Capitulo 51

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Habiamos tardado no mas de veinte minutos en llegar a uno de los restaurantes mas lujoso de la zona. Me había quedado impresionada, ya que no imaginaba que Tyler me llevaría a un lugar así.

Miraba asombrada todo el lugar, nunca había estado allí, pero sí que escuché hablar de ese sitio. Al entrar, todo era aún más increíble: Las mesas estaban esparcidas por todo el lugar, el suelo era de un color madera gastada, que le daba un toque elegante. En las paredes de color pastel, colgaban cuadros de varios tipos, de varias pinturas; expuestos para los clientes más curiosos.

Tyler me llevó hacia una mesa, vacía, lo cual me extrañó; ya que se suponía que allí nos encontraríamos con sus amigos.

Él debió de notar mi mirada confundida ya que rió levemente antes de arrastrar una de las sillas e indicarme que me sentara.

- Sé lo que piensas, pero no me atrevía a decírtelo; por si dabas marcha atrás y decidías dejarme plantado. - le miré aún más confundida, haciendo que él riera de nuevo. - Mis amigos me han fallado, cada uno tenía cosas que hacer, y, bueno.. Nos ha tocado estar solos.

- Oh.. Vaya, no te preocupes, créeme que si me lo hubieras dicho, no te dejaría plantado. Me viene bien salir, la verdad. - le sonreí, recibiendo de su parte una sonrisa ancha, sincera, pero sobretodo, hermosa; que me hizo sonrojar.

La cena transcurrió de lo más normal y agradable. Tyler era un chico muy divertido, que me hacía reír con cualquier tontería y eso me gustaba. De vez en cuando, mi mente vagaba sola y recordaba a Marshall, el cual también me hacía reír fácilmente. En esos momentos, quitaba de mi cabeza cualquier rastro de Marshall no quería estropear mi salida con Tyler, con el cual me había encariñado rápidamente.

De un momento a otro, cuando mi acompañante se fue al baño y mi mirada vagaba por el lugar; me encontré con una silueta conocida, aunque estaba confundida. Me pareció haber visto a Marshall, aunque no daba nada por seguro, ya que esa persona estaba de espaldas a mí, unas dos mesas después de la nuestra.

Pero cuando el chico se dio la vuelta, mis sospechas fueron comprobadas: Marshall estaba en el mismo restaurante que yo, completamente solo.

Su mirada se cruzó con la mía y pude ver en sus ojos un deje de preocupación, tristeza, pero sobretodo; vergüenza por haber sido descubierto. Cuando se dio cuenta de que yo no apartaba mi vista de él, se levantó y vino hacia mí, sonriendo levemente.

- Qué sorpresa encontrarte aquí, ¿verdad? - me dijo una vez se sentó en la silla anteriormente ocupada por Tyler.

- La verdad es que sí, ¿has venido con alguien? - pregunté despreocupada mientras jugaba con mi copa con agua.

- No, qué va, me apetecía venir solo. Y tú.. veo que estás bien acompañada.

- Bueno, Tyler es un amigo de la universidad, me dijo que me presentaría a sus amigos; pero ellos nos han dejado plantados.

- Oh.. Bueno, te dejo, creo que ese tal ''tyler'' viene hacia acá. - pude notar como dijo su nombre son un deje de celos y burla.

Tayler se acercó a nosotros, y Marshall aún estaba por levantarse. En ese momento, los dos se quedaron mirando, sin decir ni una sola palabra. Marshall tenía una sonrisa cínica en su rostro, mientras los ojos de Tyler tenían un brillo peculiar, el cual no había notado nunca.

Ambos giraron sus cabezas hacia mí, mirándome fijamente. Me estaban intimidando, por lo que aparté mi mirada de ambos y la dirigí hacia otra parte del restaurante. Suspiré y me pasé una mano por la frente; ¿y ahora qué?

Y ahora vuelvo a enamorarme de ti.. {Terminada}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora