Capitulo 54

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Necesitaba saber el misterio que Marshall escondía sobre él y Tyler. Cada vez más y más preguntas se juntaban en mi cabeza y me volvían loca; al no haber respuesta.

Salimos del restaurante, yo ansiosa por saber la historia, él estaba relajado. Quizá necesitaba decirle a alguien lo que había pasado, quizá le iba a venir bien contarlo.

Llegamos hacia donde había aparcado su coche y me abrió la puerta del copiloto, después entró él.

Me acomodé en el asiento y le miré, incitándole a empezar esa larga historia que me tenía ansiosa.

- No sé cómo empezar - suspiró mientras recargaba su cabeza en el respaldo del asiento. Se frotó la sien con los dedos y volvió a suspirar. - Antes de que tú y yo saliéramos juntos, Tyler era mi mejor amigo. Estábamos todo el día pegados el uno al otro, nos apoyábamos en todo y casi nunca peleamos. Cuando Katy nos presentó a ti y a mí, ese mismo día había quedado con Tyler y cuando se fueron, él te vio. - dejó de hablar y abrió sus ojos, los cuales mantuvo cerrados mientras hablaba.

- ¿Qué pasó? - pregunté confundida, ya que no entendía qué pintaba yo en la historia.

- Bel - tomo mi mano y entrelazo nuestros dedos, dejándome incómoda. - Él te vio y desde aquel momento.. Le gustaste. Y luego cada vez que me veía, me preguntaba si sabía algo más de ti, si tenías pareja, cualquier cosa. Y, cuando tú y yo empezamos a salir..

Dejó de hablar de nuevo, soltando mi mano y apretando los puños, dejando sus nudillos en un tono blanquecino. Yo me quedé estática, por un momento juro que ni respiré. ¿Ellos habían peleado por mi culpa? ¿En serio le gustaba a Tyler? ¿Él sabía quién era yo cuando me invitó a cenar? De nuevo preguntas sin respuesta inmediata rondaron mi mente. Pero Marshall interrumpió mis pensamientos cuando comenzó a hablar.

- Él seguía detrás de ti como un completo loco. Cuando venías a buscarme después de clases, él siempre estaba allí mirándote. Cuando jugábamos algún partido, siempre me preguntaba por ti, siempre tenía tu nombre en su maldita boca. Un día.. Me dijo que no aguantaba más, que le atraías demasiado y que iba a hacer cualquier cosa para tenerte. Dios, Bel, me enfurecí tanto que casi lo mate allí mismo.

Arrancó el coche sin darme oportunidad a responderle. No sabía qué decir, mi cara habia palidecido, mis manos empezaban a sudar. No podía creer que Tyler fuera así ya que él era tan caballeroso y amable.

- Siento haberte dicho todo esto así de golpe, pero debes saber que Tyler no es tan bueno como él se pinta. Tu sabes que no te prohibiré el salir con él de nuevo, pero solobten mucho cuidado; por favor.

- No tienes que preocuparte por eso, Marshall, te agradezco el confiar en mí como para contarme algo así.

- Eres la persona en la que más confío. Eres la persona que está todos los días y a todas horas en mis pensamientos. ¿Te digo la verdad? Ya casi no tengo apetito, ni puedo dormir, porque cuando cierro los ojos; tu cara de decepción la de aquel día vuelve a mí. Me asusta demasiado cuando pasa eso, porque me hace volver a la realidad y saber que nunca volverás a creer en mí.

De nuevo aquellas palabras me dejaban sin palabras a mi. Dios mío, en todo este tiempo, no lo habia notado pero Marshall tenía aspecto cansado, se le notaban mucho las ojeras y estaba más delgado. Al escuchar todo lo que me dijo, tenía ganas de llorar. Sentia culpa y empezaba a sentir cómo las lágrimas se amontonaban en las cuencas de mis ojos.

- Sé que lo del bar, no lo hiciste consciente, Marshall y que Vannesa te drogó y te emborrachó. Me costará mucho volver a confiar en ti, pero lo intentaré, porque no has sido culpable de nada - miré por la ventana, para visualizar mi casa cerca. Sequé las pequeñas lágrimas que rodaban por mis mejillas y miré de nuevo a Marshall. Éste tenía los ojos acuosos y trataba de sonreír levemente.

Aparcó el coche enfrente de mi casa. Miré de nuevo por la ventana y vi como dos siluetas se diferenciaban en una de las ventanas de la casa.
-Chismosos - Me dije para mi,  mientras reí leve.

Marshall entrelazo nuestras manos de nuevo, haciendo que le mirara.

- Gracias por ésta noche. - susurré.

- Lo siento Bel.. Sólo Dios sabe lo difícil que es estar sin ti todos los días. Gracias por todas las noches que pasaste a mi lado. - besó mi mejilla lentamente. Y cuando me iba a separar de él, agarró mi cara entre sus manos y juntó nuestros labios en un rapido y dulce beso ❤

Y ahora vuelvo a enamorarme de ti.. {Terminada}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora