Aun hay algo 84

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Una vez finalizado nuestro tercer año de estudio, Lali decidió que fuéramos a descansar a los Hamptons junto a Bauti que cumplió su quinto mes, el tiempo volaba y él se mostraba cada vez más despierto, jodía un poco menos aunque era bastante enérgico pero siempre completamente hijito de mamá, moría por Lali y todo el mundo lo decía, si ella desaparecía por diez minutos iniciaba un super escandalo.

—¡¡Hay cosas Vegetarianas en la parrilla!! —dijo Eugenia celebrando.— Yo venia preparada para comer lechuga o alguna ensalada aburrida —me abrazó.— Gracias amiguito.

—¿Como te voy a invitar a que vengas a pasar unos días sin hacer un menú especial? —reí y Tincho apareció con una cerveza.— Muchas gracias, todo bien? ¿Como estuvo Bostón?

—Tranquilo, aproveché para visitar a mi mamá y luego hicimos cosas nuestras. Ustedes? Es lindo acá, nosotros vinimos para las vacaciones pasada además muy tranquilo, tu hijo le está dando mucho trabajo a la tia Brenda —agregó con una sonrisa mirando el living, Eugenia entró para darle una mano.— Gracias por la invitación amigo, la verdad es que no venia perfecto estar un poco mas acompañados, Brenda no la está pasando del todo bien y no lo quiere compartir con nadie

—¿Que le pasó? —dije preocupado.

—La maternidad —respondió triste.— Venimos intentando hace un montón pero no se nos da, nos hicimos examenes y está todo perfecto —agregó mirando el piso.— No hay explicación para lo que pasa, simplemente no sucede y creo que eso la tiene muy agobiada, además debe ver a Lali muy realizada con Bauti, lo mismo la China y ya sabes como es Brenda adora a los niños —asentí.

—Dejen de buscarlo, digo... como plan capaz están tan estresados pensando en que se tiene que dar que buenoo... No lo sé, nosotros nunca lo pensamos, ni siquiera lo hablamos, la única vez que Lali mencionó algo sobre un bebé me dijo que abortaría porque no estaba en condiciones —el soltó una sonrisa.— No te vas a dar cuenta cuando la veas con una panza enorme, será el momento mas feliz de tu vida amigo.

—Espero que sea pronto, la verdad es que yo no tengo ningún apuro pero no me gusta verla a ella mal por este tema, me siento culpable aunque no tenga la culpa ¿Puedes decirme si hiciste algo especial para la noche de Bauti? —solté una carcajada, el también lo hizo.— Alguien le dijo que después de tener sexo tenía que levantar las piernas y dios... me tiene muy fastidiado con eso pero trato de no decirle nada.

—Definitivamente Bautista es Mariana —dijo Brenda con una sonrisa.— Así se portaba Lali de bebé, mamá siempre nos contaba historias, se vienen los dientes... prepárate —agregó con una sonrisa mientras lo movía un lado al otro.— ¿Donde está Lali?

—Se fué a cambiar porque se quería meter a la piscina —dije con una sonrisa. En ese momento apareció mi mujer diosa como siempre con un perfecto moño atado atrás, me quedé mirándola en silencio y solté una sonrisa.

—Vas a tener que esforzarte un poco con tu look, no estas a la altura de esta belleza —me dijo Tincho.— Tienes que cortarte el pelo y quitarte la barba — Haces eso y automáticamente te vuelves fachero —lo ignoré porque me quedé mirando a Lali hasta que entró a la piscina y luego solté una sonrisa.

—Si, aprovecho estos meses de relajo sin hospital para no cortarme el pelo pero ya no me queda mucho tiempo —reí.— De verdad tuve mucha suerte de flechar a Lali de pendejo, no? Siento que ahora no me hubiese mirado —Tincho se quedó sorprendido con mi confesión.— Digamos la verdad soy poca cosa, todo el mundo lo dice.

—¿Por qué no tienes plata? No seas tarado. —me dió un empujón.

—Ok, la carne está lista y tus verduras ya vienen —miré a Eugenia que estaba densa con su esposa en una silla aprovechando que la pequeña Rufi dormía plácidamente.— La budita no se despierta por nada del mundo —dije riendo.

Aún hay algoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora