Aun hay algo 2 - 38

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Se terminaba mi último día de libertad absoluta, estaba en la cama mirando "la máscara" que recién comenzaba mientras escuchaba a Lali desde el baño poniéndose al día con Eugenia que  detalles sobre el comportamiento dedaba mi pequeño Pipu. Cuando Lali entró a la cama inmediatamente me contó lo cansada que estaba, la nominación le trajo  encima un montón de trabajo y atención de todo el mundo.

—Sabes que... —dijo apoyandose en mi pecho. Desde que regresé dormía así casi todos los días.— No sé si está tan bueno esta situación de la nominación. Esta tarde hablé con mi viejo y empezó  a decirme que esto es un nuevo antes y después de mi carrera, que ahora estaré en la boca de los neurocirujanos del país, que voy a llevar al hospital hasta otro punto, si gano tengo que negociar mi honorarios porque seré una doctora con un premio —dijo riendo.— Bueno fantasías de la exageración de mi viejo, como ya lo conoces... pero la verdad es que a mi no me gusta toda esa atención... bah, no quiero que suene como la que no me importan, obviamente está genial que se reconozca mi trabajo pero en el fondo estoy enfocada en mis cosas, sigo siendo una cirujana joven, aun tengo muchas ganas  de seguir aprendiendo y no quiero que se me vea como todo eso que dice mi papá.

—Pero eso depende solamente de ti mi amor —dije con una sonrisa mientras jugaba con su pelo, cosa que la relajaba bastante.— Desde que te conozco siempre has sido la mejor en lo que haces y jamás te vi en esa actitud de ser la mejor, toda la vida tuviste ganas de aprender. Lo más importante de todo esto es que no pierdas tu camino que sigas enfocada en tus objetivos, lo que dice tu papá es un consejo, no necesariamente tienes que manejarte de esa manera. Tu sabes lo que vale tu trabajo y lo que  eres como profesional, lo que diga el resto es un plus, ese premio es un mimo y si no lo ganas no pasa nada,  van a venir mil más.

—Lo sé mi amor. Bueno ahora también siento una presión grande porque las personas que vienen a la consulta la mayoría del tiempo lo hacen porque piensan que puedo hacer magia y ya sé que probablemente hice cosas locas pero también tengo limitaciones. —rió.

—Eres una doctora con una habilidad tremenda, pero no haces magia mi amor —sonreí.— No te pongas mal por esas cosas, obviamente hay personas que no lo entienden. No puedes ser una superheroína para todo el mundo, cuando te lo reclamen dí que tienes exclusividad con tu marido. —se acercó  y me dió un beso, luego pasó un de sus piernas por debajo de la mía.

—Me encanta que siempre tengas las palabras exactas, buenas noches. Te amo —se acomodó en mi pecho perfectamente.

—Mi amor, si me estoy haciendo pis ¿Que hago? —pregunté y soltó una carcajada.

—Me despiertas —rió y ni se movió.

Me quedé mirando la película tratando de no reírme porque estaba durmiendo muy plácidamente. De pronto despertó, me miró con una sonrisa y siguió durmiendo, eso lo hacía casi todo el tiempo, como si estuviese verificando que estaba acá con ella, supongo que era algo post trauma familiar. Finalmente el sueño venció y dormí con Lali siendo prácticamente un órgano mío. Cuando desperté me estaba mirando con una  sonrisa.

—¿Que hora es? —pregunté.

—Las seis —dijo.— Buen día, estas emocionado?

—Buen día mi amor. Estoy ansioso —respondí sonriendo.

—Yo exploto de la emoción me desperté muy de golpe, es una locura que regreses por fin. —salió de la cama y puso pestillo.— ¿Sabes lo que estaba pensando mientras te veía dormir? Que nosotros teníamos una cábala bastante exitosa. —entró a la cama con una  sonrisa y se recostó sobre mi.

—¿Si? —pregunté con una sonrisa.— No me acuerdo, como era? Lo siento, me dieron mucho en la cabeza.

—No te preocupes, yo te daré una manito para recordar y vas a ver que es cien por ciento efectiva. —pasó la pierna rápidamente sobre mi y comenzó a quitarme todo lo que encontró, en cosa de segundos.

Aún hay algoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora