Aun hay algo 38

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Luego de que Peter viniera a despedirse de Supergirl hubo un silencio incomodo por varios minutos, ella se quedó mirando el celular muy concentrada y cuando lo dejó en la mesa de luz llevó su atención hacía mi.

—¿Siempre te interesaste en la neurología? —preguntó con los ojos chinos del cansancio— Es difícil encontrar a un cirujano en esa especialidad que tenga el tacto necesario con los niños, tienes al mejor profesor del mundo; aprovecha mucho —obviamente lo tenía muy claro y es por eso que estaba aprendiendo tanto en tan poco tiempo—. Estoy sorprendida con la decisión de Eugenia en seguir este camino.

—Todos los estamos, pero se ve que tiene mucho talento y además es una buena líder. —agregué con una sonrisa y ella asintió.

—No hacía falta que te quedaras —me miró nuevamente—. Lo digo porque seguro estás muy cansada... tuviste cirugías muy extensas hoy. Mañana vamos a tener mucho trabajo con la recuperación de los niños que comiencen a despertar y con sus familias desesperadas. Es el mayor desafío de esta especialidad.

—Lo imagino, eres una mujer con mucha paciencia. Supongo que es lo que tendrá que trabajar Eugenia. —ella rió.

—Estoy fascinada con esa relación, es absolutamente todo lo que estaba buscando para mi hermana —agregó con una sonrisa, me sorprendí recordando el trato que le dió al comienzo a la pobre Bella—. Necesitaba que alguien la despertara y la hiciera entender que no tienen porque pasarle por encima, que le hiciera entender que es hermosa, talentosa, fuerte y un montón de cosas más. Eugenia hizo eso en tres semanas. Es una locura.

—Aún no puedo hablar demasiado con ella, pero también la veo como nunca la había visto antes, ella no es una persona romántica, sentimental, ni nada de eso pero ahora la veo más amorosa que nunca —Gigi rió—. Un buen complemento.

—Descansa, Mariana, buenas noches. —me dio la espalda y pensé: "Maldita desagradable perfecta, no se podía odiar así."

Desperté cuando su buscapersonas comenzó a sonar, el reloj marcaba las 4:00 am. Se trataba de un niño que estaba sufriendo de una hemorragia interna, tuvimos que preparar el quirófano en tiempo record y de urgencia por suerte todo el mundo lo hizo muy rápido.

—Hay demasiada sangre —dijo tratando de encontrar desde donde venía la hemorragia. Parecía casi imposible—. Por favor, todo el mundo en silencio, incluida la máquina —dio esa orden, la seguimos y soltó una sonrisa.

¿Cómo lo encontró tan rápido?

—¿Cómo lo hiciste? —reí.

—Es una técnica que usan los cardiólogos en África cuando revisan a los niños con este tipo de cosas, obviamente es un poco más útil por las características del corazón, pero en teoría sirve para todo, menos el cerebro —rió—. Aún así la puedes utilizar en tus próxima cirugías. En África todo es diferente, no tenemos todas estas cosas, por lo tanto, vas desarrollado otro tipo de sentido como este. Okay, tu turno.

Me dio la confianza de terminar la cirugía bajo su supervisión, ahora confirmaba que una maldita persona perfecta.

La cirugía terminó con éxito y salimos del quirófano cuando todo el mundo estaba llegando a su turno, vi como se fue con Peter a tomar café y sentí un poco de envidia.

—Lali, buenos días —Santiago nuevamente me descubrió mirando a Peter—. ¿Estuviste en una cirugía nocturna?

—Sí ¿Todo bien? —pregunté con una sonrisa.

—Mejor que tú al parecer —suspiró y se apoyó en el mesón—. Es muy temprano para hablar sobre este tema y tengo un día bastante largo en el quirófano pero claramente no estamos yendo a ningún lado ¿No? —no pude responder su pregunta— No tengo idea qué fue lo que pasó en tu terapia individual pero pienso que desde ahí todo ha cambiado mucho más. ¿Quieres tomar una decisión con respecto a esto?

Aún hay algoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora