Y ahora vuelvo a enamorarme de ti.. {Terminada}

Capitulo 45

Mi corazón latía a mil por hora a causa del alcohol. No llevaba la cuenta de cuánto habíamos bebido, principalmente porque mi mente no tenía demasiado uso de razón en ese momentos.

Tampoco había señales de Marshall, pero eso dejó de importarme cuando Joshua vino con una botella de whisky y unos cuantos vasos para todos los que estábamos allí: Katy, Alison, Zac, Danny, Luke, Tom, él y yo. Todo estábamos lo suficientemente borrachos como para que pasaran tonterías, pero, al menos yo, sabía que no haría nada fuera de lo normal; ya que no era mi estilo.

Un nuevo vaso se dirigía a mi boca, mientras reía descontrolada, pero sin saber por qué o de qué. Katy estaba apoyada en el hombro de Alison, y viceversa, ya que las dos no se podían mantener en pie; y eso que estábamos sentados en unas sillas. Si digo la verdad, ni siquiera sabía lo que ahora mismo bebíamos. Nadie se preocupaba por nada, la fiesta era una maravilla y la gente se lo pasaba en grande. Por eso mismo, ninguno de nosotros había preguntado por Marshall desde que desapareció.

Aún riendo, me dirigí a la barra seguida por Joshua, el cuál parecía ser el que estaba en mejor estado; ya que no se podía exceder demasiado al trabajar allí, según su jefe: daría mala imagen.

La gente se esparcía más y más en cuanto pasabas por alrededor, algunos bailaban animados, demasiado diría yo. Otros estaban con sus parejas, en fin; lo típico en una fiesta.

Joshua, sin darse cuenta, chocó con una pareja que pasaba por nuestro lado, lo que me hizo reír aún más; y claro, a él también. Cualquiera que nos viera, pensaría que nos habiamos drogado aunque no fuera así .

- Vamos pequeña, aprovechemos ahora que la barra está medio vacía. - me dijo Joshua mientras me empujaba por lo hombros.

- Ya, tranquilo, no metas prisa que no veo ni el suelo. - reí inconscientemente y me tambalee, haciendo que Joshua me tomara más fuerte de los hombros para evitarme caer.

- Estás muy mal, peor que yo. ¿Hay alguna razón por la cuál hayas bebido tanto hoy? Bel, tú no eres de las que se emborrachan así; algo te pasa. - la pregunta de Joshua me dio qué pensar.. ¿Habría alguna razón?

- No, qué va, simplemente se me ha ido de las manos todo esto, tranquilo.

Ambos llegamos a la barra y nos sentamos en unas de las butacas a esperar que el camarero nos atendiera. Joshua no paraba de hacer caras raras a las personas que se le acercaban, haciendo que todos le miraran raro y yo riera aún mucho más fuerte.

- ¿De qué te ríes? ¿Acaso te estás burlando de mí, Bel? - preguntó mientras seguía haciendo caras raras. Intenté aguantar la risa, poniendo una de mis manos en mi boca, tapandola.

- No, claro que no me burlo de ti, claro que no.

- El camarero no viene, ¡tendría que atenderme a mí antes, trabajo con él! - exclamó mientras levantaba su puño, haciendo que yo perdiera las pocas intenciones de aguantar las carcajadas. Reí fuertemente, causando las miradas de algunas personas, pero no me importó. - He dicho que no te rías, pequeña traidora.

- No me río de ti, estúpido enano.

- Soy más grande que tú, pulga.

- Hacía mucho tiempo que no me llamabas así de nuevo, desde que te viniste aquí. - hice un pequeño puchero, mientras mis palabras chocaban unas con otras a causa de la borrachera.

- Lo sé, pero no hablemos de éstas cosas, ahora haremos como en los viejos tiempos: ¡borrachera de mejores amigos! - me hizo una mueca rara con la boca, yo le respondí sacándole la lengua y riendo de nuevo.

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Seguía sin haber rastro de Marshall, aunque nadie notaba su ausencia, bueno; nadie menos yo. Los efectos del alcohol aún seguían en mi sangre, pero poco a poco se iban marchando, por lo que tenía la mente algo despejada como para pensar dónde demonios estará el ojiazul.

Katy me pidió acompañarla a los baños, a lo que Alison nos quiso acompañar también, no se quería quedar sola con todo hombres; le daban miedo, según decía.

- Dios, espero que no haya cola, necesito mear rápido. - comentó Katy haciéndonos reír.

- No seas burra, idiota. Si no, vas al baño de hombres, allí no te pondrán problemas. - dijo divertida Alison, mientras Katy rodaba los ojos y empujaba a varias personas para llegar antes.

- A mí me está entrando el sueño, chicas.

- ¡Qué aburrida, Bel! Vamos, tenemos que disfrutar de la vida, y qué mejor que una buena fiesta hasta las tantas de la mañana. - me dijo Alison al oído mientras alzaba sus cejas.

Llegamos por fin a los baños, donde, por suerte para Katy; no había gente esperando para entrar. Hizo una mueca antes de pararse enfrente de la puerta, haciendo que Alison y yo chocáramos con ella. Ambas nos miramos interrogativamente.

- Se escuchan ruidos raros desde dentro del baño. - respondió Katy al ver nuestras caras de confusión.

Abrimos la puerta lentamente, pero al entrar no vimos nada, aunque sí oíamos gemidos de alguna pareja que había entrado allí a 'pasarla bien'. Yo intenté no reír, aunque no me salió bien, puesto que mi carcajada hizo que esa pareja parara lo que estaba haciendo.

Katy, tan entrometida que es, se le ocurrió abrir una de las puertas de los cubículos, dejándonos ver a la pareja que había allí dentro.

¿Adivinen quiénes eran? Sí, eran Marshall y Vanessa.