Capitulo 80 (Penúltimo Capitulo)

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- Bel, ¿alguna vez pensaste que tu vida sería así?

La pregunta de Katy me hizo pensar durante un gran rato. Nunca imaginé ser tan feliz, principalmente porque la vida no me había dado razones para éso. Después de que Marshall me dejara, pensaba que me quedaría sola con cuarenta gatos a los cuáles les pondría nombres ridículos e infantiles....

Tampoco pensaba tener hijos. Nunca me creí buena madre, siempre pensaba que los niños me tenían manía. Cuando era más joven, pensar en formar una familia simplemente me daba escalofríos. Y cuando mi madre me compraba bebés de juguete, siempre se me terminaban rompiendo por no cuidarlos bien y por éso pensaba que no sería una buena madre.

- Nunca imaginé estar así de feliz. - Dije mirandola a Katy, la cual se acariciaba la panza levemente. - ¿Aún no te has decidido?

- No. - negó con la cabeza. - Tengo miedo de no poder hacerme cargo de un bebé. Estoy aterrada. Sabes que nunca me he llevado bien con los niños.

- Eso mismo pensaba yo Katy. Pero mírame ahora, lo hago bien. Al menos, lo mejor que puedo. Y tú no serás menos amiga. Te he visto miles de veces con Adam y lo cuidas como si fuera tu propio hijo, ¿en serio crees que lo harás mal?

- No lo sé Bel. Yo no soy tan fuerte como tú.

- Por éso mismo yo te ayudaré. - agarré su mano y ella me abrazó fuerte. - Todo saldrá bien, pero primero tienes que estar segura de que quieres tener un hijo.

- Quiero. ¡Claro que quiero!

- ambas reímos.

..............................

Al día siguiente me llamaron del trabajo para comenzar ya. Las remodelaciones ya habían terminado, por lo que ya podía ir a la oficina. El primer día fue de lo mejor, todos se comportaban amables conmigo y la verdad, pensaba que no serían así.

Lo único que tenía que hacer allí era pasar llamadas, papeleo y alguna que otra cosa más. Era cansador pero el esfuerzo valía la pena. Una vez salí del trabajo, busqué mi coche y conduje hasta casa. Conducía rápido ya que el sueño podía conmigo. Llegué y aparqué en el pequeño garaje.

- Mira quién ha llegado Adam, es mamá. - Marshall sujetaba a Adam en brazos mientras lo acunaba de un lado a otro.

- Se supone que ya debería de estar dormido mi pequeñin - susurré al ver cómo Adam cerraba sus ojos poco a poco.

- Queríamos esperar por ti.

Marshall me besó levemente mientras ambos agarramos fuerte a Adam. Él comenzó a reírse y lo miré enternecida. Sus pequeños ojos celestes brillaban con intensidad y su sonrisa con pequeños dientes aún sin salir, le daba un toque aún más tierno. Marshall tenía una mueca de orgullo en su cara al mirar a Adam.

- Será mejor que lo llevemos a dormir. Tú y yo tenemos otras cosas que hacer. - el tono de Marshall en esas palabras me pusieron un poco nerviosa.

- ¿A qué te refieres?

- Ya lo sabrás. - respondió mientras subíamos las escaleras para acostar a Adam.

- Me das miedo Mathers. - reí nerviosamente después de que entramos a nuestra habitación.

- Bel, me dijiste que sí querías tener otro bebé Creo que deberías comenzar ya, ¿no crees? - me sonrojé notablemente y Marshall me abrazó riendo. - Sabes que lo digo sólo para hacerte sonrojar. Pero si quieres.. - le di un golpe en el pecho, haciendo que él riera de nuevo.

- Eres un imbécil, ¿te lo he dicho ya?

- Millones de veces, mi amor.

...............

El teléfono sonaba descontrolado. Me quejé mientras rodaba por la cama, chocando con el cuerpo de Marshall Abrí mis ojos lentamente y lo vi plácidamente dormido. Me incorporé en la cama y me levanté, bajando a la sala donde el teléfono reposaba. Descolgué malhumorada.

- ¿Quién eres a estas horas y por qué molestas?

- ¿Así le hablas a tu madre? - abrí los ojos de golpe y me mordí el labio inferior, buscando una respuesta.

- Mamá, hola. Lo siento, sabes cómo me pongo cada vez que me despiertan de golpe, perdona.

- No importa cariño. Marshall me llamó ayer para darme una noticia, quiero saber qué me dices tú.

- ¿Qué noticia? - escuché una risita detrás de mí. Me giré y vi a Marshall con Adam en brazos. Le fulminé con la mirada al darme cuenta de lo que se trataba.

- Me ha dicho que quieren tener otro hijo. Bel, ¿estás segura?

- Claro... mamá. ¿No te parece buena idea? - pregunté nerviosa.

- No lo sé Bel. Aún eres muy joven para tener otro bebé. Creo que deberíais esperar un poco de tiempo, ¿no crees?

- La verdad es que tienes razón. Ha sido todo muy precipitado y he visto que Marshall tenía mucha ilusión, por lo que dije que sí.

- Tengo que colgar Bel. Pero piensa bien las cosas hija, aún son unos niños.

- De acuerdo. Mándale saludos a papá, te amo. - sonreí levemente.

- Y yo a ti hija, adiós. - mi madre finalizó la llamada y yo me giré para ver a Marshall dándole de comer a Adam.

Me acerqué a ellos y ayudé a Marshall, ya que se estaba manchando entero con el puré de Adam.

La mañana se pasó rápido y yo no sabía cómo decirle a Marshall que quería esperar. Me daba miedo su reacción y temía que se enojara conmigo.

Durante la tarde, Marshall y yo nos fuimos a pasear con nuestro pequeño por el parque que había cerca de casa.

Por iba distraída, pensando en alguna forma de decirle a Marshall. Él notó mi ausencia y me abrazó por la espalda, apoyando su cabeza en mi hombro mientras mirábamos a Adam jugar con otros niños.

- ¿En qué piensas Bel? - me preguntó y me puse aún más nerviosa.

- He hablado esta mañana con mi madre. Me ha dicho que.. Bueno.. Deberíamos esperar para tener otro hijo.

- ¿Tú quieres esperar? - me giró para que yo quedara frente a él.

- Creo que tiene razón. Somos muy jóvenes aún Marshall. Podemos esperar unos años, no demasiado. Acabamos de ser padres hace casi un año. Aún no estamos preparados para pasar por lo mismo de nuevo.

- Tienes razón amor. Te amo. - Dijo y besó mis labios dulcemente.

Te amo - Susurre.

Y ahora vuelvo a enamorarme de ti.. {Terminada}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora