto cuando he sido un completo idiota. Sólo busco que olvides todo lo malo, que puedas superar todo lo mal que te llegué a hacer sentir. Quiero, que al menos, podamos ser amigos, poder tenerte cerca; poder abrazarte de nuevo..
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Y ahora vuelvo a enamorarme de ti.. {Terminada}
FanfictionPrólogo: A veces en la vida los recuerdos dolorosos vuelven, esos recuerdos que han dejado una huella importante en nosotros. Cuando crees que has olvidado ese suceso que te ha roto en pedazos, de repente, vuelve a tu vida con una velocidad sobrehum...