Aun hay algo 2 - 15

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A la mañana siguiente me levanté a preparar el desayuno para Bauti y papá, ver a mi hijo así de apagado, silencioso y perdido fué durísimo para mí, llamé a una psicóloga inmediatamente para que me diera una mano con este proceso tenía tantas cosas en la cabeza que en cualquier momento me explotaba.

Salí al hospital acompañada de Bella que tenía una cirugía, en cuanto entré nuevamente sentí la mirada de lastima de todo el mundo, odiaba a las personas ni siquiera me conocían para mirarme de esa manera.

—Lali, que haces acá? —me dijo Amelia.— Te pedi que por favor te tomes un tiempo para estar en casa con tu familia.

—Amelia, agradezco tu preocupación pero creeme que puedo con esto y mucho más, solo quiero saber como está scott nada más, no entraré al quirófano ni haré una locura, no te preocupes por este lugar. —reí.

—No estoy preocupada por este lugar, estoy preocupada por ti —dijo siguiéndome.— Lali.

—No me quites esto, es lo único que me queda para seguir. —solté muy sincera en el pasillo del hospital.— Los chicos y esto, sino creeme que ya hubiese saltado de un edificio. —bajó la mirada y asintió, iba a darme un abrazo pero di un paso atrás.— No lo necesito, estoy bien. —caminé por el pasillo directo a la habitación de Scott y me encontré con Ursula.— Buen día.

—¿Que haces acá?

—¡Tu también! —me tomé la cabeza.— No quiero hablar de nada, solamente vine por Scott, como está? —tomé la tablet para verificar todo, me hizo un resumen sobre su nueva noche.— Esperemos la tercera noche y mañana vamos a bajarle a todo, para animarlo un poco más... se ve todo muy bien, estoy sorprendida con la función cerebral, ojalá no tenga algún daño. —hice zoom leyendo todo con detención.— Está bien por suerte, ya va dependiendo de ti Scott.

—¿Como estás? —preguntó.

—Voy a dejarte unas observaciones para que tengan ojo, esto es lo único que me parece extraño y mañana le bajamos a esto que también lo dejaré anotado acá. —dije escribiendo.—

—¡Dra. Lanzani! —el padre de Scott acompañado de un café, me dió un abrazo que no correspondí porque no quería que me tocaran.— Tenía tantas ganas de verte, muchas gracias por todo lo que hiciste por nuestro campeón de verdad eres la mejor doctora que conocí, estoy muy ansioso para verlo despierto nuevamente ¿Falta mucho?

—Espero que no, está dependiendo de él. Cuando despierte vamos a saber si tiene algún daño, espero que quedemos todos a gusto —dejé la tablet en la mesa.— Scott ha sido un gran paciente muy fuerte y concentrado, con respecto a su recuperación espero que tu también tengas la paciencia necesaria.

—Así será Doctora —me dijo con una sonrisa.— También me gustaría decirle que siento mucho su pérdida, mi más sentido pésame.

—¿Quel? —Reí.— Mi marido no está muerto, está perdido. Muchas gracias de todas formas, Ursula te veo luego. Chau

—Lali, tienes un segundo? —salí de la habitación.— Lali —me siguió hasta la sala de descanso, habían puesto un vidrio en el casillero de Peter, me quedé mirando con atención.— Amelia, lo puso para que... si llega una persona nueva sepa que no se puede usar hasta nuevo aviso.

—Está lindo —sonreí.— ¿Tienes alguna duda?

—¿Todo bien en casa? Ayer llamé a tu hermana para saber de ti...

—Mi hermana está llorando en su casa, probablemente peor que yo —sonreí.— Estoy como puedo, no quiero hablar mucho porque no tengo nada para decir, no hay novedades hasta el momento y tampoco demasiado tiempo. Bauti sabe más o menos lo que pasa, dentro de lo que se le puede decir fuí lo más sincera posible —salimos y caminamos juntas por el pasillo.

Aún hay algoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora