Aún hay algo

Aun hay algo 100

Estábamos organizando todo para mudarnos a Boston donde cerré mi trato con el director del hospital que era extremadamente buena onda, aunque en cada charla que tuvimos me di cuenta que nombró a mi papá en casi todas y eso no me gustaba para nada. Estaba en el departamento cocinando para Peter cuando regresara, la semana libre me vino bastante bien después de todo el caos que tuve post sensores exitosos.

—Santiago y el jefe se pusieron felices por la noticia, me dijeron que puedo regresar cuando quiera —agregó con una sonrisa— Pareció sincero por parte de ambos, además nos deseó todo lo mejor del mundo —solté una sonrisa y le di un beso— ¿Que tal tu día en casa? ¿Te aburriste mucho?

—No —puse los platos en la mesa— La verdad es que necesitaba mucho aterrizar de toda la locura que he vivido este año, entre estudios, sensores, Eugenia, Amelia, Bautista, los viajes de un lugar a otro, siento que tengo cincuenta años pero lucho para llevarlos como lo hace Jennifer Lopez —soltó una carcajada y se sentó a comer— Hey, estuve pensando algo todo el día.

—Que miedo —dijo levantando las cejas.

—Tarado —reí mientras me ponía un poco de ensalada en el plato— ¿Nos casamos? —solté de golpe y me miró sorprendida— ¿Te acuerdas que te dije que yo no quería nada cursi? —asentió riendose— ¿Te casarías conmigo?

—Claro que si mi amor —agregó sorprendido— ¿Tenía que preguntarte yo, no? Bueno estamos en otro siglo donde ustedes tienen todo el poder, yo me dejo querer nada mas —soltó con una de las sonrisas maravillosas— Además tu papá tiene razón, soy un pollerudo. Feliz me caso contigo, no tengo problemas sobre eso pero ¿Puedo preguntarte porque te quieres casar ahora? ¿Que planeas? —Una de las peores cosas de estar con una persona que te conocía demasiado es que no había manera de jugar sucio.

—Ok, el día de la ceremonia todo el mundo me saludaba para hablarme de proyectos y un montón de cosas que para ser sincera no le puse atención a los mas densos —dije riendo— Pero lo primero que me decían algunos era "Dra. Esposito, como Leo Esposito? Aaahhh ahora todo tiene sentido" ¿Te das cuenta de eso? Por eso di un discurso un poco molesta, papá trabaja en ese hospital y llegar a Bostón como Dra. Esposito me parece molesto, además Amelia me dijo que si mi método de los tumores lleva mi nombre voy a tener que diferenciarlo de todas las cosas que hizo mi papá por la cardiología, no me suma para nada por donde lo mires. Lo amo pero me lo quiero sacar de encima

—Osea que te quieres casar conmigo para llevar mi apellido? —preguntó.

—Y porque te amo con todo mi corazón y no podemos seguir teniendo hijos fuera de la ley —soltó una carcajada— ¿Lo harías por mi? Mi amor, a mi no me interesa esos papeles, esa ceremonia, nada... de verdad no me interesa porque no define el amor que siento por ti pero necesito seguir creciendo fuera del ala Esposito.

—Dra. Lanzani me vuelve loco —agregó con una sonrisa— Cuando te vea en pizarra así me voy a desmayar, ok aceptó! ¡Dije que si! ¡Amigaaaa dije que si! —agregó imitando a las chicas que salían en los programas de TV.— Dra. Lanzani, usted está loquisima.

—Vas a estar directamente vinculado a mi Sr. Lanzani, lo siento pero todas saldrán corriendo en cuanto sepan que soy tu mujer —soltó una carcajada— Estoy jodiendo, Bautista por favor deja de lanzar los juguetes de esa manera, vas a ordenar todo lo que estás haciendo —nos miró a ambos y soltó una sonrisa Lanzani

—Yo no —me hizo con el dedito— fuí

—¿Estas mintiendole en la cara a mamá? —nuevamente soltó una sonrisa— Ordena todos esos juguetes ahora mismo y es la última vez que lo diré —soné dura pero tenía que aprender porque últimamente estaba demasiado mimado haciendo desorden por todos lados.