Peter organizó un viaje a Connecticut por el fin de semana y lo mejor de visitar a su mamá además de su agradable compañía era comer hasta explotar porque cocinaba maravilloso.
—Necesitábamos mucho esto, no? Hacer un viaje solitos, un poco lejos de toda la locura que tenemos en el hospital y más allá de que nadie nos joda en el departamento tampoco logramos tener privacidad absoluta, cuando se muda la china? En cuanto se mude tenemos que hacer la campaña para sacar a Tincho —El se reía de todas mis locuras.—
—¿Que pusiste en este bolso? ¿Piedras? —preguntó sorprendido.
—Todo lo que necesita una mujer para un viaje al campo —agregué con una sonrisa mientras me rociaba la cara para luchar contra los mosquitos y luego me sentí un poco mal por decir campo.— Con su novio de luna de miel, necesito un montón de cosas para lograr esto que ves —soltó una carcajada.— ¿Tenemos que caminar mucho más? No me dijiste que haríamos todo esto caminando.
—¿Viste algún taxi? —preguntó con una sonrisa.— No estamos en New york, no comiences a quejarte
—No, no me mal entiendas mi amor por favor. Me encanta, me encanta este lugar es muy lindo y tranquilo. Mira esos chiquitos que juegan a la pelota, me muero de amor me imagino que así estabas en la plaza jugando con el lunar y la nariz de poroto, por dios me vuelvo loca. —pobrecito, simplemente se reía de todas mis ridiculeces.
Finalmente pasó un taxi y nos llevó hasta su casa. Nos abrió un señor de una edad similar a la edad de su mamá, nunca lo había visto en mi vida y a juzgar por la cara de Peter tampoco, entramos y ella apareció desde la cocina con una sonrisa.
—Mis amores, que lindo tenerlos acá —me abrazó primero y luego llenó de besos a su hijo.— Peter, Robert... Robert mi hijo Peter —agregó ella algo nerviosa, entonces entendí lo que estaba pasando y ya me daba un poco de risa.— Mi amor, Robert es mi novio. —la cara de Peter cambió impresionantemente y yo quería llenarlo de besos en ese momento.
—Ok, voy a dejar estas cosas a mi habitación —dijo y subió la escalera, me dejó ahí en un momento muy incómodo. Entonces tuve que seguirlo haciéndome la loca— ¿Novio dijo? ¡Como que novio! Nunca mencionó que estaba de novia y hablamos todas las semanas, ni siquiera me preguntó si quiero conocerlo —agregó molesto mientras lanzaba el bolso.— No da para nada, no debería...
—Peter —lo tomé de ambos brazos.— Mi amor, tu mamá tiene todo el derecho de hacer su vida con quién quiera ¿Por qué te pones así? ¡Ni siquiera lo conoces! —reí.— Quizás quería decirte en persona la información para que no te vuelvas loco —caminaba de un lado al otro y yo aguantaba la risa.— Sé maduro, ya eres un tipo grande. No la dejes en verguenza
—Mi amor, pasó algo? —apareció su mamá en la habitación
—¿Novio? ¡Como que NOVIO! ¡Mamá! ¿Hace cuanto estas de novia? Nunca lo mencionaste en el teléfono, donde lo conociste? ¿A que se dedica? ¿Donde vive? ¿Tiene hijos? ¡No quiero mas hermanos! —ella soltó una sonrisa y le dió un abrazo.
—Los dejo para que...
—No Lalita, por favor. No hace falta —agregó con una sonrisa.— Sientate. No quería decirte por teléfono porque te ibas a volver loco y no quería soportarte todos los días con tus preguntas, me pareció que lo mejor es que se conozcan en persona. Estamos hace un par de meses, me acompañó a new york para tu juicio pero me pareció que no era el momento. Es arquitecto, me lo presentó una amiga, hey! Es un buen hombre, no tienes nada de que preocuparte —Cuando dijo eso, entendí su actitud.
—¿Te quiere, no? —ella asintió.— ¿Te respeta? —asintió nuevamente.— ¿Eres feliz?
—Si mi amor, si no fuese importante para mi creeme que el no estaría este fin de semana con nosotros. Conocelo, es una muy buena persona —Peter le dió un abrazo y ella nos dejó solos nuevamente.
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Aún hay algo
FanficDos jóvenes médicos vuelven a reencontrarse en su internado después de años, ambos con un presente muy diferente y un pasado sin superar.