¡Mᴀʟᴅɪᴛᴏ Aʟғᴀ!

5• práctica

– ¿Enserio no piensas jugar con Iwaizumi?– pregunto Matsukawa

– Me reuso totalmente a levantar el balón para el – contestó Tōru con el balón en sus manos.

– Si ustedes dos aprendieran a jugar juntos podrían llegar a ser unos muy buenos jugadores –

Oikawa desvío su vista al tan nombrado rematador quien se encontraba haciendo servicios.

– Pffffffffffff es muy pésimo en los servicios y aún así es la estrella –

Hanamakki y Matsukawa llevaron su vista a Iwaizumi y sin duda no era tan bueno haciendo servicios.

– Tú eres bueno en los servicios, ¿Por qué no le ayudas en eso?–

– Makki la vida no es fácil, yo no le pienso ayudar, ese maldito alfa tiene que aprender a hacer las cosas por su cuenta – tanto el de cabellos rosa como el de cabellos negros se vieron entre sí, soltando un suspiro.

– Quisimos que las cosas entre tu y el se arreglaran por las buenas Oikawa pero en vista que no será así – Matsukawa fue interrumpio por su amigo.

– No remataremos para ti, y tampoco practicaremos contigo hasta que puedas llevarte bien con Iwaizumi –

Tōru frunció su entrecejo – No me importa igualmente no los necesito – contestó.

Pero media hora después se estaba arrepintiendo de lo de había dicho pues todos tenían con quién practicar menos el.

Estaba técnicamente aislado del equipo, era el segundo jugador que hacia solo servicios pues al no tener compañía de Makki y Matsu le tocó que practicar aquello.

Todo era culpa de Iwaizumi, ese alfa le jodía todo, era como si el centro de todo fuera Hajime y eso le irritaba.

Oikawa lanzó el balón a el aire y lo golpeó fuertemente haciendo que resonara en la cancha.

Cuántas ganas tenía de golpear a Iwaizumi de aquella manera, pero no podía pues si lo hacía posiblemente sería expulsado del colegio y le darían  cargos por agresión.

No le quedaba de otra ahora más que ir con el otro y  decirle indirectamente que practicará con el.

– Oye Hajime, eres pésimo en los servicios, más vale que lo conpenses con tus remates de lo contrario no veo el potencial de un As en ti – allí estaba frente a Iwaizumi quien se limpiaba el sudor de su frente.

– ¿Eso crees?, Pues si levantarás el balón para mí podría mostrarte que realmente merezco el puesto de As aunque este puesto no se debe solo por las capacidades de juego –

– Esto último huele a excusas –

– ¿Entonces levantarás el balón para mí?–

– Lo haré pero solo para demostrar lo pésimo que eres como estrella de equipo –

– Claro, claro, lo que sea Mierdakawa–

– ¡Deja de llamarme así!– Iwaizumi vio de manera incredula a Tōru y este último podría jurar que una cana verde estaba por aparecerle – Umg entonces empecemos a practicar Iwa-chan – esto último lo dijo con una voz coqueta y dulce para joder al otro y lo logro pues el contrario parecía que estaba apunto de estampar el balón en el rostro de Tōru.

Luego de su disputa de apodos ambos fueron a la cancha y aunque el Omega no quisiera levantó el balón para Iwaizumi, y este lo remato fuertemente contra el otro lado la red.

Si estos dos jugarán seguido seguramente deslumbrarian a todos.

Estos dos como compañeros formaban algo inquebrantable en la cancha pero eso no es lo único que bastaba en el voleibol.

Este deporte no se trata sólo de agilidad y fuerza si no que también de trabajo en equipo cosa que estos dos actualmente no conocían.

– Has podido hacer un remate frontal y lo has echo cruzado ¿Cuál es la lógica de eso?– decía molesto.

– Tu levantas el balón y yo lo remato como creo que es conveniente, así son las cosas por aquí Oikawa –

– Pues no creo que sea así, y si de ese modo lo ves no pienso volver a jugar contigo –

– Vamos que ya has repetido esa amenaza un millón de veces, y yo ya te dije que no me interesa si no quieres levantar el balón para mí pues el que sale perdiendo aquí de los dos serás tú –

Oikawa frunció aún más su entrecejo se dio la vuelta y camino con molestia fuera de él gimnasio. Atrás de el iba Iwaizumi siguiéndole pues no le bastaba con dejar así las cosas.

– Deja de seguirme alfa cochino –

– Deja de ser tan infantil y empieza a trabajar en equipo –

– Trabajaré en equipo cuando a mi se me de la regalada gana así que vete a la mierda Iwa-chan –

– Deja de creerte superior, has llegado ayer al equipo y debes comportarte como un novato e integrarte al equipo –

– Pues yo no soy igual a todos –

– No, eso me queda en claro, tu solo eres un Omega egocéntrico que le encanta llamar la atención y hacer de menos a los demás –

– Habla por ti, por qué ese eres tú –

– Cállate, tu no sabes todo lo que hice para volverme la estrella del equipo –

– Y tú no sabes nisiquiera como me costó entrar a el equipo de voleibol, y aún así tú te empeñas en arruinar mi oportunidad –

Iwaizumi paro en seco cuando Tōru lo hizo.

– No quiero arruinar tu oportunidad, quiero ayudarte a que entres al equipo por qué me pareces fenomenal – fue lo que dijo el moreno.

El Omega abrió sus ojos de par en par pues no creía lo que acababa de escuchar, eso era falso, nadie podía preocuparse por otros, eso solo podía ser una mentira y engaño.

– Mientes –

– ¿Por qué mentiría?, No tengo razón alguna para hacerlo –

– Nadie puede preocuparse por otros, nadie siquiera se molestaría en ayudarlos y más si un alfa es el que trata de ayudar a un simple Omega –

– Pues no eres un simple Omega, eres un compañero de equipo que quizás se vuelva el armador titular – Tōru mordió su labio inferior, no podía creer nada, o bueno no quería hacerlo.

– No se que tramas o por qué quieres ayudarme pero lo descubrire –

Hajime aligero su rostro y cuando estaba por acercarse a Oikawa el castaño dio un paso atrás.

Entonces solo estiró su mano y revolvió los cabellos castaños.

– No se por que tratas de inferiores a los Omegas y tampoco sé todo lo que has pasado pero desde ahora hagamos las cosas bien y hagamos que entres como armador titular del equipo – la voz de Iwaizumi parecía calmada mientras Tōru tenía sus ojos clabados en el suelo tratando de buscar respuestas.