– Buenas tardes ¿En qué puedo... Tú – apunto el chico de cabello verdoso – ¿Qué haces aquí de nuevo?–
– Aún me debes salir conmigo – recordó el más alto sin cambiar aquella expresión divertida.
– Y yo te dije que no puedo –
– Solo iremos a comer algo –
– No gracias –
– Anda, vamos –
– ¿Por qué insistes tanto?, Siquiera sabes mi nombre –
– No lo se por que tú no quieres decírmelo –
– Como sea, he dicho que no –
– Bien, entonces quiero hablar con tu superior –
– No serias capaz de decirle –
– ¿Me estás probando o retando?–
– Ninguna, ahora salte – este intento empujar al otro hasta la salida.
Ya era tarde, a esa hora no habían clientes, técnicamente estaban ellos dos solos y los demás trabajadores que estaban atrás arreglando la cocina.
– Te invito a cenar – insistio Tetsuro.
– ¿Por qué no te rindes?–
– Me llamaste feo, y horrible, quiero que cambies de parecer –
– Eso no sucederá –
– ¿¿¿Por qué???, ¿Tan feo estoy?, ¿Que tengo que no alcanzo tu estereotipo de alfa atractivo?–
– ¿Eres alfa?, Pareces Omega –
– Oh no, ahora sí te has metido donde no debiste –
– ¿A sí?– el chico solo alzo sus cejas con una sonrisa burlona en sus labios.
Le parecía divertido molestar a aquel alfa, quizás le gustaba ver su orgullo por el suelo.
– Suguru – llamo Oikawa asomándose para ver qué sucedía– Oh tienes visita, bueno yo ya me voy –
–Oye, no te atrevas a...–
– Así que Suguru – el nombrado arrugó su nariz con enfado volviendo su atención a Tetsuro.
– Bien, como sea –
– Cenemos juntos –
– No puedo, si lo hago Hiro se molestara conmigo, que sea mañana... Llévame a desayunar – Tetsuro alzó una sonrisa y asintió emocionado por ello.
Tenía curiosidad sobre aquel dichoso Omega, parecía interesante.
– Entonces... Hasta mañana... –
– Te veo aquí a las ocho, si no eres puntual pierdes la oportunidad –
– Oh no te preocupes mi nombre es puntualidad –
– ¿No era Tetsuro?–
– ¡No trates de arruinar todo lo que digo!– Tetsuro se dio la vuelta haciendo berrinche y Daishiō soltó una carcajada.
– Nos vemos –
Kurō asintió saliendo de alli hacia su casa donde ya debía esperarla su madre con algún regalo de los que le daba a diario.
Aveces se cansaba de su aburrida vida rutinaria.
Suguru por su parte terminó por limpiar las mesas y dejó que los demás empleados se fueran, cuando aquello paso cerró la cafetería, pues esa noche le había tocado quedarse acargo gracias a su irresponsable jefe que se la pasaba de fiesta en fiesta.
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¡Mᴀʟᴅɪᴛᴏ Aʟғᴀ!
FanfictionDigamos que ser un omega conlleva muchas desventajas a diferencia de un alfa o incluso un beta. Oikawa Tōru aprendió a valerse solo y a conseguir las cosas que quiere acambio de cosas que le eran pedidas. Su familia tampoco está del todo bien pero e...