Y ahora vuelvo a enamorarme de ti.. {Terminada}

Capitulo 37

¿Bel, qué es eso? - preguntó Katy, aún con cara confundida. Yo la miré alzando los hombros.

- Eh.. no es nada, será mejor que nos vayamos ya, Katy, esto es una tontería. - tiré la caja a un lado mientras me levantaba. No me preocupé en cerrarla ni en llevarla a donde estaba, ahora mismo eso no me importaba nada.

- ¡Pero Bel! Explícame qué es eso, ¿qué pasa?

Ignoré a Katy y salí de la habitación. No me podía creer todo esto, no podía creer que Marshall había echo lo que hizo.

Claro, cómo no lo imaginé en su momento. Era tan extraño lo de la fiesta, que él se pusiera enfermo de repente, y el chico spiderman, que se comportara tan raro, hasta llegar al punto de besarme.. No entiendo cómo no me di cuenta antes.

Suspiré mientras me adentraba en mi habitación. Ahora no sabía qué hacer con Marshall. ¿Enfadarme con él? ¿Pedirle una explicación? Estaba confusa, enojada.. Tenía muchos sentimientos dentro de mí, y uno de ellos, por raro que me pareciera, era felicidad.

Sin darme cuenta cuando, me dormí pensando en todo lo que en mi mente se formaba.

Me desperté sobresaltada por una pequeña pesadilla que había tenido, el problema es que al despertarme no me acordaba de cómo fue. No me gustaba tener pesadillas, ya que de pequeña siempre me ponía histérica; lloraba, sudaba, gritaba, y eso no me gustaba nada.

Me levanté de la cama con un ligero dolor de cabeza, producto de todo lo que habitaba en ella en esos momentos. Aún no sabía cómo reaccionar cuando viera a Marshall, no sabía si debería decirle que había descubierto que él era el chico Spiderman.. o callarme y dejarlo pasar.

Bajé a la sala, donde supuse que estarían todos ya que escuchaba voces desde mi habitación.

Al llegar abajo, un par de brazos me rodearon por completo. Primero pensé que era Marshall, hasta que un perfume de mujer me llegó a las fosas nasales.

- ¡Deep! me alegro de verte. - gritó Alison en mi oído, haciendo que alejara la cara un poco de ella.

- Yo también, Harrington. - le correspondí el abrazo.

- He venido a darte las gracias. - la miré confundida y ella soltó una risita. - Por el consejo de la fiesta. La verdad es que.. Zac y yo estamos juntos. - confesó con una sonrisa que le cubría toda la cara. Sonreí yo también.

- ¡Me alegro mucho! Te dije que no tenías nada que perder.

- Y tenías razón.. Bueno, Bel, me voy ya que Zac me espera. Gracias de nuevo. - se acercó a mí para darme un beso en la mejilla, el cual yo correspondí. - ¡Nos vemos pronto! - se despidió de todos y se marchó.

Me acerqué hacia la cocina, donde me serví un vaso con agua. Katy se acercó a mí, sonriendo de forma infantil.

Abri los ojos al ver que me abrazaba, sabía que tramaba algo y ese algo, me incluía a mí.

Me separé de ella y dejé el vaso en el lavaplatos, para luego girarme hacia Katy, arqueando una ceja.

- ¿Qué quieres? - pregunté.

- Necesito que te quedes en casa esta noche, Joshua y yo vamos a salir en una cita.

- De todas formas, no tenía pensado ir a ningún lado. Por cierto, ¿dónde están mis primos?

- Ahm.. Sam creo que ha quedado con alguna chica, y Emily con sus nuevos amigos. Tendrás la casa para ti sola, bueno, para Marshall también. - me guiñó un ojo de forma exagerada. Reí y la empujé un poco, mientras pasaba a la sala donde Joshua y Marshall estaban.

Miré a Marshall durante poco segundos, en esos momentos no quería hablar con él. Pero me sería difícil, ya que estaría a solas con él durante toda la noche.

Suspiré fuertemente mientras me sentaba en el sillón pequeño, donde nadie estaba sentado. Recosté mi cabeza en él, mentalizando y pensando todo lo que me estaba pasando.

Despedí a Joshua y a Katy en cuanto se fueron, en el momento Katy me dijo que no hiciera nada travieso, a lo que yo rodé los ojos.

Cuando por fin se habían ido, me paralicé. ¿Qué se supone que haría ahora con Marshall? Sin duda, desde su llegada, mi vida era un completo caos de sentimientos y emociones.