48• Perdonar.

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Los pasos del chico eran firmes y confiados, nadie lo detenía y le daban permiso de entrar como si fuera el dueño de la empresa.

Oikawa Tōru era una belleza andante en aquella compañía.
Todo alfa, beta u Omega se giraba a observar la figura de su cuerpo o la sonrisa bien marcada que llevaba en el rostro.

Y hasta que estuvo a una puerta de entrar a la oficina del alfa propietario de aquella empresa una joven se acercó cuestionandole el quien era y que hacia en esa empresa.

– ¿Y tú eres?– cuestionó Tōru bajando un tanto sus lentes oscuros para observar con detenimiento a la joven.

– Secretaria del señor Hajime, y no me parece que usted tenga una cita con el, así que si no me dice ahora mismo quien es llamaré a seguridad – Tōru rodó los ojos y se cruzó de brazos haciendo un morro en sus labios.

– Intenta sacarme de aquí y te despedirá –

– ¿Ah?–

Dentro de la oficina Iwaizumi alcanzo a escuchar la discusión que tenía su secretaria con Tōru, y estaba seguro que era el por que logró sentir su aroma desde que entró a la empresa.

El alfa se levantó de su asiento y se dirigió a la puerta de su oficina.
Desde ya se escuchaba a Oikawa reclamándole a la chica, y diciéndole que sacará a esos gorilas de su camino. La mujer se negaba a dejar pasar al Omega, así que entre ambos habían empezado una absurda discusión.

– ¿Se puede saber qué sucede?– cuestionó Hajime abriendo la puerta, viendo por fin a Tōru quien al ver a Iwaizumi sonrió ampliamente acercándose a él dándole un golpe en la cabeza.

– ¿Que sucede contigo Iwa-chan?, Llego a la empresa por qué me invitas y solo para que me traten de esta manera, ¿Crees que es justo?–

– ¿Ah?, Deja de golpearme –

– Trátame bien –

– Lo haré cuando tú...– la mujer parpadeo confusa y Hajime soltó un suspiro pensando que si discutía con Oikawa solo empeoraría la situacion – No te preocupes por él, es un conocido, vuelvan al trabajo –

– ¿Un conocido?, ¡¿Un conocido?!, Oh vamos Iwa-chan, creí que era tu amigo –

– ¿Aún lo somos?–

– Claro que sí – Iwaizumi reprimió una risa y adentro a su oficina a Tōru cerrando la puerta tras ellos.

– Creí que eras más que un amigo–

– Y yo creía que era más que un desconocido – se quejó ofendido el Omega y se giró a ver a Iwaizumi quien seguía parado en su lugar observando la figura del otro – Oh vaya Iwa-chan, no dejes que la baba se te caiga –

– Solo ven aquí – Tōru rodó los ojos y soltó una ligera risa.

Su actuación de niño malo, berrinchudo y de listo se iba al carajo con Hajime – Iwa-chan idiota – con gracia le mostró su lengua de manera infantil, y se acerco a él enredando sus brazos detrás del cuello ageno.

– Te amo Oikawa –

– Ummm no sé si creerlo, quizás solo mientes de nuevo – hablo en un tono divertido para molestar al otro.

El alfa frunció su entrecejo y depósito un beso corto sobre los labios contrarios – ¿Cuando vas a dejar de echarme en cara que te mentí? –

– Cuando sea capaz de perdonarte al cien por ciento – murmuró el Omega uniendo sus labios a los contrarios en un beso.

Ambos chocaron sus labios con armonía y desespero, parecía que los dos necesitaban del otro.

Las manos de Hajime fueron a parar en la cintura de Oikawa dando caricias sobre su piel expuesta.

Tōru con enfado al sentir que los lentes de sol estorbaban se los retiro y al sentir su cuerpo sencible terminó por soltarlos en el suelo.

Amaba aquellos labios tan adictivos, que le hacían querer probar más una y otra vez.

Hajime era realmente su punto débil y eso le molestaba pues no estaba seguro de lo que en ese momento estaba haciendo.

Las locuras que cometía, quizás iban muy rápido, llevaba tres o cuatro semanas de haber vuelto a reunirse con Iwaizumi y siempre que se veían terminaban besándose, acariciándose a tal punto que uno necesitaba del otro.

Pero ninguno de los dos dio el segundo paso, jamás llegaban a acostarse, solo besos y caricias, así demostraban cuanto se querían.

Oikawa y Hajime se miraban quizás unas dos veces en la semana, dependía del tiempo que tuvieran, pues Oikawa aun seguía la universidad por las mañanas y en las tardes trabajaba en la cafetería, sin contar que los sábados y domingos trabajaba todo el día.
Iwaizumi pasaba casi todo su día en la oficina revisando papeles haciendo envíos y verificando las cuentas bancarias pues siempre decidía quitarles algunas cargas a Bokuto y Tetsuro.

A Bokuto lo ayudaba por qué el búho apenas y trabajaba con lo que ya tenía y a Tetsuro por qué entendía y comprendía lo abrumado que se sentía a diario con la presión de su madre insistiendole tener una pareja estable.

Aun así el alfa hacia tiempo para ver a Oikawa y llevarlo a comer a un restaurante o iban a pasear a algún parque.

Tōru era quien decidía a donde ir, después de todo le gustaba complacerlo y mimarlo, aquello no había cambiado mucho.

Los dos se estaban dando de nuevo la oportunidad pese a que Hajime aún se sintiera culpable por lo que pasó con el bodoque y Tōru ya le había dejado en claro que aún no le perdonaba aquello, pese a saber que fue un accidente seguía sintiendo ese pensamiento de "que hubiera sucedido si tenía al bebé".

Se había encariñado bastante con el bodoque como para olvidarlo, pero pese a ello trataba de superarlo y darse así la oportunidad de amar a aquella persona que lo apoyo y ayudo tanto para salir del infierno que vivió por años.

Ambos chicos se observaron unos momentos a los ojos hasta que Tōru tomo de las mejillas al moreno acariciándolas con cariño.

– Yo también te amo – ambos sonrieron y se dieron un beso corto más antes de separarse y tomar cada uno sus cosas.

– ¿A dónde debemos ir a almorzar hoy?– cuestionó el alfa tomando su saco.

Tōru dio unos suaves golpesitos en sus labios buscando así la respuesta a la pregunta del otro.

– ¿Qué te parece Macdonald?–

– ¿Cuando dejaras de llevarme a comer comida chatarra?–

– No importa cuánto te de a comer siempre mantendrás ese cuerpo, siquiera engordas – Iwaizumi soltó una carcajada y tomo de la mano a Oikawa guiandolo a la salida de la oficina.

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Y si, lo siento, con el iwaoi ya no tengo mucho drama que hacer :( y ustedes supongo que deben de estar felices por qué al fin los dejé en paz, ahhhhhhhg awanten que se me ocurra algo para arruinar la ship y... Jajajaja nah, ya no habrá drama con ellos (creo).

¡Mᴀʟᴅɪᴛᴏ Aʟғᴀ! Donde viven las historias. Descúbrelo ahora