Aun hay algo 48

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Desperté en la cama de Peter sin recordar en qué momento llegué acá, significaba que realmente lo di todo la noche pasada, hace mucho no salía a bailar con mi novio y la verdad es que lo disfruté bastante. Desayunamos en la cama y luego entré a ducharme porque se nos estaba haciendo demasiado tarde.

—Vamos a tener que tomar un taxi —dijo Tincho mirándonos. En la puerta de salida había una maleta—. La China no pasó la noche acá y esa maleta es de Bella —miró a Peter—. Antes de que te vuelvas loco gritando por cualquier cosa, lo mejor es que primero hablemos con Eugenia. —saqué mi teléfono y Brenda negó.

—Ya la llamé diez veces, tiene buzón. Seguro que se fue dónde la mamá —miró hacía todos lados—. ¿La maleta significa fin de la relación? ¿Deberíamos estar preocupados no?

—La maleta significa que... —Peter no pudo terminar la frase, apareció Bella con una cartera, tenía los ojos llorosos, soltó una sonrisa y me miró—. Espero que no le hayas hecho nada a nuestra Eugenia, eso fue lo que prometiste y quiero creer que eres una mujer de palabra, Hadid. —le reclamó Peter en modo hermanito mayor y era temible.

—Nos vemos en el hospital. —respondió mirándome y salió del departamento.

—¿Eso fue un sí? —preguntó Peter tomando las cosas para salir.

—Me parece increíble la actitud de hermano mayor pero no te pases —dije advirtiendo la situación—. Recuerda que las relaciones son de dos personas, tú no tienes nada que ver en esto.

—Sí tengo que ver, es mi mejor amiga y no la quiero ver sufrir por culpa de otra persona. —me respondió molesto—. Eugenia le abrió su corazón, no puede ser que en menos de tres semanas la deje porque la otra modelito viene a decirle que quiere recuperarla.

—No sabemos lo que pasó, Peter —comentó Tincho muy sensato—. Lali tiene razón, tenemos que esperar a Eugenia.

El tema se terminó ahí, le escribí un mensaje para que me actualizara su estado, no saber dónde estaba me ponía muy nerviosa; sobre todo por lo extraña que estuvo los últimos días.

Llegamos al hospital y tampoco había noticias sobre ella, después de hacer las rondas junto a Vázquez la llamé nuevamente pero nada.

—Mariana —apareció Shay con su tablet y una ficha— ¿No tienes noticias de Eugenia? —negué— ¡Voy a matarla! —nunca la había visto enojada— Estamos preparando esta cirugía hace una semana, por fin logramos convencer a la familia y ahora se desapareció; espero que le haya pasado un camión por encima o no quiero verla en mi servicio nuevamente —se fue enojada y luego regresó—. En realidad no estaba hablando en serio sobre el camión. Si tienes noticias sobre ella, avisame por favor.

—Sí, claro.

—¡Hadid! —gritó Shay— Prepárate, tenemos una cirugía y tienes treinta minutos para estudiar.

—Dra. Espósito... —Furtadito me trajo de regreso a la realidad mientras mi cabeza seguía con mi amiga— Esta tarde asistiré al Dr. Vázquez y me dijo que operaron un tumor similar hace un tiempo cuando tú estabas en primero, pero no logro... ¿Cómo entramos sin dañar? —me dio la tablet.

—Nicolás —dije con una sonrisa— Benjamín, Alex y todos ellos pueden ayudarte, tiene más experiencia que yo en este tipo de tumores, yo tengo mucho trabajo, y no necesitas esto para llamar mi atención. Pensé que había quedado claro lo que hablamos —miré hacía todos lado y me acerqué un poco—. No le agradas a mi novio.

—Lo sé —me respondió bajito con una sonrisa—. Es verdad, estaba tratando de pasar más tiempo contigo. ¿Es poco profesional no? ¿Podrías no acusarme a mis superiores?

Aún hay algoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora