Mi mente intentaba procesar toda la información recientemente dada. Mis manos sudaban y temblaban tanto como si hubiera un terremoto. Mis piernas parecían gelatina, sabía que en cualquier momento me fallarían. De mis ojos, empezaban a salir lágrimas, pero intentaba detenerlas.
No entendía cómo Marshall podía haber sido tan estúpido como para pensar que no era lo suficientemente bueno para mí, cuando yo le di todo de mi, exactamente todo.
Las palabras que hace poco habían salido por su boca, ahora se clavaban como puñales afilados en mi interior. Sufrí tanto durante todo este tiempo, para que, al final; todo fuera mentira.
No sabía qué hacer ahora mismo. ¿Correr? Demasiado cobarde. ¿Llorar? Ya había llorado lo suficiente.
Miré a Marshall, aunque casi ya no lo podía ver gracias a la nubla de mis ojos, producida por las lágrimas. Él tenía los ojos clavados en el suelo, su mandíbula temblaba y pude oír como sollozaba.
Esto no, esto ya era suficiente. No podía enfadarme con él, no después de esta confesión. Él.. él había renunciado a mí por sus miedos, por sus inseguridades; porque pensaba que había alguien mejor para mí. Y eso, aunque fuera estúpido e infantil, me quitaba un peso de encima, ya que era yo la que pensaba que no era buena para Marshall, que me había cambiado por otra porque no le daba lo que necesitaba.
Me acerqué a él y con mi mano subí su cabeza hacia mi altura. Me miró confundido y con lágrimas en los ojos, las cuales yo sequé con mis dedos. Soltó un suspiro repleto de tristeza y, seguramente, vergüenza.
- Yo.. Créeme que esto me ha dejado dura como piedra Marshall, pero no puedo enfadarme contigo, no puedo. Debería sí, porque he vivido estos últimos cuatro años pensando que el problema era yo; pero ahora no puedo.
- ¿En.. entonces? De verdad no quiero perder nuestra amistad ahora Bel. Acabo de recuperarte, no podría superar el perderte de nuevo.
- No vas a perderme, seremos amigos todo el tiempo que tú quieras; hasta que te hartes de mí si quieres. . Le miré sonriendo. - Hagamos del pasado una bolita de papel y tirémosla lejos; tan lejos que nunca pueda volver, ¿de acuerdo? - pregunté con una sonrisa, y Marshall asintió sonriendo.
Entramos a la casa abrazados, Marshall tenía su brazo alrededor de mis hombros y yo el mío alrededor de su cintura. No dejaba de darme besos en la cabeza, a lo que yo reía.
Al entrar a la sala, nos encontramos a todos los chicos acostados, ya sea en los sillones o en el suelo. Katy y Joshua estaban tumbados en el suelo, uno al lado de otro, Sam estaba en el sillón enfrente de la televisión, estaba boca abajo y tenía sus manos en la cabeza, y Emily era la única que estaba sentada en otro sillón, con los pies sobre la mesa y jugando con su teléfono.
- ¿Resaca, chicos? - pregunté reprimiendo una carcajada.
- No vuelvo a salir con todos ustedes, de verdad, me dejadon muerta. - dijo Katy mientras se levantaba y me agarraba de la mano- Y ahora, Bel y yo vamos a hablar a su habitación, luego bajamos chicos. - me tiró del brazo, dirigiéndome a la planta de arriba.
- Con más cuidado Katy, no soy de goma. - dije cuando me soltó y me empujó para entrar en su habitación.
- Bien, ahora que estamos aquí seguras, cuéntame todo lo que han hablado Marshall y tú. - me pidió mientras se sentaba en su cama y me invitaba a sentarme a su lado. Al sentarme, puse mis manos en mis ojos y me los sobé, soltando un suspiro pesado.
- Me ha dicho toda, toda la verdad. Katy, nunca me engañó ni me dejó por otra, nunca hubo otra.-
Empecé a contarle todo, con lujo de detalles, ya que ella me lo había pedido.
Y así había estado hablando con Katy casi como 2 horas, dejamos el tema cuando empezaba a oscurecer, ya que teníamos que cenar.
La cena pasó entre risas y chistes por parte de los chicos, anécdotas por parte de Emily sobre Sam y éste mismo molestándose por las cosas que contaba su hermana.
Al final, todos nos fuimos a la cama ya que estábamos agotados por la noche anterior, Josj no paraba de quejarse diciendo que le dolía el cuello, a lo cual Katy y Marshall bromeaban y se burlaban preguntándole qué era lo que había hecho la otra noche.
Sin duda, ahora estaba más relajada. Ahora sabía que Marshall nunca me había cambiado por otra, sabía que yo no era el problema y que, de verdad él sí me quería.
La conversación con Marshall me había aliviado un montón, aunque me preguntaba dónde nos dejaba a ambos ahora todo esto. ¿Podriamos ser buenos amigos?
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Y ahora vuelvo a enamorarme de ti.. {Terminada}
FanfictionPrólogo: A veces en la vida los recuerdos dolorosos vuelven, esos recuerdos que han dejado una huella importante en nosotros. Cuando crees que has olvidado ese suceso que te ha roto en pedazos, de repente, vuelve a tu vida con una velocidad sobrehum...