Mi teléfono sonaba haciéndome despertar repentinamente. Puse una de mis manos en mi frente; ya que me dolía horrores la cabeza, y con la otra mano busqué el teléfono hasta que di con él. Descolgué, aún con la mano en la frente y lo acerqué a mi oreja.
- ¿Quién eres a estas horas? - mi voz sonó angustiada, ya que había mirado el reloj y marcaba las 6 de la mañana.
- Cariño, esos no son modales. - la otra persona rió. Supe, en el momento, que era mi madre. Últimamente me llamaba mucho, empezaba a preocuparme.
Me incorporé en la cama y bostecé antes de hablar.
- ¿Ha pasado algo, mamá? Nunca me habías llamado tantos días seguidos.
- No, mi amor, es solo que te quería avisar de una cosa.
- ¿Y no podías mandarme un mensaje? ¡Mamá! Por dios, son las seis de la mañana. - me tapé los ojos y dejé escapar un quejido. Al parecer, a ella le hacia gracia, ya que rió. - No tiene gracia, madre.
- Ya, Bel; lo siento. Había olvidado tu mal humor por las mañanas.
- Tengo mal humor, cuando me despiertan sin razón alguna tan temprano. ¿Podrías decirme a qué se debe tu llamada?
- Está bien. Recuerdas que te había dicho que tus tíos vendrían a visitarnos, ¿verdad? - ajam. conteste. - Pues, como no te había dicho quiénes venían, pues te lo diré ahora ya que me corre prisa.
- Mamá, al grano por favor.
- Tus tíos Adam y Lauren son los que vienen, vendrán también con sus hijos, no sé si te acuerdas de ellos: Sam y Emily.
- Claro que los recuerdo. Pero, ¿eso qué tiene que ver conmigo? - pregunté ansiosa, mi madre suele dar mucho rodeos a las cosas.
-bueno bel., ustedes.. tienen alguna habitación libre, ¿verdad? - ante esa pregunta, abrí mucho los ojos de golpe.
- Mamá, ¿qué has hecho?
- Perdón hija pero es que, como Sam y Emily no conocen a nadie aquí y tú no estás, pues les he dicho que vayan allí, así que llegaran esta tarde. Bueno ya tengo que colgar, mi amor, te amo y gracias. - dijo todo eso rápidamente y antes de poder quejarme, colgó.
- ¡Mierda! La mato, juro que la mato.
- Oye Bel, cuéntanos algo sobre tus primos, no sabemos nada de ellos y van a estar aquí durante un tiempo largo no? - me dijo Katy, mientras todos nos sentábamos en el sofá de la sala y poníamos alguna película. Les había dicho que ellos se quedarían unos días con nosotros asi que Marshall dormiría con Josh, ya que no teníamos habitaciones suficientes.
- Pues.. Sus nombres son Samy Emily, él ahora debe de tener unos veinte años o así y ella quince, creo. Hace muchísimo tiempo que no los veo, así que ya no me acuerdo de cómo son. - todos reímos.
- Así que, un chico de veinte y una niña de quince.. Esto será divertido.
- ¿Qué piensas hacer, Katy? - le preguntó Joshua, con el semblante serio, a lo que yo percibí como: celos.
- No pienso hacer nada, solo que con más gente aquí, quizá será todo más divertido. - respondió ella, a lo que yo la miré con los ojos entrecerrados; no me creía nada de lo que decía, Katy tramaba algo, y puedo asegurar que no era nada bueno.
- Oye, Bel., sobre lo del otro día, ¿qué te parece si esta noche hablamos? - susurró Marshall en mi oreja, aprovechando que Joshua y Katy estaban distraidos.
- Claro, necesito que me aclares muchas cosas. - me giré hacía él y le sonreí. Y Marshall, aprovecho y me dio un beso corto en los labios, haciéndome sonrojar.
El timbre sonó, haciendo que todos miráramos a la puerta. Pero ninguno se dispuso a ir a abrirla, por lo que yo me levanté del sofá y fui a abrirla, encontrándome detrás de ella a mis primos, aunque no los reconocía, supuse que eran ellos.
- ¿Bel.? - salí de mi trance al escuchar la voz de Sam. Había cambiado mucho: tenía su pelo moreno corto, aunque algunos mechones se le caían por la frente. Estaba muy alto, demasiado, y se había puesto fuerte. Sus ojos verdes relucían gracias a la luz que desprendía el sol. Según recuerdo, jugaba al baloncesto, así que no me sorprendió su aspecto de atleta.
- Sí, yo soy yo. Pero pasen, chicos, pasen. - Sam entró primero a la casa, dejándome a mí delante de una niña más baja que yo. Tenía el pelo rubio. Pude ver que sus uñas estaban pintadas de un color rosa y tenían dibujitos de flores. Me miraba con cara de pocos amigos, hasta que pasó dentro de casa dándome un empujón con su hombro.
- Genial, esto empieza muy bien.
Cuando me adentré de nuevo a la sala, Sam ya estaba hablando animadamente con Joshua y Marshall, mientras Emily estaba sentada sola mirándose las uñas. Katy se acercó a mí y me dio un golpecito en el brazo.
- Así que esos son tus primos, ¿ah? Lo que yo decía, será divertido. - me sonrió para luego dirigirse a los demás. - ¡Eh, chicos! ¿Qué les parece si esta noche vamos a algún bar, para darle la bienvenida a estos dos?
- No creo que sea buena idea, Emily tiene quince años y no sé si la dejarán entrar.
- No te preocupes por eso Sam, Bel y yo nos encargaremos de eso.
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Y ahora vuelvo a enamorarme de ti.. {Terminada}
FanfictionPrólogo: A veces en la vida los recuerdos dolorosos vuelven, esos recuerdos que han dejado una huella importante en nosotros. Cuando crees que has olvidado ese suceso que te ha roto en pedazos, de repente, vuelve a tu vida con una velocidad sobrehum...