Aun hay algo 7

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Bella y Gigi se quedaron en la cafetería para disfrutar de su reencuentro de hermanas, nunca me enteré que Gigi tenía una hermana porque todos nuestros encuentros todo el tiempo fueron sexuales y jamás hablábamos demasiado de nuestra vida privada, pero en el fondo también se parecían un montón.

—No me sabía su apellido. —dije riendo y Tincho soltó una carcajada. —Nunca se lo pregunté ¿eso está mal? —pregunté.

—Supongo que no. —le estaba pidiendo consejos al hombre menos indicado. —Pero la verdad es que no sé si soy un buen ejemplo para ti. —reí. —Lo que quiero que me expliques es ¿Hace cuánto tienes esta amiguita? ¿Por qué nunca la mencionaste? ¡Está buenísima, Peter! —soltó una sonrisa. —¿Cómo es que tu no te sabes el apellido y ella sabe tu trabajo?

—Es una larga historia, la conocí hace un tiempo en el orfanato de mi ciudad. —me dió un empujón. —Hace trabajos con UNICEF, pero no tengo idea a que se dedica, todas las veces que nos juntamos no hablamos demasiado. En realidad nos dedicamos a otras cuestiones. —soltó una carcajada. —Y ahora me escribió porque se olvidó de unas cosas en el departament, le dije que venga hasta acá y pregunte por mi.

—Entonces... ¿Ahora se está enterando que eres doctor y todo eso? —preguntó entre risas.

—Algo así. —respondí.

—JUAN PEDRO ¿¡PUDO SER UNA ASESINA SERIAL!? ¿¡DE VERDAD NO LE PREGUNTASTE NADA!? —me gritó, moviéndome los hombros con sus manos.

—Ella me dijo que no hable. —agregué con una sonrisa. —También mencionó que no quería absolutamente nada serio, y que mientras menos sepamos del otro era mejor, entonces, es exactamente lo que estoy buscando ahora; solo liberar tensiones. —levanté las cejas y me dió un golpe. —Tenemos una relación a conveniencia de ambos.

—Extraña pero no te culpo, no necesitaría más información con esa mujer. —rió. —La persona que en este momento se debe querer morir es Lali y no lo digo por ti, dijo en la sala de descanso que estabas con tu mujer de turno con Bella ahí. —obviamente me reí y tomé una de las fichas de mis pacientes de post operatorio.

¿Por qué hacía esos comentarios?

—Pobre. —sonreí. —Me voy, tengo trabajo que hacer. —y salí.

Revisé mis post operatorios y luego fui a la galería de la cirugía de cardio, estaban hace seis horas trabajando en ese paciente y yo me la estaba perdiendo por revisar post operatorios y quitar apéndices. La China se veía muy agotada y aunque sonara bastante enfermo; la envidiaba muchísimo.

—¡Mi hermana y tú! —me giré y estaba Bella de brazos cruzados, luego soltó una risa. —Diría que no puedo creerlo pero en verdad ella siempre tuvo gustos muy especiales. —se sentó a mi lado. —Me parece muy divertido y chico el mundo.

—¿Te dijo que no tenemos nada serio no? —pregunté y asintió inmediatamente.

—Sí, además, la conozco y no tendría nada serio contigo. —¡Necesitaba a Eugenia para que atacara! —Lali dijo que era tu chica de turno, pero en realidad tú eres su chico de turno. —me apuntó. —Lo siento. —solo moví la cabeza y me reí, no me preocupaba en lo absoluto. —En fin, que divertido ¿seis horas y media? ¿cómo ha resistido tanto tiempo tu amiga?

—Porque es capaz de morir en este pabellón. —solté una orgullosa sonrisa. —No la conoces, pero si algo se le pone en la cabeza, puede conseguir cualquier cosa.

—Como molestarme. —respondió.

—Algo así. —sonreí. —¿Tu hermana se va de la ciudad?

—Peter, Gigi es doctora cómo nosotros, pero trabaja con UNICEF y se la pasa viajando por todo el mundo para ayudar a los niños que lo necesitan. —respondió. Wow. —No me contó demasiado sobre ustedes, pero me dijo que ambos no tienen idea sobre sus vidas. —asentí. Me estaba sorprendiendo ahora. —Es mi hermana mayor, fue compañera de la Dra. Mitchell e hicieron sus prácticas juntas, pero ella odia estar en un lugar por mucho tiempo. —me miraba. —Somos diferentes.

Aún hay algoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora