Delfina terminó avisando que mi mujer ya no estaba en el hospital porque nunca atendió las llamadas, de verdad estaba enojada conmigo pero no lograba saber cual había el inicio, seguramente era por mi junta con Martin o porque no estaba manejando el mejor humor de todos. Tuve que esperar a Euge para irnos juntos al bar, ella recomendó que le diera un poco de espacio a Lali, pero aun así le informaba sobre mi ubicación.
—¡MIRAAAAAA LO QUE ERES SOLDADO! —dije dándole un abrazo fuerte, estaba delgado.— Como estas amigo? ¡Te extrañamos un montón!
—Yo también campeón, tu todo bien? —me dijo con una sonrisa y luego abrazó a Euge por varios minutos.— Siempre que vuelvo siento que pasaron diez años, esta ciudad cambia demasiado en pocos meses. —se sentó y levantó la mano para pedir.— Estas tan hermoooooosa!!!!! —abrazó a Euge nuevamente aprovechando que quedaron sentados juntos.— ¡Que cosa Nueva York!
—Ni me lo digas a mi —dije riendo.
—Es la mejor ciudad del planeta, que dicen? —Eugenia defendió su lugar.— Estas mas fuerte —le tomó el brazo— ¿Mucho entrenamiento duro?
—En realidad los últimos meses tuvimos poco trabajo entonces me dediqué a trabajar el físico —rió— Han sido semanas muy extrañas amigos, tenía muchas ganas de regresar porque los extrañaba un montón, allá todo está tranquilo dentro de lo que se puede —comenzó con su informe de siempre.— Sigue todo muy cordial lo que está buenísimo y cada tanto hay enfrentamientos pero no pasa a mayores.
—Raro en Trump —dijo Euge.
—Pero es más de lo mismo —nos pusieron las cervezas en la mesa.— ¿Ustedes que tal? ¿Como van las cosas con las chicas, ya estás buscando al niñito? —jodió a Eugenia.— Son muchas mujeres en tu casa, busca el niñito o un babysitter ¿Existen? —Euge movió la cabeza mientras tomaba un poco de cerveza.
—No creo que busquemos el niñito porque Magnolia me da demasiado trabajo amigo, es verdad que somos muchas mujeres pero mantenemos un buen ambiente, en ese departamento vamos a dominar el mundo —Tincho soltó una carcajada.— Todo bien por suerte, Rufi a full con sus clases muy feliz de compartir el curso con Bauti ahora es muy cuida ¿Cierto? —asentí.— Está chocha, el hospital tuvo varios cambios ¡Amelia Wilson está dirigiendo! Bueno eso ya lo sabes, hay nuevas reglas pero está bueno porque ayudará a crecer.
—Buenisimo, le mandé un mensaje a Furriel para que me reciba esta semana y me dijo que tenemos que ver con Amelia que onda, ustedes creen que me de un lugar? —era una mujer impredecible— Con Navarro era todo más fácil, no? ¿Saben porque lo cambiaron?
—Quieren el primer lugar y Navarro ya no sale del segundo —dijo Euge.— Ya sabes como funcionan las cosas cuando una mujer toma el poder.
—Lali debe estar en su mejor momento, no? —me miró con una sonrisa— Brava Mariana, la extraño también ¿Como está? La última vez que la vi fué dura conmigo pero la entendí perfecto. —te odia, estuve a dos segundos de responder cuando Eugenia me miraba con cara de "que le decimos?"
—Bien, trabajando mucho... tomó el control de su departamento.
—¿Se acuerdan que siempre decíamos que iba a ser la primera en tener un cargo? —rió— Es tremenda, nadie tiene su cerebro... yo le hablo a todo el mundo sobre ella, en el ejército es como una rockstar de los sensores, aunque escuché que tienen un filtro muy duro... está buenísimo que esas personas que la pasan muy mal tenga esa chance amigos. Han visto a Bren? La llamé dos veces y no me atendió, mala espina.
—Está de novia —dijo Eugenia con su filtro de siempre.
—¿Que? ¿En serio? —hasta a mi me dolió esa cara.— ¿Lo conocen? —negamos— Osea, no es... tan serio.
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Aún hay algo
Fiksi PenggemarDos jóvenes médicos vuelven a reencontrarse en su internado después de años, ambos con un presente muy diferente y un pasado sin superar.