La tarde estaba pasando algo rápida, gracias a que nos estábamos divirtiendo bastante.
Ya habíamos comido entre ellos varios dulces y ahora dábamos vueltas por la feria sin hacer nada; simplemente riendo y pasando el rato entre las bromas de Joshua.
Podía notar como a veces, Marshall se sentía incómodo, pero de repente hacían alguna broma y todo volvía a la normalidad.
Katy y yo recordábamos las veces en las que habíamos ido a las ferias de pequeñas y todas las locuras que hacíamos.
La verdad, era uno de los mejores días de mi vida. Estaba disfrutando con mis amigos y con Marshall, estaba feliz y parecía que volvía a ser aquella niña de hace años, la que estaba siempre sonriendo.
- Hey, Bel- Katy me llamó. - ¿Qué tal si hacemos alguna de nuestras antiguas bromas?
- No sé, hace muchísimo tiempo que no hacemos una, igual ya hemos perdido práctica y nos sale mal y luego nos expulsan de aquí. - respondí yo algo insegura. Nuestras bromas siempre se sobresalían de la raya.
- Vamos mujer, no creo que nos pase nada. Somos mayores de edad y tenemos más mentalidad y picardía que hace años.
La miré un rato mientras pensaba. Miré a mi alrededor; gente por todos lados, distraídos con cualquier cosa. Muchos niños jugando con petardos, haciendo que más de una persona se sobresaltara por el ruido estruendoso y molesto que hacían.
Algunos ancianos paseando sonrientes y tranquilamente, se hacían ver muy tiernos y adorables así; felices, juntos durante toda la vida, dándose amor y seguridad.
Sonreí sin darme cuenta ante aquella imagen y, hasta que Katy me dio un golpe en el hombro, no dejé de hacerlo.
- ¡Que sos bestia nena!- me sobé el hombro con la mano y la miré con mala cara fingida.
- No seas quejosa, llevaba media hora hablándote y tú ni caso.
- Y tú no seas exagerada. Bueno en que estabamos ¿Quieres hacer una broma? Pues venga Katy, hagamos una broma de las nuestras.
Ella me sonrió infantilmente y levantó la mano en el aire, esperando a que yo chocara la mía con la suya. Ahora fui yo la que sonrió y choqué mi mano con la suya mientras ella gritaba de felicidad.
- Ahora sí, podemos decir que Katy y Bel. han vuelto. ¡Es oficial! - gritó ella.
- Vaya, vaya; con que van a hacer de las suyas. - nos sobresaltamos al oír la voz de Joshua detrás nuestra. Les habíamos perdido de vista hace unos cuantos minutos y ni siquiera les habíamos ido a buscar.
- ¿Dónde estaban? - pregunté.
- Buscando algún puesto donde den algodones de azúcar.
- ¿Y lo encontraron?
- Está a unos cuantos pasos de aquí, ¿quieren ir? Yo ya tengo hambre. - dijo Marshall tocándose el estómago, a lo que todos reímos.
- Sí, vamos. Así Bel y yo pensamos por el camino nuestro gran regreso a las bromas.
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- ¿Preparada? - le pregunté a Katy. Ya estábamos listas para hacer una broma. Quizá no era tan buena como las que hacíamos cuando éramos más pequeñas, pero al menos nos haría reír.
Habíamos decidido tomar muchos petardos y juntarlos entre sí, atándolos con pequeñas cuerdas en las partes de atrás para hacer una fila de petardos.
Y Cuando éstos explotaran, harían tal estruendo que seguramente toda la gente de la feria lo escucharían. Y yo, estaba segura de que, si nos pillaban, nos echarían de allí.
- Estoy más que preparada, mi amor. - contestó ella riendo. Nos habíamos puesto en el lugar más apartado de la gente, donde nadie nos pudiera ver. Joshua y Marshall estaban escondido detrás de una pequeña carpa vacía, esperando por nosotras.
- Uno...( empecé a contar) - Dos... ¡ya!
Encendimos el primer petardo de la fila y corrimos a escondernos donde los chicos estaban.
Al cabo de unos segundos, todos los petardos explotaron, haciendo el ruido esperado por nosotras. De repente, después del estruendo, lo único que se escuchaban eran algunos gritos provenientes de algunos niños asustados y luego un silencio invadió la feria.
- ¡Si! Eso ha estado muy bien, no genial, pero muy bien. - Katy estaba emocionada y no paraba de reír.
- Lo sé, extrañaba éstas bromas nuestras, tonta.
- Mejor salgamos de aquí, la gente nos verá y sospecharán. - propuso Marshall y todos salimos de la carpa, mirando a todos los lados para asegurarnos de que nadie nos viera. Hasta que...
- Oye, Bel. - Marshall me llamó después de varios minutos caminando entre la gente.
- Dime. - le sonreí levemente.
- Puedo.. ¿Puedo hacer una cosa? - preguntó dejándome, de nuevo, algo confundida. Le miré extraño y asentí.
Y aunque no me lo esperaba. Èl rodeó sus brazos en mi cintura y me abrazó. Pasé mis manos por su cuello y le abracé. Suspiré y todo su aroma entró por mi nariz dejándome algo mareada.
Sonreí sin darme cuenta ante aquello. Este era el primer abrazo desde hace casi cuatro años y estaba feliz por ello.
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Y ahora vuelvo a enamorarme de ti.. {Terminada}
FanfictionPrólogo: A veces en la vida los recuerdos dolorosos vuelven, esos recuerdos que han dejado una huella importante en nosotros. Cuando crees que has olvidado ese suceso que te ha roto en pedazos, de repente, vuelve a tu vida con una velocidad sobrehum...