Mi despertador sonaba sin cesar, intentaba no darle importancia, este día mis ganas de ir a la universidad después de lo pasado el día anterior; eran pocas. Tapaba mi cabeza con la almohada pero aún así, era imposible no notar el sonido molesto de aquel aparato.
Sabía que Katy y Joshua estaban ya despiertos, pero tampoco me importaba el molestar a mis amigos; hoy sólo quería dormir, descansar y despejar mi mente.
Sentí el chirrido de la puerta de mi habitación al abrirse. Bufé molesta al notar como el colchón se hundía a mi lado y el perfume de mi mejor amiga entró por mis fosas nasales. Me recordé a mí misma el pedírselo, olía delicioso.
- ¿Qué necesitas, katy? - pregunté mientras me incorporaba en la cama y tallaba mis ojos, los cuales aún se mantenían cerrados a causa de la luz.
- Necesito que te levantes, bel. Tienes que ir a clases, por favor.
- ¿Ir a clases? De seguro que ya todos saben lo que pasó ayer, las noticias vuelan y más si se trata de algo como aquello. No quiero que me miren con lastima y menos encontrarme con.. Tyler. - dije su nombre con un toque de asco en mi voz.
- Sabes que te entiendo perfectamente y que yo te apoyo más que nadie. Pero, ¿merece la pena dejar tus estudios por él? ¿O por lo que los demás digan?
- ¡Claro que sí Katy! Tengo miedo, mucho miedo de lo que pueda hacerme. - admití mientras llevaba mis manos a mi cara. Dejé escapar un pequeño grito de frustración.
- Entonces, haz lo que quieras bel. Yo te apoyo, sabes que no quiero que te pase nada; pero a veces es mejor enfrentarse a los problemas, por muy grandes que sean.
- Pero esto no es un problema, Katy. Esto es un chico que está completamente loco y que será capaz de hacer cualquier cosa para tenerme a su lado. Él mismo me lo dijo y no pienso correr el riesgo.
Katy asintió, se levantó de la cama y me dio un beso en la frente mientras me abrazaba. Sabía que, en parte, ella llevaba la razón. Pero, ¿en serio sería todo tan fácil? ¿Enfrentar a Tyler y ya? No lo sabía, estaba muerta de miedo y no quería salir mal parada de esto. Estaba convencida de que tyler aún maquinaba algo; eso me aterraba mucho más.
- ¿Te encuentras bien? - me preguntó Marshall mientras pasaba una manta por encima de mi cuerpo. Ambos estábamos sentados en el sofá de mi casa.
- Supongo. Aún el cuerpo me tiembla cuando recuerdo a Tyler, pero se me pasará. - intenté sonar divertida y despreocupada, pero él me miró retadoramente. - Está bien, lo siento; sólo quiero quitarle hierro al asunto. Estoy algo cansada de que todos me pregunten si estoy bien, si necesito algo. Sé que lo hacen por mí y me alegra eso de saber que tengo buenos amigos; que me asfixian un poco.
- Tú misma te lo has dicho todo: Lo hacemos por tu bien. No todos los días viene un loco y te mete en un cuarto oscuro. - ahora era Marshall el que intentaba hacerse el gracioso, poniendo caras raras haciéndome reír.
- Eres un idiota. - dije riendo mientras le pegaba un golpe en el brazo.
- Un idiota al que quieres.
- ¿Eso crees, en serio? Yo nunca he dicho que te quería. - miré mis manos haciéndome la desinteresada. Marshall tomo una de mis manos y la puso en su pecho. Le miré confundida y él sonrió.
- ¿Notas cómo late fuerte? - se acercó a mi oído y habló. - Sólo late así por ti. Por cierto, sé que me quieres, no necesitas decirlo.
- No. No te quiero. Lo que siento es algo más grande y más fuerte que eso. Y no me importa el pasado, el sufrimiento ni nada. No sé, como dicen, pasado pisado, ¿cierto? - Marshall asintió sonriente y me abrazó por la cintura.
- ¿Cómo lo has hecho, bel?
- ¿Hacer qué? - pregunté confundida mientras él acariciaba mi mejilla lentamente.
- El poder tener un corazón tan grande. El perdonarme cuando te he hecho sufrir más que nadie. Aún me sorprende el estar así contigo.
- Ya te lo he dicho. Mis sentimientos superan todo aquello. Mientras no te vuelvas a acostar con Vanessa, todos felices. - puse una mueca de asco haciendo que Marshall riera, contagiándome la risa a mi también.
- No tengo intención de hacerlo. No fue una buena experiencia.. Y sé que para ti tampoco lo fue. - me miró a los ojos y pude notar un deje de culpabilidad. Suspiré pesadamente.
- Deja de culparte por aquello. No pienso dejar que sigas atacándote a ti mismo por algo que no quisiste hacer. Estabas drogado podrías haber hecho algo peor, ya basta de recordarlo siempre. Déjalo ir de una vez.
- Lo siento . Sé que te molesta, pero no puedo evitar el saber que te hice daño, otra vez. - recalcó las últimas palabras. - He sido una persona pésima desde que vine a vivir con ustedes y eso no me lo perdonaré nunca.
El sonido del timbre de la casa nos interrumpió la charla. Marshall me hizo una seña para que fuera a abrir. Me levanté del sofá, dejando la manta en un lado y me dirigí a la puerta. Por el corto camino pensé en quién podría ser, ya que Katy estaba en clases y Joshua trabajando. Las clases aún no habían terminado, así que Alison tampoco podría ser.
Al abrir la puerta, aún sumida en mis pensamientos, levanté la mirada para encontrarme con la persona menos esperada. No sé si era el karma, Dios, o el mundo que me odiaba; pero esto no me gustaba nada de nada.
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Y ahora vuelvo a enamorarme de ti.. {Terminada}
FanfictionPrólogo: A veces en la vida los recuerdos dolorosos vuelven, esos recuerdos que han dejado una huella importante en nosotros. Cuando crees que has olvidado ese suceso que te ha roto en pedazos, de repente, vuelve a tu vida con una velocidad sobrehum...