Vi como la salvadora del mundo se llevaba a Peter de mi fiesta de bienvenida, lo que no debería importarme demasiado ya que mi novio estaba pescando con sus amigos que vinieron a la ciudad.
Entré al departamento pensando en todas las estupideces que le dije producto del alcohol y lo primero que hice fue buscar a mi amiga, la encontré apoyada en la pared con una de las amigas de Brenda que le hablaba en el oído.
—Permiso, te la voy a robar. —dije con una sonrisa, tomé del brazo a mi amiga y ella me miró horrible. —Tienes que escucharme, acabo de hacer el ridículo más grande del universo. —me tomé la cabeza. —Estoy muy borracha y hablé más de la cuenta con Peter. —levantó una ceja. —¿Qué hago?
—No, ahora no puedo con tus problemas, ya arruinaste tu noche y ahora quieres arruinar la mía. —miró la mina que seguía esperando por ella. —¿Qué quieres hacer? —me quedé en silencio. —No tengo idea qué le dijiste pero ya está. —levantó los hombros y miró por encima de mi cabeza. —¿Dónde está Peter?
—Se largó con Supergirl. —respondí rápido.
—Estoy con mucho alcohol en el cuerpo como para analizar tus celos, lo siento mucho, ahora te recomiendo ahogar tus penas con esa barra maravillosa que preparaste. —señaló la barra. —y ¡NO HABLARME MÁS EN TODA LA NOCHE! ¿ESA PARTE TE QUEDÓ CLARO? Aunque si tengo algo de suerte me voy en cinco minutos.
—Eres una pésima amiga, jamás te dejaría sola si estas sufriendo por algo que hiciste... —se quedó en silencio recalculando y ambas soltamos una risa. —Deberías darme una mano. Por lo menos deberías decirme algo que me hará sentir mejor y así puedo seguir con mi día normal. —hice un puchero.
—Ok. —cerró los ojos y suspiró. —Emmm.. Peter estaba igual de borracho que tú y seguramente ahora se fue a pasarla increíble con Supergirl. En lo menos qué estará pensando será en las estupideces que le dijiste. ¡Creeme! Esa mina le voló la cabeza y no deja de decirlo, no te preocupes amiga. Mañana será otro día, te amo. —me dio un beso en la frente y se fue. Era verdad, ahora se la estaba pasando bomba y yo pensaba en estupideces, decidí disfrutar de mi fiesta de bienvenida.
Cuando desperté estaba sobre mi cama pensando que camión me pasó por encima, miré hacía todos lados y mi hermana estaba durmiendo a mi lado, había gente en todos lados, teníamos una multa en el mesón y yo no recordaba nada más que mi patética escena viendo como Peter se iba con Gi Mandela.
A medida que se iban despertando todos los echaba de casa y traté de ordenar lo que pude mientras comía un poco de cereal.
—Buenas tardes. —dijo mi hermana. —No vayas a mi habitación, está Tincho. —se sentó a mi lado y solté una carcajada. —No me mires así tampoco, no hicimos nada más que besarnos como locos. —levanté una ceja. —Estuve brillante, felicitame.
—Te felicito. —reí y pensé "siempre se puede estar peor". —¿Pero ya te besaste con él? ¿Tan rápido?
—Gracias, era lo que quería escuchar. —rodó los ojos. —Me voy a encerrar en tu habitación para que lo eches del departamento, dile que me fui de compras. —agregó mientras se tomaba la cabeza.
—No es necesario. —dijo Tincho con una sonrisa mientras se cerraba la camisa. —Yo ya me iba. —nos miró. —¿Alguien sabe en dónde está Peter? —me miró. —No lo tienes abajo de tu cama ¿o sí?
—JAAAA-JA-JA. —dije mirando mi celular. —No, no tengo idea. —me levanté. —Te vas de mi casa. Adiós. —lo tomé del brazo y finalmente lo saqué. —Suerte que tenemos el día libre porque parece que pasó un huracán por acá. Me parece que nos fuimos un poco a la mierda. El próximo será más limitado. —mi hermana simplemente rió, ni siquiera le importaba el desorden. —La china se fue con una de tus amigas. —Brenda rió nuevamente. —Es la persona que se la pasa mejor en el mundo, Cande trajo un montón de regalos para la casa, creo que la única que se preocupó y Bella está comprometida.
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Aún hay algo
FanfictionDos jóvenes médicos vuelven a reencontrarse en su internado después de años, ambos con un presente muy diferente y un pasado sin superar.