Aun hay algo 14

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Pasó una semana de la muerte de la madre de Nick y lo acompañé todo lo que pude gracias a su familia que me lo permitió, me veía tan reflejado en la mirada perdida de ese niño lleno de pena y dolor.

Tenía el deber de regresar mi atención al internado, no podía perder la cabeza los primeros meses, Santiago aún me estaba torturando con el castigo, así que mis operaciones que tenían que ver con el corazón era con el médico que hacía los procedimientos más pequeños; eso era lo que me tenía algo frustrado.

—Hijo de puta. —pensé en voz alta llenando la ficha de mi última paciente. Eugenia me miró riendo. —Me sacó del quirófano, se besa con mi ex novia en mi cara y disfruta hacerme sufrir ¡Fuck! Quizá se enteró de todo, hacerme la vida imposible de esta manera tendría una explicación.

—¿Cómo vas con la Hadid buena? —preguntó guardando el celular.

—Bien, tenemos la mejor relación sexual del mundo. Todo el tiempo pensamos que saber más sobre el otro, iba a dañar un poco eso, pero ahora que hablamos un poco sobre nuestras vidas la estamos pasando aún más bomba. Es una diosa esa mujer. estoy disfrutando lo que me quede de tiempo con ella. —Eugenia soltó una carcajada. —¿Qué onda? Te veo muy sola.

—Nunca sola, cariño. —me cerró el ojo y reí.

—¡A ustedes los busco! —apareció Brenda con una sonrisa y me dió un abrazo fuerte, yo la levanté y ella rió. —Mi chiquito. —me tomó la cara. —Que bien te queda este atuendo de doctor, por favor. Hey, mañana sábado haré la fiesta de regreso en el departamento no pueden faltar, si odian a mi hermana haganlo por mi.

—Yo la amo. —respondió Eugenia mirándome mientras movía las cejas. —Por supuesto que no vamos a faltar ¿el novio de Lali está invitado?

—No, se va a pescar con los amigos. —rió y suspiró. —¿Han visto a mi hermana?

—Acaba de besar a su novio en ese pasillo antes irse a sus rondas con Vázquez. —respondí y Brenda movió la cabeza. —¿Puedo ir con acompañante?

—¡AAAAAYYYY! No, por favor no me digas. Sí, obvio que sí. —hizo un puchero. —Invité a todos los chicos que estaban en la salita de ustedes, porque supuse que mi hermana no lo haría, Tincho también viene y no me miren así, no tiene chances conmigo porque en el 4to piso me dijeron que estuvo con el 80% de las enfermeras, lo que me da mucha vergüenza.

—Cuidado con los aires de ex, están pegando fuerte en este hospital.

—Hola Brenda. —dijo Bella con una ficha en las manos. —¿Pueden ayudarme?

—Por supuesto que no. —le respondió Eugenia.

—Estoy recolectando ayuda para unas familias musulmanas que quedaron...

—Soy judía ¡Eso explica por qué no te soporto! Es por la sangre. Buen día, mi amor. —le dijo a Brenda y luego me dio un beso en la mejilla. —Nos vemos en un ratito, chau.

—¿Se dan cuenta de lo que dijo? No quiere ayudar porque es de otra religión, es por eso que todo el mundo está lleno de tanto odio, no entiendo como no podemos avanzar con esa diferencia estupida creadas por intereses de grandes. —movió la cabeza y comencé a reírme.

—Lo siento, no tengo plata, pero si quieres puedo correr la voz y sobre el odio entre religiones no tengo idea porque no conozco ninguna, solo creo en Tony Stark. —ambas se miraron y Brenda me abrazó.

—Capaz lo ves un poco oscuro Bella, pero este hombre es el mejor corazón que conozco en la vida, ojalá puedas conocerlo bien, y paciencia con Eugenia, es un ser especial que sólo puedes querer si conoces bien, pero de todas formas te recomiendo que muestres tu personalidad con ella, quizás así deja de joderte. —se apartó de mí. —Tengo que regresar, nos vemos en la fiesta, por favor lleven cosas para tomar porque es probable que lo necesitemos. —me miró. —Te quiero mucho. —se despidió y salió.

Aún hay algoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora