¡Mᴀʟᴅɪᴛᴏ Aʟғᴀ!

22• Toda La verdad 2/2

– Bueno, respecto a Tōru – el doctor soltó un suspiro y negó con el documento en la mano – ¿Usted es su madre?– la señora negó.

– Soy una conocida y muy buena amiga –

El médico le extendió el análisis realizado a la mujer y Oikawa sin entender se cruzó de brazos restándole importancia a la situacion.

– Respecto a los golpes no hay ningún hueso roto o esguince, solo son golpes que generarán moretones, no son muy graves al menos no para dañar al bebé –

Tōru soltó un resoplido restándole importancia hasta caer en cuenta de lo último – ¿El que?– cuestionó colocando ambas manos en el escritorio del médico – ¿Un bebé?– negó con una sonrisa – Que estupidez, los análisis están mal, yo no puedo tener un bebé –

–  Todo indica que llevas un mes de gestación aproximadamente –

Oikawa soltó una carcajada mientras negaba – No es posible, no lo es, jamás quede embarazado –

La señora apretó la hoja en su mano y se paró de su asiento tomando de los hombros a Tōru.

– Lo mejor será que hable con el, no creo que lo entienda, también hablé con el alfa que hizo esto, y lleguen a una solución, es lo mejor – la señora asintió pero Toru seguía negándose diciendo que ese bebé no era suyo, que siquiera podía tenerlo.

– Tōru volvamos a casa –

– No, este señor hizo mal su trabajo, voy a denunciarlo –

– Oikawa – Toru termino cediendo y se levantó de su asiento caminando con la señora hacia el auto.

Oikawa seguía diciendo y convenciendose que aquello no era posible, y le iba explicando a la señora las razones por lo que era imposible pero está terminó simplemente encogiéndose de hombros mientras buscaba una idea de lo que estuviera pasando en ese momento.

Al llegar a la casa Oikawa siquiera quería entrar por qué estaba seguro que adentro estaba Iwaizumi.

– Vamos Tōru –

La mujer bajo del auto y el castaño obedeció dirigiéndose a la puerta y al entrar no logro divisar a Iwaizumi así que un suspiro de alivio se escapó de sus labios.
Claro que aquel alivio se esfumó cuando el moreno apareció y lo tomo de la muñeca guiandolo a la habitación.

– Sueltame Iwa-chan –

– Tu y yo debemos hablar, y sin mi madre – murmuró lo último y subió las escaleras obligando a Oikawa a hacerlo.

– No tengo nada que hablar contigo – Iwaizumi no respondió y abrió la puerta de su habitación dejando entrar a Tōru, luego cerró la puerta tras de el.

– ¿Cuantas veces Oikawa?– el castaño se vio confuso y se sentó en la cama.

– ¿Cuantas veces que? –

– ¿Cuantas veces lleva tu padre golpeandote?, ¿Cuantas veces te acostaste con el?, ¿Desde cuándo estás en ese infierno de familia?–

En ese momento Tōru quedo asustado y perplejo pues no esperaba aquel interrogatorio, y menos de Iwaizumi.

– No es de tu incumbencia –

– ¡Claro que lo es!–

– Solo ignora todo Iwa-chan –

– Dime la verdad – el alfa se acercó amenazante al Omega y se paró frente a él de brazos cruzados.

Oikawa estaba rotundamente negado a decirle algo pero al final al tener aquella aura tan posesiva no pudo negarse.

– Desde que tengo seis años de edad – junto sus propias manos en un suspiro – Así que no es nada nuevo, siempre he sido tratado como el amante de mi padre, siempre me ha golpeado y abusado de mi, y eso no va a cambiar ahora que te enteraste –

Hajime paso una mano por su rostro tratando de calmarse y pensar que hacer con la situacion – Lo siento –

Tōru negó con una sonrisa finjida – No Iwa-chan, no es tu culpa, yo lo permiti así que no hay nada que pueda hacerse –

– Oikawa... ¿Que te han dicho en el médico?– el castaño mordió su labio inferior y soltó un suspiro.

– Dijeron que estoy esperando un bebé – Iwaizumi frustrado volvió a pasarse una mano por el rostro tratando de contener su enojo y no explotar.

– ¿Cuánto tiempo?–

– Aproximadamente un mes –

El alfa se sentó al lado de Tōru y pese a sentir aún ese olor desagradable lo abrazo.

– Lo siento –

– Deja de disculparte – hablo con calma y acarició los cabellos del moreno – Siquiera me conocías hace un mes –

– Te conocía pero jamás te hablé – este aguanto las ganas de llorar por enojo y frustración – Si me hubiera acercado a ti antes todo se hubiera evitado –

– Ya no digas nada Iwa-chan–

– Oikawa – se apartó un tanto de él y lo tomo del mentón – No vuelvas a ese lugar –

– Tengo que hacerlo, ¿Donde más voy a quedarme?–

– Quédate conmigo, diré que ese hijo es mío – Tōru reprimió una risa y negó.

– Aún no eres capaz de mantenerte a ti y quieres tomar una responsabilidad que ni al caso, Iwa-chan deja que yo me haga responsable de esto –

– Quédate en casa yo te ayudaré, le diré a mi madre que es nuestro –

– Solo te ganarás problemas –

– Pero así estarás a salvo –

– Te agradezco todo gesto pero no puedo acep- – y allí fue cuando se vio interrumpido.

Sus labios siendo unidos a los del alfa, en un beso de cariño y dolor, donde ambos expresaban como se sentían donde siquiera importaban las lágrimas saladas que se colaban.

No tardaron mucho unidos pues se separaron y observaron por unos minutos.

– Te lleve un segundo con las estrellas, déjame ser capaz de llevarte y dejarte para siempre con ellas –

Oikawa retuvo las lágrimas y por inercia asintió pues siquiera lo pensó y abrazo al alfa echándose a llorar.

– Lo siento – se disculpó Toru y Hajime acarició su espalda con cariño – No debiste hacerlo – sorbió de su nariz y cerró sus ojos – No debiste llevarme a verlas por qué ahora quiero más de ellas –  el moreno soltó un suspiro y lloró al lado de el tomando por aceptada la sugerencia que el había dado con anterioridad.

Ahora debía esforzarse el doble y ser capaz de cuidar al pequeño e indefenso castaño que tenía en sus brazos.
Pues Tōru en ese momento había dejado de ser el gran adolescente engreído, el chico que ahora lloraba abrazando a aquel alfa era aquel niño pequeño que jamás pudo desahogarse.

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Bueno, ah, que decir, primero que nada esto del embarazo ya lo había predijo casi a inicio está señorita/yo shouto45

Pero bueno, como dije se vienen cosas peores... Este solo es el inicio a ello, así que no se enfaden conmigo ;-;

Bueno, ahora sí me disculpan me tardaré unos días en actualizar a menos que tenga ganas de hacerlo al rato o mañana.