Estaba en la cama mirando Netflix con Santiago, pensando en las palabras que Peter dijo una y otra vez; obviamente sentía tanta culpa que no sabía cómo seguir con esta situación.
—La pasamos increíble con los chicos —habló Santiago—. Peter me contó un poco de su historia y terminé de entender su personalidad. No debe ser fácil vivir en un orfanato, no solo eso... además su papá mató a su mamá —movió la cabeza—. Tincho habla demasiado, pero también es muy divertido, me hicieron sentir muy a gusto por primera vez desde que estoy en esta ciudad y sin contarte a ti; a veces siento que no tengo nada que ver.
—Es que son cosas muy diferentes. Me alegra que te hayas divertido —sonreí—. Yo me voy a dormir, porque te juro que no doy más del sueño. —me giré y apagué la luz de la mesita. De pronto sentí que estaba pasándome la mano por la cintura.
—¿De verdad te vas a dormir? —dijo con sus labios en mi cuello.
—Muero de sueño —dije triste—. Te prometo que mañana voy a despertar con todas las energías del mundo. —me llenó de besos y se acomodó para dormir también.
En realidad el eco de las palabras de Peter me quitaron las ganas de absolutamente todo y la culpa estaba invadiendo con fuerzas.
Hicimos domingo de novios donde traté de desconectarme al 100% de todo lo que estaba pasando, por la tarde estuvimos en el parque recorriendo; además aproveché para mostrarle un poco de la ciudad porque casi nunca teníamos tiempo para este tipo de cosas.
—No tienes idea de lo mucho que te amo —dijo mirándome con una sonrisa luego de tomarme una foto—. Me haces tan feliz, gracias. —se acercó para llenarme de besos.
—Yo también te amo —respondí con una sonrisa—. Gracias por todas las cosas que hiciste por mi y por venir hasta acá; que ya sé que siempre te pareció una locura.
Después de nuestra tarde en el parque me dejó en el departamento. Tincho estaba cocinando para Brenda sin remera, algo muy típico suyo y quise preguntar por Peter, pero él sólo me informó que estaban pasando el fin de semana con Marce; quien mañana regresaba al hospital.
El lunes por la mañana desperté con la risa de MI HERMANA que estaba comenzando sus mañanas con Tincho en casa, me di una ducha rápida; porque le prometimos a Bella acompañarla a una prueba de vestidos de novia para dar nuestra opinión.
—Perdón, llego tarde —entré corriendo—. ¿Qué haces tú acá? —reí al ver a Peter sentado con carita de dormido.
—¿Cuándo llegas a la hora? —preguntó Eugenia mirando el celular.
—Eugenia me obligo —dijo, me dio un abrazo y sonrió—. Hace un rato entró probarse el primero. ¿Cuánto tarda esto? Me aburro.
—Listo ¡Voy! —escuchamos a la Hadid. Bella apareció con un vestido que le quedaba increíble, aplaudí junto a Cande que le tomaba fotos como una madre orgullosa— ¿Y?
—Hermosa, estás hermosa. —dije.
—¿Por qué llora Cande? —rió Peter mirándola y luego desvió su mirada a Bella—. Lindo, te queda bien.
—No, me parece que es demasiado vaporoso abajo y te hace como una señora de 85 años —opinó Eugenia.
No sé donde vio eso, pero Bella se miró y le dió la razón; entonces se fue a cambiar.
Vimos dos cambios más que le quedaban maravilloso. Peter lo único que decía era "Qué lindo", Cande se emocionaba y yo aceptaba todos los modelos; no estaba segura si estas opiniones le iban a servir de mucho.
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Aún hay algo
FanfictionDos jóvenes médicos vuelven a reencontrarse en su internado después de años, ambos con un presente muy diferente y un pasado sin superar.