Capitulo 56

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Ambas corríamos todo lo que nuestras piernas daban. Cada vez parecía como si el patio de la universidad estuviera más lejos, no llegábamos nunca y yo estaba de los nervios.  Y aunque me negaba a creer que Marshall había venido aquí, simplemente para pegarse con Tyler estaba enojada con él por ésto, no merecía la pena hacer tanto escándalo.

Supe que llegamos, porque en el centro del patio había una bola de gente, todos gritando; apoyando a alguno de los dos chicos, o simplemente mirando. Nos acercamos un poco más y pude ver con claridad cómo Marshall era sujetado por un par de chicos. Estaba ensangrentado, su labio inferior parecía estar roto y tenía un moretón en el ojo izquierdo.

- ¡Marshall! - escuché a Katy gritar, aunque no prestaba mucha atención. Mi mirada seguía puesta en el ojiazul, mirándole con tristeza, angustia y enfado. - Bel, será mejor que nos llevemos a Marshall de aquí, ahora.

- ¡Bel! ¡No entiendo cómo puedes juntarte con alguien como él! Sabes que soy mejor!- me gritó Tyler desde el otro lado, mientras era sujetado por un chico y un profesor. Le miré con rabia.

- No eres el más indicado para decirle eso, ¡déjala en paz! - Dijo mientras intentaba liberarse de quienes lo sostenian la voz de Marshall era entrecortada, por su respiración agitada.

Puse ambas manos en mi cabeza y suspiré.

- Vamos Katy, no aguantaré más tiempo aquí y menos, así.

Nos acercamos a Marshall, el cual nos miraba detenidamente. Los chicos que le sujetaban, lo soltaron y la gente empezó a dejar el lugar. Marshall se limpió el labio lleno de sangre con la manga de su camiseta y escupió al suelo. Katy entrelazó nuestros brazos, y con su brazo libre agarró a Marshall. Los tres nos metimos en mi coche y lo arranqué para ir a casa.

- ¿Por qué empezó la pelea? - preguntó Joshua mientras traía cuatro vasos con agua. Él ya sabía toda la historia con Tyler.

- Yo fui para hablar con él, para decirle que se alejara de Bel y no le hiciera daño. Pero se empezó a poner molesto diciendo cosas y ya que no pude controlar  la rabia le pegué.

- No me puedo creer todo ésto. - murmuré mientras me levantaba del sofá. - Las cosas se les han salido de las manos.

- Bel, Tyler es una persona muy diferente a la que te hizo creer que era. No sabes hasta qué punto puede engañarte. ¡Quiere tenerte para él como sea!

Bufé y subí las escaleras hasta mi habitación. Al llegar, me acosté en mi cama y suspiré cerrando los ojos.

No me podía creer todo lo que estaba pasando. Nunca me imaginé que mi vida cambiaría tan de repente, desde que Marshall llegó. Antes no era feliz completamente, pero lo intentaba. Pensaba en Marshall de vez en cuando, pero ahora que había entrado en mi vida de nuevo.. Todo estaba patas arriba.

El sonido de la puerta abriéndose me sacó de mis pensamientos. Marshall se asomó por la puerta, con media cara de dolor por su labio roto. Se acercó a la cama y se sentó despacio a mi lado, apoyando la espalda en el respaldo. Tomó mi mano con una de las suyas y entrelazó nuestros dedos. Miré sus ojos y supe que me había perdido en ellos de nuevo. 

- Lo siento. - susurró mientras me quitaba una pequeña lágrima que se había deslizado por mi mejilla.

- No lo sientas, intentas protegerme, pero aún yo no puedo entender qué pasa.

- Tyler es un maldito infeliz que cuando empezó a obsesionarse contigo, te seguía a todas partes y eso no lo sabias pero yo si, hasta lo descubrí persiguiéndote por la calle, un día que tú y yo habíamos quedado. Bel, tu sabes que no te diría todo ésto si no fuera cierto y si no me preocupara por ti. Él está loco, loco por querer tenerte siempre a su lado, pero no para cosas buenas. La última vez que le vi, había ido a su casa y su habitación estaba repleta de fotos tuyas, sacadas en la calle y de por ahi que vaya a saber de dónde las sacó.

- Y yo que pensaba que era una persona normal.. (Realmente no podia creerlo, Tyler era una maniatico)

Nos quedamos mirando el uno al otro, sin pronunciar ni una palabra. Marshall empezó a acercarse más a mí, mientras con uno de sus brazos me agarraba por la cintura y me juntaba a él.

- Te amo Bel. - susurró sobre mis labios antes de juntarlos son los suyos. Me acerqué aún más a él, poniendo mis brazos alrededor de su cuello, intensificando más el beso y cuando nos separamos, juntamos nuestras frentes e intentamos tranquilizar nuestras respiraciones. Abrí los ojos lentamente y rocé mi nariz con la suya y reí levemente. 

¿Ahora en dónde nos dejaba esto?

Y ahora vuelvo a enamorarme de ti.. {Terminada}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora