Aun hay algo 37

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Desperté cinco minutos antes que la alarma solo porque escuchaba la risa de Eugenia como nunca jamás lo había hecho desde temprano, me puse la almohada en la cabeza y de pronto se abrió mi puerta de golpe; estaba Martín con los ojos cerrados.

—De pronto se me ocurrió que podemos llamar a la modelo, decirle que Bella sufre demasiado y tiene que venir a buscarla —dijo entrando a mi habitación y se sentó en los pies de mi cama—. ¡Es mi vecina! No puedo seguir durmiendo si se ríe así a las 6:50 de la mañana, digámoslo en el desayuno y que se vayan a uno de los departamentos que dejó Marce.

—Creo que si decimos algo nos pueden echar a nosotros y tú tienes a donde ir. —respondí y él asintió.

Otra carcajada intensa y desubicada de la China.

—¿Qué mierda hacen para que se ría así? Vamos, tenemos que aclarar esta situación. —dijo y lo seguí para que no abriera la puerta porque el shock podía ser grande pero nos encontramos con las dos mirando el iPad mientras se reían—. No tienen respeto por la familia —dijo Tincho valiente—. ¿No pueden mirar esos videos a una hora donde ¡NO ESTEMOS DURMIENDO!?

—¡Perdón! —dijo Eugenia. ¿Estaba llorando de la risa? inmediatamente se me terminó el enojo y me puse muy feliz por ella— ¿Vieron esta aplicación que te hace viejito? Perdón, no se enojen conmigo —su alarma comenzó a sonar—. Okay, me voy a la ducha. —Tincho esperó que entrara al baño y nos metimos a la cama como mosqueteros responsables.

—¿Cuáles son tus intenciones con nuestra princesa? ¡Peter era el efectivamente el perfume! —dijo Tincho mirándome, Bella nos miraba riendo.

—Habla, queremos saber como ha nacido este romance y cuales son tus intenciones ¿Te dejaron y la elegiste a ella? ¿Por qué tardaste tanto en decidir? Di la verdad, si eres una cazafortunas te vamos a descubrir.

—Si, la elegiste porque ahora puede estornudar dinero, no? —agregó Tincho.

—La verdad es que el primer día que llegué a Los Ángeles me di cuenta que todo estaba mal —Muy sincera — Me dió un poco de pena porque era mucho tiempo de relación, teníamos un montón de proyectos de vida pero luego fuí entendiendo que todo pasaba por algo, Euge me fué a buscar y yo me quedé pensando en lo infeliz que sería si me seguía mintiendo, mi novia estaba de viaje todo el tiempo y no me daba bola —soltó una sonrisa. —Cortamos muy civilizadamente y me tomé el tiempo para decidir si quería seguir viviendo allá, cuando vi que la china se fué a Europa, la seguí.

—Perfecto y sincero resumen —dije con una sonrisa.

—Vamos a confiar en tu palabra, pero no debes despertarnos nuevamente o te irá mal en la relación —agregó Tincho y ella soltó una risa. —Hablando muy en serio la china es nuestra princesa y la vamos a proteger de todo, si estas jugando con ella te vamos a destruir Malibú

—Juro que no lo estoy haciendo, mis sentimientos son sinceros. — me miró con una sonrisa — ¿Debería amanezarte por mi hermana? — negué inmediatamente y rió.

Desayunamos juntos los cuatros con la pareja del momento y nos fuimos al hospital ahora nos tocaba el asiento de atrás así que de pronto me sentí como el hijo adoptado de la familia unicornio.

Entramos a la sala a cambiarnos para nuestra rondas mientras Tincho se quejaba que durmió diez minutos menos. Todos nuestros buscapersonas comenzaron a sonar al mismo tiempo lo que significaba una locura.

—Atención muchachos —dijo Furriel, mientras nos poniamos las capas y los guantes. —Tenemos un accidente fatal de un bus escolar, no sabemos con exactitud el número de heridos pero esto en diez minutos más será un caos. La sala de emergencia será dirigida por Benjamín, Martín y yo —obviamente sentí orgulloso de mi amigo. — No hace falta que les recuerde que todos los casos de gravedad tienen prioridad, sepamos distinguir y tratemos de ocuparnos rápido de quienes no necesitan mayor atención. ¡Vamos vamos vamos! — gritó, cuando comenzaron a sonar las ambulancias que llegaban al hospital.

Aún hay algoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora