Aún hay algo

Aun hay algo 67

Lali y Eugenia no se dirigían la palabra hace una semana, las dos veces que tuvieron que compartir servicio se cambiaron ilegalmente mintiendole a nuestros jefes, una de esas era Gigi que tenía conocimiento sobre todo lo que había pasado y obviamente nos les diría nada. Obviamente la situación afectó al grupo por completo, cualquier panorama que quisiéramos hacer no podía incluir a ambas y a mi como novio/mejor amigo era a la persona que más le afectó.

—Anoche traté de conversar un poco el tema con Lali pero la verdad es que está imposible —me dijo Brenda hablando bajito, Lali estaba cambiándose en la habitación.— Pensé que a medida que pasaran los días se le iba a pasar el enojo pero es todo lo contrario, la noto mucho más molesta.

—Es porque Eugenia ya hizo una fiesta y no la invitó —dije triste, Brenda asintió.— Lo peor es que para solucionar esto una de las dos tiene que dar el brazo a torcer y siento que ninguna lo hará, no se me ocurre que puedo hacer, la china me dijo que por el bien de nuestra amistad no quería hablar del tema conmigo. Me siento muy incómodo, estoy en una situación horrible porque ella es mi mejor amiga pero Lali es mi novia no le voy a dar la espalda tampoco, además las dos se equivocaron

—Trataré de ayudar pero ya sabes, no sé cual es mas testaruda y orgullosa —Lali abrió la puerta.— Entonces le dije a Martin que ese centro de eventos me parece bien, además nosotros nos tenemos tantos amigos, tanta familia, serán invitados moderados no quiero a nadie por obligación —agregó con una sonrisa.— Estoy comenzando con los preparativos, como dama de honor tienes que trabajar.

—Genial —dijo Lali tomando una tostada.

—Tienes el pelo muy mojado, te vas a resfriar —dije con una sonrisa.

—No me da el tiempo ¿Que tengo que hacer? —le preguntó a brenda.

—Cuando tenga todo definido voy a decirles en que necesito ayuda porque Tincho no es capaz de dar una opinión, me dice que si a todo lo que propongo en realidad siento que no le interesa nada de la preparación, se quiere casar y listo. Si fuera por él lo haríamos en el estacionamiento del hospital.

—Buenos días —apareció Tincho de su habitación poniéndose la camisa. Llenó de besos a Brenda y se sentó.— Peter, recuerda que hoy tenemos que darle una mano a las chicas con la mudanza, las cajas quedaron todas listas anoche pero necesitan manos. —Miró a Brenda.        

—Si, Eugenia me escribió anoche. —dijo Brenda.

Hubo un silencio eterno después de ese comentario. Nos fuimos al hospital cuando entramos a la sala de descanso Lali saludó a todo el mundo de beso menos a Eugenia como lo hacían todos los días.

—¿Tenemos que llevar algo? —preguntó Cande.

—No, solo la presencia —dijo Eugenia.

—¿De que hablan? —preguntó Martin.

—¿No revisaste tu correo? —rió Cande.— La fiesta inauguración del departamento Beuge. Me encanta la producción ¿Estas segura que los vecinos van a permitir que hagas una fiesta en ese lugar?

Mientras hablaban abrí mi correo y estaba la invitación, inmediatamente me pregunté ¿Puedo ir con Lali? aunque seguramente ella no estaría entusiasmada con la idea, se vistió flash y salió de las primeras del lugar. Yo hice todo tranquilamente, La china se sentó a mi lado y me miró con una sonrisa.

—Ya sé que no hace falta que lo diga, pero tienes invitación individual —agregó con una sonrisa, siempre muy directa con su información.— No quiero que tu novia contamine mi lugar de amor con sus malas energías —se puso de pie y negué algo triste, no me gustaba para nada como se refería hacía ella.