Aun hay algo 8

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Mientras me lavaba las manos, Bella me hizo un perfecto resumen de todo lo que tenía el corazón dañado de este bebé y cómo haríamos el procedimiento para salvarlo. m

Me llamaba mucho la atención que Santiago haya decidido realizarlo ahora, por la edad del bebé era demasiado riesgoso.

—¿Tiene opciones de sobrevivir? —pregunté directamente.

—Tenemos que confiar en la fuerza que lo ha llevado hasta acá. —se lavaba las manos. —Cuando nació, la Dra. Mitchell dijo que las opciones eran muy reducidas y ya tiene 5 meses, es un guerrero. —sonrió. —Lo conocí el primer día que llegué acá y seguí su caso todo este tiempo. —en ese momento Shay y Santiago entraron para lavarse también, tomé una toalla y entré al quirófano.

—Los signos vitales son estables. —dije un poco sorprendido.

—La máquina está haciendo todo por él. —respondió Bella muy comprometida con el tema.

—No te vuelvas loca si lo ves morir acá. —la miré con una sonrisa y negó.

—Bien, qué tenemos acá... —dijo Santiago. —Lanzani ¿quién está cuidando de nuestro corazón? —le había enviado un mensaje a Tincho y esperaba que él estuviese haciéndome ese favor.

—Battezzati. —respondí inmediatamente, mientras pensaba en la foto que me había mostrado por accidente. —¿Vamos a transplantar a un bebé de 5 meses? ¿Qué opciones tiene?

—Las mismas que tiene conectado a esta máquina que puede dañarle todos los órganos. —respondió él con sinceridad. —Tenemos que lograr que comience a trabajar por sí solo, confiemos en él. —asentí y miró a la doctora. —Dra. Mitchell, cuando usted me diga nosotros entramos. —Shay le hizo una seña a Bella y comenzamos a trabajar en el bebé, era la primera vez que trabajaba en un cuerpo tan chiquito. Escuchaba a Shay dar instrucciones muy claras.

—Santiago, ahora. —dijo ella, él me hizo una seña con la cabeza y me hizo sostener una pinza. Yo no podía creer lo dañado que estaba ese pequeño corazón que apenas latía, de verdad estaba luchando mucho por permanecer con vida.

—Haremos un movimiento rápido porque no tenemos demasiado tiempo, está muy débil. —indicó Santiago y comenzó a trabajar en poner el nuevo. Yo estaba mirando con atención todo lo que hacía. —De acuerdo, pequeño Tom, ahora es tu turno. Vamos, vamos... ¡Lanzani! —me miraba. —Toma el corazón solo con dos dedos de esta manera y masajealo suavemente cuando yo te diga lo sueltas. —me explicaba haciendo movimientos con sus manos. —¿De verdad estaba dándome esa responsabilidad? —¡VAMOS! —animó.

—¿Te parece Santiago? Lo perdemos. —dijo Shay.

Hice lo que me pidió y los valores comenzaron a cambiar, pero porque mis dedos estaban haciendo el trabajo por él.

—¿Ven? está cambiando de color, suéltalo. —cuando dejé de hacerlo el corazón se estaba deteniendo nuevamente. —Vamos Tom, es tu turno. —y como si fuese magia comenzó a latir por sí solo. —Perfecto, siempre lo supe. —sonrió satisfecho. —Dra. Mitchell, todo suyo. —dijo retrocediendo. —Buen trabajo equipo. —todos sonreímos de la misma manera que él lo hacía. —Lanzani, estará en observaciones las próximas 12 horas, quedate atento. —asentí y se retiró del quirófano.

—Lo logró. —dijo Shay muy feliz —Está loco y lo logró. Usted también Dra. Hadid. —miró a Bella. —Desde que llegó a este lugar siempre creyó en Tom, voy a darte el honor de suturar.

Terminamos con Tom y junto a la Dra.Mitchell fuimos a informarles a sus familiares que todo había salido bien, hasta me comí un abrazo de la madre que no daba mas de felicidad. 

Aún hay algoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora