Si no hacía algo productivo en esta semana de suspensión me volvía loco, aproveché para ordenar un poco mis cosas en casa, organizar algunos casos que traje de Bostón para estudiar, visité a mamá que no estaba acostumbrada de verme tan seguido y disfruté de varias cosas que no se podían hacer con los turnos del hospital.
—No creo para nada que lo que pasó sea motivo de suspensión —me decía Leo molesto desde skype, estábamos debatiendo sobre un paciente que operaba esta tarde.— Siempre ha sido un pelotudo que se aprovecha de estos momentos,nuncs entendí porque no se volvió a Londres cuando Lali lo dejó. —solté una sonrisa y moví la cabeza Leo siempre ha sido lo más.— Tienes que concentrarte más, no le des en el gusto a ese inepto.
—Lo peor es que tampoco lo hice con esas ganas, capaz la pifié hablando con el paciente pero no lo iba a operar sin hablar con Ursula, no soy pelotudo ¿Como voy a llevar a una persona al quirófano así? Igual Amelia no le dió mucha importancia, pero no estoy seguro si es porque no le pareció grave o porque no quiere joder a Lali, seguro que tengo algunos privilegios por ser su marido. —reí un poco avergonzado.
—Aprovechalos entonces —rió.— Deberías trabajar duro para sacar a ese pelotudo del lugar, estar en nueva york no significa ser la sombra de tu mujer, lo hablamos acá Pitt, tienes que ir por todos donde sea, capaz mañana vas a estar en un hospital rural tratando de salvar vidas con insumos limitados. —tenía razón obviamente.— No te olvides de lo importante que es tu camino también, si lo haces después afectarás tu relación y eso no está bueno para los dos.
—Si, lo sé. —sonreí.— Gracias Leo. —El padre que jamás tuve.
— Nada que agradecer hijo. ¿Lali, todo bien? ¿Los chicos? —preguntó.
—Todo bien, Lali muy a full ha tenido una semana con muchas cosas en el trabajo estoy tratando de ser un aporte en casa también —se rió de mi obviamente.— Ya sabes como es tu hija cuando le agarra mal humor pero está bien, los chicos también Bauti se adaptó bastante bien al colegio y Alle no tiene problemas sociales —movió la cabeza tentado.— Solamente soy yo el desencajado pero se me va a pasar.
—Ánimo, no es fácil —dijo con una sonrisa, parecía entenderme pero no estaba seguro si alguna vez había pasado por algo así.
—Tengo que colgar porque voy saliendo —dije mirando el mensaje de Tincho.— Informame como sale la operación y mandale saludos a todo el equipo.
Colgamos y bajé corriendo, Tincho se estaba esforzando por poner mi mente en otro lugar y hacíamos panoramas para dejar de estar tan estresado con mis pelotudeces de siempre. Hoy visitamos la base con sus amigos militares, me divertía un montón porque jamás estuve en algo así, llegamos a un lugar tremendo que recorrimos por completo, tenía una pequeña clínica donde trataban algunos casos de los militares que llegaban recién al país con algunas dificultades.
—¿Y porque no trabajas acá si puede? —pregunté sorprendido, entrando al gimnasio.—
—Porque sería un poco aburrido, no hay mucho por hacer. Acá estabilizan a algunos pacientes y nada más... luego los mandan a casa o a hospitales más grandes dependiendo de lo que les pasa, algunos prefieren esperar acá hasta recuperarse para no preocupar a la familia, todos estos tipos pasan por muchas cosas, ayudarlos con lo más mínimo es fortuna para ellos —suspiró sentándose en la máquina de pesas.— ¿Brenda está enamorada?
—No lo sé, no conozco al novio aun... está preparando la presentación—reí mirando hacía todos lados.— Está tremendo el lugar, allá como trabajas?
—En... carpas grandes, debe ser parecido a lo que hiciste en UNICEF —tremenda experiencia.— pero en vez de niños nosotros atendemos a militares con los huesos expuestos —solté una sonrisa y me senté.— La extraño mucho, está hermosa... el día que la vi con Lali me quería morir, además tu mujer en cualquier momento me da un tiro en el cabeza, ya no me fuma ni dos segundos.
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Aún hay algo
FanfictionDos jóvenes médicos vuelven a reencontrarse en su internado después de años, ambos con un presente muy diferente y un pasado sin superar.