Aún hay algo

Dra. Lanzani y Allegra

Llegué al hospital corriendo directo a una reunión sobre todo lo que se haría esta semana, habían varias cosas nuevas en mi calendario que cada día estaba más imposible de manejar pero necesitaba cumplir porque eran proyectos en los que estuve interesada por mucho tiempo.

—Dra. Lanzani —entró Peter a mi oficina con una sonrisa— ¿Cómo te fue en la reunión? —preguntó.

—Bien, hay muchas cosas nuevas que quieren hacer acá. Van a invertir en la máquina que te conté y será una de las únicas del país, pero eso significa que tendremos un nuevo flujo de pacientes que vendrán por ella, tengo que organizar esa logística —agregué con una sonrisa mirando el computador.

—Suena interesante —se sentó y me dio el café con una sonrisa— Allegra... Diecisiete años ¿Puedes creerlo? —me dijo con los ojos brillando— En que momento mi princesa, mi pequeña princesa creció tanto, dios me quiero dar un tiro en la cabeza —lo miré riendo— Espero que ese delincuente no este invitado

—¿Quién es el delincuente? —pregunté sin entender— ¿Marcos? —reí— Ahh el novio —me encantaba hacerlo sufrir

—¿Es el novio? —dijo desesperado— Por favor no es necesario que lo digas con esa sonrisa burlesca, a mi me dijo que era su amigo nada más, creo que voy a tener que ponerle más atención cuando vaya a casa, le voy a decir que Bauti que le hagamos una amenaza —pobre Allegra pensé, cuál de los dos era peor— Son bromas, no? —solté una carcajada y en ese momento entró Eugenia.

—Lali, puedes firmar este papel por favor —dijo con una sonrisa— ¡Sr. Lanzani! Buenos días ¿Ya estás preparado para la fiesta? Allegra me dijo que podemos quedarnos un rato y luego prefiere que evacuemos el lugar —Peter me miró y yo solté una carcajada— A mi me parece que está bien, ya no tiene cinco años, podríamos cenar en casa

—De ninguna manera, es un cumpleaños... familiar con algunos amigos, yo tengo que ser parte —Eugenia me miró haciendo una cara y yo moví la cabeza— ¿Que sabes de ese tal Marcos? ¿Rufi dijo algo sobre él?

—¿El novio de Alle? —preguntó y me reí fuerte— Lali, creo que necesita un escáner, le acaba de explotar el cerebro. Peter, no mal pienses todos, tú fuiste joven ¿Que hacías tú a los diecisiete? —entonces me miró, tomó su celular y salió del lugar— Eso habla mucho de sus maldades, todo bien? —me miró

—Me parece muy divertido verlo tan desesperado, si todo bien. Ayer compró todas sus cosas y estuvo encerrada en la habitación con Magnolia llamando a todo el mundo, no sé que están planeando pero me parece buena idea que cenemos juntos esta noche, no quiero estar ahí molestando, todos fuimos jóvenes —le di el papel de regreso— Además está Bautista que es lo más similar a Peter Lanzani que conozco, seguro el departamento no explota

—Me encanta que seas una hija de puta de en la vida menos como madre —agregó con una sonrisa— eres la madre más relajada y genial que conozco

—No tengo opción, me rendí con el carácter de mi hija. Creo que me superó, pero no se lo diré a nadie —soltó una carcajada— Nos estamos haciendo tan viejas ¿En qué momento nuestros hijos crecieron tanto? —simplemente movió la cabeza.

—No lo sé, pero ya le dije a Bella que tiene que ponerme botox —solté una carcajada— Estas arrugas también tienen nombre: Magnolia.

—Creo que fallamos en algo con el segundo hijo —asintió, nos reímos juntas

Después de la charla de amigas, hablé con mi hija para saber si necesitaba algo más, me pidió las velas así que mandé a uno de mis asistentes a comprar porque no tenía tiempo, después de eso entré a una nueva reunión y cuando estaba ordenando todo para regresar a casa me llamaron de urgencias con un paciente que necesitaba entrar a pabellón en ese momento, todos mis neurocirujanos estaban ocupados así que tuve que hacerme cargo de la operación, cada tanto miraba la hroa y me sentía horrible.