❝𝗖𝗢𝗠𝗢 𝗘𝗡 𝗟𝗢𝗦 𝗩𝗜𝗘𝗝𝗢𝗦 𝗧𝗜𝗘𝗠𝗣𝗢𝗦❞ ᵗᵃᵉᵏᵒᵒᵏ

Capítulo 52

El pelo de Jungkook había crecido y lo tenía un poco enrulado debido a que ya no se lo alisaba. Jungkook y sus amigos ahora estaban en una cafetería tomando unos batidos, mientras que sus amigos charlaban de como planeaban acampar el fín de semana (un plan que surgió de quien sabe dónde, pero fue idea de Jimin) el menor miraba la tele con aires de nostalgia al ver como salía una noticia de Taehyung, ya había pasado un mes y algo desde que no se veían y ahora el mayor tenía el cabello rojizo.

Le sorprendió que Taehyung ahora tenía la oportunidad de hacer una gira por todo el mundo, ahora Taehyung estaba cómodo con lo que a él más le apasiona. Pero lo que le ponía triste era que no se había podido encontrar con Taehyung, empezaba a reflexionar si podía verlo alguna vez siquiera. Mientras tanto el menor se mordia la piel seca de los labios, mañana tendría el último exámen y podría tener vacaciones. Los exámenes finales le habían costado un montón, horas y horas estudiando en la biblioteca de la universidad le comenzaba a hartar, estaba contento al saber que dentro de poco podría descansar y pasarla bien con sus amigos después de todo.

—¿Lo extrañas?— preguntó Jimin mirando la televisión del lugar para luego mirar al castaño que se encontraba haciendo un pequeño puchero.

—Sí— respondió Jungkook dandole un sorbo al batido para luego volver a dejarlo sobre la mesa— hace un mes que no hablamos, él está ocupado bailando con Soojin y-

—¿Soojin?— preguntó Minhyuk y Jungkook pudo ver como una sonrisa se le asomba al chico.

—¿D-dije Soojin?— preguntó Jungkook y rió nervioso— q-que raro, pensé que había dicho bailarines...

Y pudo ver como Minhyuk se le quedó mirando con una ceja alzada y Jimin junto con Somi lo miraban con curiosidad.

Jungkook se sintió acorralado por las miradas que le daban sus amigos  para luego suspirar y mirar al piso.

—Quizás tengo que aceptar que en algún momento tendría que distanciarme de Taehyung, ¿n-no creen?— preguntó y le dolió porque él presentía que tenía razón, creía que sus amigos le daban la razón.

Y le dolió, porque quizás y solo quizás había otra razón que se estaba empezando a dar cuenta.